-¡Tío, venga a ver la tele, que parece que ya llegó el primer señor penuaro, es un tío que parece que es chinito y dicen que viene del Japón! Chuta, a lo mejor viene con el dostor Cao de Nanllín.
-Estás bien atrasado de noticias, badulque. Eso fue ayer domingo.
-¡Pero ahí va caminando y ahora casi se cae tío, en vez que parece que casi se trompezó!
-Tienes razón. Va saliendo de la escuela de Investigaciones.
-¿Es un detestive, querido tío señor Lamordes?
-No hagas preguntas. Déjame ver.
-Pero si es un detestive entonces tendría que tener una pistola.
-A los detectives no se les notan las pistolas.
-Entonces es un detestive, porque no se le nota la pistola.
-Para que estés informado, al señor Fujimori se lo llevan de la escuela de Investigaciones a la escuela de Gendarmería.
-Entonces quere decir que es un gendalme. Entonces debería tener una escopeta.
-A los gendarmes se les notan los rifles.
-Entonces no es un gendalme, pero en vez que a lo mejor va estudiar para gendalme, ¿no ve que va a la escuela de Gendalmería?
-Claro, tienes toda la razón, te felicito. ¡¡¡¡¡Ándate!!!!!
-¡Pero qué dije, tío!
-Nada. Ándate.
-Es que quero saber si el tío chinito del Japón es penuaro, porque dicen que es penuaro, pero eso no cuede ser, porque es chinito.
-Es peruano. Sus padres eran japoneses pero él es peruano. Y fue presidente de Perú. Y ahora quiere volver a Perú.
-¿Y entonces se equivocó el avión, tío?
-No sé, todo esto me huele a faramalla.
-Yo creo que a lo mejor es el jefe de la invasión de los señores penuaros, tío, pero menos mal que vino sin escopeta.
-Dale con la invasión. ¡Córtala, gaznápiro, si no habrá ninguna invasión!
-¿Y qué va hacer el señor Sukiyaki?
-Se va preso por un tiempo, hasta que lo manden de vuelta al Perú.
-Ah, chuta. Ojalá que al Presidente Lagos no lo manden preso tan bien por retón. ¿Mandan presos a los señores por retones, tío?
-No.
-Menos mal. Entonces usté tan poco va ir a la cárcen. Qué bueno.
-Toma, quedó del otro día.
-¿Se lo cuedo dar al Francisquito, tío?
-¿Tienes un nuevo compañero de curso?
-No, es un niñito que conocí el otro día en la piscina cuando me invitó el Toro a bañarme a la piscina, ¿se acuerda cuando le dije que el agua estaba muy mojada? Ahí lo conocí.
-Bueno, dáselo, pero no creo que alcance a llegar. Mira, ya se está derritiendo.
-¡Es verdá, no es mentira! Entonces mejor me lo como altiro y le paso la luenga y descués me lavo las manos y la luenga no me la lavo porque la luenga se lava sola en la boca, tío, para que sepa.
Me yyamo ElmOnito y tengo 7 años y ¡sienpre boi en primero, nunca paso! Ni tio el señor Lamordes sienpre me reta por qe puro cree qe qero comer chocolate trencito en vez qe llo lo qe puro qero es no aburrirme y jugar. Ogalá jugar a la pelota o tan bien jugar plaistechon o tan bien pegar láminas de álbun. Ni tio es periodista y me ase dormir en el close de su ofisina. Ni tio dise que me qere bastante. LLo tan bien lo qero a él pero es muy retón. Grasia.
Monday, November 07, 2005
Wednesday, November 02, 2005
Vienen los señores penuaros, tío
-Qué haces con esa escoba, renacuajo.
-Me estoy estrenando, tío.
-¿Estrenando o entrenando?
-Estrenando.
-"Estrenando" para qué.
-Para salvarle la vida cuando lleguen los señores penuaros. Tan bien quero tener botas que suenen cuando dé los pasos de la marcha.
-¿Quiénes son los penuaros?
-Los que viven en Perú, o sea, los penuaros.
-Ah... noto que de nuevo estás viendo demasiada televisión.
-No tío, si es verdá, no es mentira. Dicen que parece que a lo mejor va haber una guerra de Chile versus Perú y en vez que a lo mejor a usté le va tocar marchar al desierto y a lo mejor a mí me suben a la Esmeralda y me mandan al Océano Pacífico, chuta, a lo mejor le cambian el nombre, entonces si me mandan yo tengo que estar estrenado. Y si no me mandan tan bien tengo que estar estrenado para que no lo cuedan matar a usté.
-Descuida. A ti no te van a mandar y a mí tampoco. Tú estás muy joven y yo estoy muy viejo.
-¿Cómo cuántos años hay que tener para ir a la guerra, querido tío?
-Como 18.
-Chuta, menos mal, porque a mí me faltan... ¿cuánto le falta a 7 para llegar a 18 tío?
-Resta.
-A ver... 7 a 8... 1. Me reservo 1, entonces 1 a 1... cero. ¡Me falta un año, tío!
-¡Tonto de capirote! ¿Por qué te resevaste 1? ¡No te reservas nada!
-Es que me gusta reservarme porque me gusta tener reservado. Usté tan bien siempre dice que es bueno tener reservado en el banco.
-Esos son los ahorros. ¡Eso no tiene nada que ver con una operación matemática, que debe ser exacta! ¡Me estás haciendo cambiar el genio de nuevo, animalejo! Falta un mes de clases y no aprendes a restar. ¿Sabes cuántos años te faltan para ir a la guerra? 11 años.
-Chuta, menos mal que son hartos años en vez que no son pocos años, porque no quero ir a la guerra, tío. Y para que sepa yo me estoy estrenando para puro que no me maten si llegan los señores penuaros.
-Tranquilo, que nadie te va a matar. Menos a ti. Ni siquiera se darán cuenta de que existes.
-¿Pero si vienen los señores penuaros me va esconder en el close, tío?
-Te voy a meter adentro de la caja con fotos viejas.
-Chuta, menos mal. Tío, ¿los señores penuaros de la Catedral tienen metralladoras?
-No, tienen muchos celulares, pero nunca les he visto ametralladoras.
-Ah. ¿Y tienen cascos?
-No. Pero ellos no van a venir. No creo que venga nadie hasta acá.
-Tío, ¿y es verdá que los señores penuaros inventaron una línia en el mar?
-Eso decimos nosotros.
-¿Qué decimos nosotros tío? Porque yo tuavía no sé mucho yo.
-Chile dice que ellos quieren correr la línea del límite marítimo.
-¿Y como se cuede hacer una línia en el mar, tío? ¿No se mueve la línia con las olas?
-Contigo no se puede hablar. Mejor sigue con la escoba, pero no patas arriba sino patas abajo. Eso quiere decir: ¡anda y barre!
-Tengo miedo tío. No quero que lleguen los señores penuaros.
-Te digo que no van a venir.
-¿Cuedo jugar un rato a Kudai para ver si se me olvida esta temerosidad que tengo?
-Deberías entrenarte haciendo restas mejor, pero por esta vez, juega un poco a tus Mitos y Leyendas. Te concedo cuatro minutos.
-¡Gracia!
-Me estoy estrenando, tío.
-¿Estrenando o entrenando?
-Estrenando.
-"Estrenando" para qué.
-Para salvarle la vida cuando lleguen los señores penuaros. Tan bien quero tener botas que suenen cuando dé los pasos de la marcha.
-¿Quiénes son los penuaros?
-Los que viven en Perú, o sea, los penuaros.
-Ah... noto que de nuevo estás viendo demasiada televisión.
-No tío, si es verdá, no es mentira. Dicen que parece que a lo mejor va haber una guerra de Chile versus Perú y en vez que a lo mejor a usté le va tocar marchar al desierto y a lo mejor a mí me suben a la Esmeralda y me mandan al Océano Pacífico, chuta, a lo mejor le cambian el nombre, entonces si me mandan yo tengo que estar estrenado. Y si no me mandan tan bien tengo que estar estrenado para que no lo cuedan matar a usté.
-Descuida. A ti no te van a mandar y a mí tampoco. Tú estás muy joven y yo estoy muy viejo.
-¿Cómo cuántos años hay que tener para ir a la guerra, querido tío?
-Como 18.
-Chuta, menos mal, porque a mí me faltan... ¿cuánto le falta a 7 para llegar a 18 tío?
-Resta.
-A ver... 7 a 8... 1. Me reservo 1, entonces 1 a 1... cero. ¡Me falta un año, tío!
-¡Tonto de capirote! ¿Por qué te resevaste 1? ¡No te reservas nada!
-Es que me gusta reservarme porque me gusta tener reservado. Usté tan bien siempre dice que es bueno tener reservado en el banco.
-Esos son los ahorros. ¡Eso no tiene nada que ver con una operación matemática, que debe ser exacta! ¡Me estás haciendo cambiar el genio de nuevo, animalejo! Falta un mes de clases y no aprendes a restar. ¿Sabes cuántos años te faltan para ir a la guerra? 11 años.
-Chuta, menos mal que son hartos años en vez que no son pocos años, porque no quero ir a la guerra, tío. Y para que sepa yo me estoy estrenando para puro que no me maten si llegan los señores penuaros.
-Tranquilo, que nadie te va a matar. Menos a ti. Ni siquiera se darán cuenta de que existes.
-¿Pero si vienen los señores penuaros me va esconder en el close, tío?
-Te voy a meter adentro de la caja con fotos viejas.
-Chuta, menos mal. Tío, ¿los señores penuaros de la Catedral tienen metralladoras?
-No, tienen muchos celulares, pero nunca les he visto ametralladoras.
-Ah. ¿Y tienen cascos?
-No. Pero ellos no van a venir. No creo que venga nadie hasta acá.
-Tío, ¿y es verdá que los señores penuaros inventaron una línia en el mar?
-Eso decimos nosotros.
-¿Qué decimos nosotros tío? Porque yo tuavía no sé mucho yo.
-Chile dice que ellos quieren correr la línea del límite marítimo.
-¿Y como se cuede hacer una línia en el mar, tío? ¿No se mueve la línia con las olas?
-Contigo no se puede hablar. Mejor sigue con la escoba, pero no patas arriba sino patas abajo. Eso quiere decir: ¡anda y barre!
-Tengo miedo tío. No quero que lleguen los señores penuaros.
-Te digo que no van a venir.
-¿Cuedo jugar un rato a Kudai para ver si se me olvida esta temerosidad que tengo?
-Deberías entrenarte haciendo restas mejor, pero por esta vez, juega un poco a tus Mitos y Leyendas. Te concedo cuatro minutos.
-¡Gracia!
Tuesday, November 01, 2005
¡Una locomotora para ElMonito!
-Tío, y esto ¿qué es?
-Una locomotora.
-¿Y dónde están las ruedas de la locomotora?
-Adentro de la caja.
-¿Y adentro de la caja está la locomotora?
-Sí.
-¿Y el humo tan bien de la locomotora está en la caja?
-No, porque es una locomotora eléctrica.
-¿Y dónde están los cables de la elestricidá?
-¡Cállate, mequetrefe boca de sapo! ¡Siempre te sales con la tuya y encima eres majadero! ¡Abre la caja de una vez por todas!
-Bueno, tío, pero ¿y si me da la corriente?
-¡No está enchufada! ¡No tiene corriente!
-¿Y cómo vandar entonce?
-¡Si no anda!
-Entonces no sirve.
-¡Abre la caja!!!!!!
-Ya, pero no se enoje, ¿no ve que descués los señores le dicen retón?
-Soy retón, ¡porque tú me sacas de quicio!
-¿Qué es quicio tío? ¿Es un cuadradito de la baldosa?
-¡Abre la caja!!!!
-Ya... pero tío...
(Pausa de asombro)
-¡Son puros trencitos! ¿Ya empezó la Navidás?
-Son tuyos. Te los mandaron tus amigos. ¿Sabías que eres igual que Roberto Carlos?
-Sí sabía, porque el Toro y el Martínez me sacan pica y me dicen que tengo la pelada de Roberto Carlos y pateo la pelota en el recreo cuando jugamos y le pego como burro a la pelota, igual que Roberto Carlos del Real Madrís. Eso dicen.
-Ese Roberto Carlos no, yo hablo del otro Roberto Carlos.
-¿Cuál tío?
-El que tiene un millón de amigos. Tú vas a tener un millón de amigos, ¿te has dado cuenta? Algún día no me necesitarás, tendrás cariño de sobra.
-Pero yo tan bien quero tener el cariño de usté, querido tío señor Lamordes, porque ya me acostumbré, en vez que si usté no está yo me ponería triste porque lo echaría de menos, aunque me eche al clóse y descués me rete por las notas y una vez me tiró en las orejas y yo casi lo acusé a ni tía del colegio, para que sepa.
-Ya, anda a disfrutar de tus trencitos y déjame tranquilo un rato.
-Tío...
-¿Que pasa ahora?
-¿Cuedo llevar los trencitos al colegio?
-¿Y para qué?
-Es que yo me conformo con unos dos trencitos, no, mejor unos catorce trencitos, pero quero llevar los otros al colegio para dárselos a los niños pobres.
-Bueno, déjalos en la caja y mañana se los llevas. Y ahora come rápido y anda a lavarte las manos porque vamos a ir al cementerio.
-¿Va ver a la agüelita Fani y al agüelito Sergio?
-A todos los recordados difuntos.
-Bueno, ¿pero cuedo por mientras tanto jugar un ratito al mazo de Mitos y Leyendas de Kudai?
-Ya.
(Sale ElMonito)
-¿Ya salió este bandido? Voy a mirar por la ventana... sí, está jugando en el patio con sus famosas láminas... déjenme decirles algo entonces, para callado: ¡Gracias, amigos, por tan hermosos comentarios! Han redescubierto, al igual que yo, el tesoro de la infancia. No lo pierdan nunca, no permitan nunca que los débiles sucumban ante la fuerza y el poder de quienes lo tienen todo. Somos humanos y tenemos múltiples defectos, es verdad. A veces quisiéramos ser de otra manera, ser mejores. Tratamos... y fallamos. Eso no es lo importante. Lo que importa, a juicio de este tío retón, es que el corazón en su esencia se mantenga puro, se mantenga como el corazón de un niño de ojos abiertos, indefenso y expuesto a la vida, como el corazón de nuestro querido sobrino ElMonito, a quien tanto le debo...
-Una locomotora.
-¿Y dónde están las ruedas de la locomotora?
-Adentro de la caja.
-¿Y adentro de la caja está la locomotora?
-Sí.
-¿Y el humo tan bien de la locomotora está en la caja?
-No, porque es una locomotora eléctrica.
-¿Y dónde están los cables de la elestricidá?
-¡Cállate, mequetrefe boca de sapo! ¡Siempre te sales con la tuya y encima eres majadero! ¡Abre la caja de una vez por todas!
-Bueno, tío, pero ¿y si me da la corriente?
-¡No está enchufada! ¡No tiene corriente!
-¿Y cómo vandar entonce?
-¡Si no anda!
-Entonces no sirve.
-¡Abre la caja!!!!!!
-Ya, pero no se enoje, ¿no ve que descués los señores le dicen retón?
-Soy retón, ¡porque tú me sacas de quicio!
-¿Qué es quicio tío? ¿Es un cuadradito de la baldosa?
-¡Abre la caja!!!!
-Ya... pero tío...
(Pausa de asombro)
-¡Son puros trencitos! ¿Ya empezó la Navidás?
-Son tuyos. Te los mandaron tus amigos. ¿Sabías que eres igual que Roberto Carlos?
-Sí sabía, porque el Toro y el Martínez me sacan pica y me dicen que tengo la pelada de Roberto Carlos y pateo la pelota en el recreo cuando jugamos y le pego como burro a la pelota, igual que Roberto Carlos del Real Madrís. Eso dicen.
-Ese Roberto Carlos no, yo hablo del otro Roberto Carlos.
-¿Cuál tío?
-El que tiene un millón de amigos. Tú vas a tener un millón de amigos, ¿te has dado cuenta? Algún día no me necesitarás, tendrás cariño de sobra.
-Pero yo tan bien quero tener el cariño de usté, querido tío señor Lamordes, porque ya me acostumbré, en vez que si usté no está yo me ponería triste porque lo echaría de menos, aunque me eche al clóse y descués me rete por las notas y una vez me tiró en las orejas y yo casi lo acusé a ni tía del colegio, para que sepa.
-Ya, anda a disfrutar de tus trencitos y déjame tranquilo un rato.
-Tío...
-¿Que pasa ahora?
-¿Cuedo llevar los trencitos al colegio?
-¿Y para qué?
-Es que yo me conformo con unos dos trencitos, no, mejor unos catorce trencitos, pero quero llevar los otros al colegio para dárselos a los niños pobres.
-Bueno, déjalos en la caja y mañana se los llevas. Y ahora come rápido y anda a lavarte las manos porque vamos a ir al cementerio.
-¿Va ver a la agüelita Fani y al agüelito Sergio?
-A todos los recordados difuntos.
-Bueno, ¿pero cuedo por mientras tanto jugar un ratito al mazo de Mitos y Leyendas de Kudai?
-Ya.
(Sale ElMonito)
-¿Ya salió este bandido? Voy a mirar por la ventana... sí, está jugando en el patio con sus famosas láminas... déjenme decirles algo entonces, para callado: ¡Gracias, amigos, por tan hermosos comentarios! Han redescubierto, al igual que yo, el tesoro de la infancia. No lo pierdan nunca, no permitan nunca que los débiles sucumban ante la fuerza y el poder de quienes lo tienen todo. Somos humanos y tenemos múltiples defectos, es verdad. A veces quisiéramos ser de otra manera, ser mejores. Tratamos... y fallamos. Eso no es lo importante. Lo que importa, a juicio de este tío retón, es que el corazón en su esencia se mantenga puro, se mantenga como el corazón de un niño de ojos abiertos, indefenso y expuesto a la vida, como el corazón de nuestro querido sobrino ElMonito, a quien tanto le debo...
Tuesday, October 25, 2005
Sueños de un títere: llegar a cien comentarios
-Tío, ¿que son esos basureritos que aparecen al final de su bloc donde cuenta las cosas que digo yo en vez que las que piensa usté, porque más me hace hablar puro a mí en vez que usté casi nunca dice nada y yo me desgasto y más encima hace tiempo que no me compra un trencito. Cómpreme un trencito.
-Estás más loco. Me pelas y además quieres un trencito. ¡Gánate el trencito, títere de baja ralea!
-¡Pero si yo quero trabajar y usté no me deja y dice que puro tengo que estudiar!
-Pero querías trabajar controlando boletos del cine para meterte a ver las películas.
-¡Pero yo le dije que cuando fueran para mayores no me iba meter! y usté dijo que lo iba pensar y parece que no lo pensó nunca en vez que parece que pensó que a lo mejor no me deja tener una ocupación dicna.
-Claro que no te voy a dejar, renacuajo, porque conociéndote, seguro que te ibas a meter a ver películas de piluchas.
-Cómo se le ocurre, tío.
-¿Por qué bajaste la voz?
-Es que me da vergüenza eso que dijo.
-Ah, lo reconoces, gaznápiro de poca monta.
-Dígame qué son esos basureritos entonces.
-Son los comentarios a las leseras que dices.
-¿Qué son los comentarios?
-Las personas que leen tus burradas y después las comentan.
-¿Cuedo leer los comentarios?
-¿Para qué?
-Para saber lo que dicen de este pobre y triste ElMonito.
-No te los voy a mostrar. Sólo te digo que a la gran mayoría le simpatizas y yo, que soy el autor de esta miserable columna, quedo casi siempre como chaleco de mono.
-A lo mejor entonces los lestores se dieron cuenta que usté es muy retón.
-Eso.
-¿Cuántos comentarios hay en los basureritos?
-Un promedio de 9 a 10 por artículo.
-¿Eso es mucho o poco?
-Tratándose de las leseras que dices tú yo lo encuentro mucho.
-¿Pero cuántos comentarios son hartos comentarios de basureritos?
-4o comentarios, 50 comentarios. ¡Eso sí que es harto! Y te lo digo para que no te creas la muerte.
-¡Entonces tío yo quero tener cien comentarios! No. ¡Mejor quero tener mil 4o comentarios!
-Soñar no cuesta nada.
-Le acuesto a que tengo cien comentarios en el prósimo bloc.
-¡Esa me gustó! ¿Qué apuestas?
-Si yo gano entonces usté me compra un trencito y si yo pierdo entonces usté me compra 3 sobres del albun Ku Dai en vez que me compra cinco sobres.
-Mmm... me parece una apuesta propia de tu cerebro de aserrín. Veremos quién gana.
-¿Y qué plazo le vamos a dar a los señores y a las tías para comentar en los basureritos tío?
-Una semana, a lo más.
-Ya, entonces parta altiro tío. ¡Chuta, ojalá que los señores escriban en los basureritos aunque sea que leyeron el bloc y no les gustó! Pero ojalá que escriban que les gustó pero ojalá que digan que les caigo no tan mal o sea que les caigo bien.
-Estás más loco. Me pelas y además quieres un trencito. ¡Gánate el trencito, títere de baja ralea!
-¡Pero si yo quero trabajar y usté no me deja y dice que puro tengo que estudiar!
-Pero querías trabajar controlando boletos del cine para meterte a ver las películas.
-¡Pero yo le dije que cuando fueran para mayores no me iba meter! y usté dijo que lo iba pensar y parece que no lo pensó nunca en vez que parece que pensó que a lo mejor no me deja tener una ocupación dicna.
-Claro que no te voy a dejar, renacuajo, porque conociéndote, seguro que te ibas a meter a ver películas de piluchas.
-Cómo se le ocurre, tío.
-¿Por qué bajaste la voz?
-Es que me da vergüenza eso que dijo.
-Ah, lo reconoces, gaznápiro de poca monta.
-Dígame qué son esos basureritos entonces.
-Son los comentarios a las leseras que dices.
-¿Qué son los comentarios?
-Las personas que leen tus burradas y después las comentan.
-¿Cuedo leer los comentarios?
-¿Para qué?
-Para saber lo que dicen de este pobre y triste ElMonito.
-No te los voy a mostrar. Sólo te digo que a la gran mayoría le simpatizas y yo, que soy el autor de esta miserable columna, quedo casi siempre como chaleco de mono.
-A lo mejor entonces los lestores se dieron cuenta que usté es muy retón.
-Eso.
-¿Cuántos comentarios hay en los basureritos?
-Un promedio de 9 a 10 por artículo.
-¿Eso es mucho o poco?
-Tratándose de las leseras que dices tú yo lo encuentro mucho.
-¿Pero cuántos comentarios son hartos comentarios de basureritos?
-4o comentarios, 50 comentarios. ¡Eso sí que es harto! Y te lo digo para que no te creas la muerte.
-¡Entonces tío yo quero tener cien comentarios! No. ¡Mejor quero tener mil 4o comentarios!
-Soñar no cuesta nada.
-Le acuesto a que tengo cien comentarios en el prósimo bloc.
-¡Esa me gustó! ¿Qué apuestas?
-Si yo gano entonces usté me compra un trencito y si yo pierdo entonces usté me compra 3 sobres del albun Ku Dai en vez que me compra cinco sobres.
-Mmm... me parece una apuesta propia de tu cerebro de aserrín. Veremos quién gana.
-¿Y qué plazo le vamos a dar a los señores y a las tías para comentar en los basureritos tío?
-Una semana, a lo más.
-Ya, entonces parta altiro tío. ¡Chuta, ojalá que los señores escriban en los basureritos aunque sea que leyeron el bloc y no les gustó! Pero ojalá que escriban que les gustó pero ojalá que digan que les caigo no tan mal o sea que les caigo bien.
Thursday, October 20, 2005
Ahora ElMonito no sabe por quién votar
-Tío, ahora no sé por quén votar porque me convencieron los tres tíos y tan bien la tía Michelle, que es bonita, no importa que esté un poquito gordita.
-¿Que no te había gustado más la Michelle?
-Claro, pero descués el tío Jir se burló del Presidente Bush y le dijo terrorista, entonces me gustó porque fue audaz.
-¿Qué significa audaz?
-Valiente.
-¿Y eso, dónde lo aprendiste?
-En Mitos y Leyendas. Cómpreme un mazo.
-¿El mazo Gangau?
-¡Usté no sabe nada! Se llama Mazo Hiuman Kaind.
-Puchas. Pronuncias bien el inglés cuando te conviene.
-Entonces ahora quero votar por el tío Piñera, porque dice que le va dar trabajo a toda la gente. Ojalá porque hay unos señores que yo los veo en la calle pidiendo comida los pobrecitos y una vez que yo iba al colegio le di los cien pesos de la colación a un mendigo, tío, porque me dio una cosa. Así que cuando volví del colegio le pedí de nuevo los cien pesos a usté, ¿se acuerda, querido tío señor Lamordes?
-Claro que me acuerdo, porque al final los cien pesos se los di yo al mendigo.
-No, po. Yo se los dí y usté me los devolvió.
-Así que ya tienes elegido tu voto. Te felicito.
-No, porque al final me convenció Juaquín Lavín porque dice que no quere que su hija ande con un condón en la mochila. ¿El condón son esos globitos que tiraban en el estadio cuando jugó Chile y que usté me mostró?
-Esos.
-¿Y por qué Juaquín Lavín no quere que los lleve su hija en la mochila? ¿Porque su hija creció y no quere que juegue con globos?
-Claro.
-Entonces no me gusta Juaquín Lavín, porque a mí me gusta jugar a los globos, pero tan bien me gusta Juaquín Lavín porque dijo que creía en Dios y yo creo en Dios y todas las noches al acostarme le rezo al Señor Cejú.
-Al Señor Jesús.
-Eso.
-Rézale altiro entonces porque ya son más de las doce de la noche y estás trasnochando.
-Ya, buenas noches, querido tío.
-Buenas noches mi querido ElMonito. Que sueñes con los angelitos.
-Gracia.
-¿Que no te había gustado más la Michelle?
-Claro, pero descués el tío Jir se burló del Presidente Bush y le dijo terrorista, entonces me gustó porque fue audaz.
-¿Qué significa audaz?
-Valiente.
-¿Y eso, dónde lo aprendiste?
-En Mitos y Leyendas. Cómpreme un mazo.
-¿El mazo Gangau?
-¡Usté no sabe nada! Se llama Mazo Hiuman Kaind.
-Puchas. Pronuncias bien el inglés cuando te conviene.
-Entonces ahora quero votar por el tío Piñera, porque dice que le va dar trabajo a toda la gente. Ojalá porque hay unos señores que yo los veo en la calle pidiendo comida los pobrecitos y una vez que yo iba al colegio le di los cien pesos de la colación a un mendigo, tío, porque me dio una cosa. Así que cuando volví del colegio le pedí de nuevo los cien pesos a usté, ¿se acuerda, querido tío señor Lamordes?
-Claro que me acuerdo, porque al final los cien pesos se los di yo al mendigo.
-No, po. Yo se los dí y usté me los devolvió.
-Así que ya tienes elegido tu voto. Te felicito.
-No, porque al final me convenció Juaquín Lavín porque dice que no quere que su hija ande con un condón en la mochila. ¿El condón son esos globitos que tiraban en el estadio cuando jugó Chile y que usté me mostró?
-Esos.
-¿Y por qué Juaquín Lavín no quere que los lleve su hija en la mochila? ¿Porque su hija creció y no quere que juegue con globos?
-Claro.
-Entonces no me gusta Juaquín Lavín, porque a mí me gusta jugar a los globos, pero tan bien me gusta Juaquín Lavín porque dijo que creía en Dios y yo creo en Dios y todas las noches al acostarme le rezo al Señor Cejú.
-Al Señor Jesús.
-Eso.
-Rézale altiro entonces porque ya son más de las doce de la noche y estás trasnochando.
-Ya, buenas noches, querido tío.
-Buenas noches mi querido ElMonito. Que sueñes con los angelitos.
-Gracia.
Thursday, October 13, 2005
ElMonito ya no va a Alemania
Lamordes, apurado como siempre, corre a su closet para sacar la libreta de apuntes y partir a reportear. Mete la llave pero el closet no abre. "Qué raro", se dice a sí mismo. Mira el manojo, se asegura de haber puesto la llave correcta y vuelve a intentarlo. Imposible. El closet no abre. Parece estar cerrado por dentro. ¿Será posible que...?
-Toc toc toc.
-...
-¡Toc toc toc!
-...
-¡TOC TOC TOC!
-No hay nadien.
-¡Abre, renacuajo, que estoy apurado!
-No quero.
-¡Abre, te digo!
-No quero abrir, querido tío, pero no es por culpa de usté en vez que es culpa de mí porque no quero salir del closet.
-¡Cómo no vas a querer salir del closet, si tú lo único que quieres es estar afuera haciendo tonterías!
-Es que ahora no quero porque no estoy contento en vez que estoy desanimado.
-¡ABRE, sabandija!
-Bueno. Espere un poquito, que ahora no encuentro el picapolte porque adentro está muy oscuro, no hay luz, querido tío señor Lamordes. ¿Cuándo va colocar una ampolleta adentro del closet para que cueda leer los mangos japoneses?
-¡Abre, que me van a echar!
-Ya. Ahora sí. Entre.
-No voy a entrar. Voy a sacar mi libreta.
-Aquí está. Tome.
-Estás demacrado.
-Es que me dio pena la enimilación de la Selesión de Chile. Yo quería ir al Mundial y quería conocer Alemania, porque dicen que para ir a Alemania hay que ir en avión y yo quero andar en avión.
-¿Para qué quieres subirte a un avión?
-Para comer comida de avión y para mirar a las personas, porque dicen que se ven como hormiguitas, así que yo quero ver si es verdá porque si es verdá entonces quere decir que a los señores les salen piernas por los lados y tan bien les cueden salir antenas.
-Ya. Me voy.
-¡Espere un poquito!
-¿Esperar qué?
-Que se me pase la pena de la Selesión.
-Ya. ¿Se te pasó ahora?
-A ver... ahora se me está pasando. Chuta. Justo quería ser futbolista cuando grande en vez que ahora no quero ser futbolista, ahora quero ser tenista o quero ser boseador para ganar un título mundial de peso mosquito.
-Peso mosca.
-Ni tía del colegio me dijo que si yo era boseador tenía que ser peso mosca porque yo soy muy flaquito. Yo quero ganar el campionato para que ni tía me admire. Chuta, ojalá que no me toque peliar con Don Francisco. Oiga tío, ¿por qué no colocan a Don Francisco en la Selesión? ¡Haría puros goles de cabeza igual que el Ban Ban! ¿O Don Francisco ya está viejito como usté y no cuede jugar en la Selesión? Pero él está menos viejito porque no tiene canas en vez que usté tiene canas, entonces está más viejito.
-Don Francisco no está ni ahí con la Selección.
-Ah. Entonces tráigame una virtud.
-¿Ya te volviste loco?
-¡Pero por qué!
-¿Qué es eso de la virtud?
-Son láminas especiales de Mitos y Leyendas, ¿que no sabe? Sirven para tener más poder.
-Yo sólo sé jugar cartas con números, reinas, reyes y comodines.
-Estas son diferentes. Si me trae dos virtudes a lo mejor le cuedo ganar al Toro y al Martínez, porque siempre me ganan porque tienen más láminas.
-Toc toc toc.
-...
-¡Toc toc toc!
-...
-¡TOC TOC TOC!
-No hay nadien.
-¡Abre, renacuajo, que estoy apurado!
-No quero.
-¡Abre, te digo!
-No quero abrir, querido tío, pero no es por culpa de usté en vez que es culpa de mí porque no quero salir del closet.
-¡Cómo no vas a querer salir del closet, si tú lo único que quieres es estar afuera haciendo tonterías!
-Es que ahora no quero porque no estoy contento en vez que estoy desanimado.
-¡ABRE, sabandija!
-Bueno. Espere un poquito, que ahora no encuentro el picapolte porque adentro está muy oscuro, no hay luz, querido tío señor Lamordes. ¿Cuándo va colocar una ampolleta adentro del closet para que cueda leer los mangos japoneses?
-¡Abre, que me van a echar!
-Ya. Ahora sí. Entre.
-No voy a entrar. Voy a sacar mi libreta.
-Aquí está. Tome.
-Estás demacrado.
-Es que me dio pena la enimilación de la Selesión de Chile. Yo quería ir al Mundial y quería conocer Alemania, porque dicen que para ir a Alemania hay que ir en avión y yo quero andar en avión.
-¿Para qué quieres subirte a un avión?
-Para comer comida de avión y para mirar a las personas, porque dicen que se ven como hormiguitas, así que yo quero ver si es verdá porque si es verdá entonces quere decir que a los señores les salen piernas por los lados y tan bien les cueden salir antenas.
-Ya. Me voy.
-¡Espere un poquito!
-¿Esperar qué?
-Que se me pase la pena de la Selesión.
-Ya. ¿Se te pasó ahora?
-A ver... ahora se me está pasando. Chuta. Justo quería ser futbolista cuando grande en vez que ahora no quero ser futbolista, ahora quero ser tenista o quero ser boseador para ganar un título mundial de peso mosquito.
-Peso mosca.
-Ni tía del colegio me dijo que si yo era boseador tenía que ser peso mosca porque yo soy muy flaquito. Yo quero ganar el campionato para que ni tía me admire. Chuta, ojalá que no me toque peliar con Don Francisco. Oiga tío, ¿por qué no colocan a Don Francisco en la Selesión? ¡Haría puros goles de cabeza igual que el Ban Ban! ¿O Don Francisco ya está viejito como usté y no cuede jugar en la Selesión? Pero él está menos viejito porque no tiene canas en vez que usté tiene canas, entonces está más viejito.
-Don Francisco no está ni ahí con la Selección.
-Ah. Entonces tráigame una virtud.
-¿Ya te volviste loco?
-¡Pero por qué!
-¿Qué es eso de la virtud?
-Son láminas especiales de Mitos y Leyendas, ¿que no sabe? Sirven para tener más poder.
-Yo sólo sé jugar cartas con números, reinas, reyes y comodines.
-Estas son diferentes. Si me trae dos virtudes a lo mejor le cuedo ganar al Toro y al Martínez, porque siempre me ganan porque tienen más láminas.
Friday, October 07, 2005
Dudas en la campaña contra el Sida
-Tío, ¿por qué Felipe Camiruaga aparece en el diraio con los dedos redonditos?
-Mmm... ya te pusiste a ver lo que no es para ti.
-¿Para quén es eso de Felipe Camiruaga, querido tío señor Lamordes?
-Para los grandes.
-Pucha, ¿no ve? Ya me está discriminando.
-Qué raro, tú pronuncias mal todas las palabras y ésa la dices tan bien.
-Es que me la enseñaron en el colegio. Me la enseñó ni tía.
-¿Y por qué te la enseñó?
-Porque me dijo que los niños tienen los mismos derechos que los grandes y me dijo que los niños tienen más derechos que los grandes y tan bien me dijo que los niños no cueden ser discriminados y tan bien me dijo que los niños tienen que saber las cosas, porque para eso están en este mundo, para que sepa.
-¿Y por qué se le ocurrió llenarte la cabeza con esas ideas?
-Porque le conté una cosa.
-Qué cosa.
-No le cuedo decir.
-¡Dime, renacuajo!
-Le conté que usté en veces no me deja ver las noticias y dice que son para los grandes.
-Voy a tener que ir a hablar con tu tía. ¡Y le voy a contar que cuando le viste los calzones te dio la "elestricidá"!
-¡Noooo!, no le vaya a decir eso, que me cuede espulsar del colegio. No le diga nada tío, por favor.
-Ah, así me gusta. ¡Te tengo en mis manos!
-Jodí.
-Bien, ahora que te puse en tu lugar y para que no me andes acusando de nuevo, te voy a decir: eso que viste es una publicidad de la campaña contra el Sida.
-¿Qué es el Sida, tío?
-¿Nunca has escuchado esa palabra?
-Siempre la escucho, tío, pero hasta el momento nunca he podido conseguir que me la espliquen.
-¿Y tu famosa tía no te ha dicho nada?
-Es que no le he preguntado. Pero el otro día en el recreo el Toro y el Martínez estaban conversando del Sida con el Marambio y con Jorobabel Diéguez.
-¿Y qué decían?
-Decían que el Sida era una enfermedá que daba cuando los señores echaban cacha entre ellos. Entonces yo les pregunté qué quería decir eso y se largaron a reír y el Marambio dijo que el Sida se contagiaba por el pico y se largó a reír y entonces yo le pregunté si las gallinas tenían Sida cuando comían trigo en el suelo y dije que una vez vi cuando una señora viejita entró al gallinero y tomó una gallina y le estiró el cogote y la gallina se murió y le quedó el piquito abierto y le salió como sangre de la boca. ¿Se murió de Sida la gallina por el pico, tío?
-Andas cerca con eso de matar la gallina, pero... no, mejor no te cuento.
-¡Por qué! ¡Yo quero saber!
-No es el momento.
-¡Pero si la tía Selene dice que usté tiene que contarme las cosas!
-¿Así se llama tu tía del colegio?
-No, ésta es otra. Es una que le escribe a su bloc y que el otro día lo retó bien retado.
-Ay, gaznápiro de poca monta. Yo te hago publicidad y al final termino pagando el pato.
-Tío, no importa, otro día me cuenta. ¿Va pasar cerca de Salo?
-Hoy no.
-¿Cuándo va pasar cerca de Salo?
-¡Qué me vas a pedir ahora!
-Que me traiga un sobre de los Mitos y Leyendas porque todos juegan Mitos y Leyendas en el culso y yo soy el único que no cuedo jugar en el culso porque no tengo láminas. Tengo puras láminas de la Broma Loca, pero esas láminas ya están pasando de moda, tío.
-"Paciencia oliental", como diría el Doctor Cao de Nanjing.
-Chuta, el dostor Cao de Nanllín, ojalá que no aparezca de nuevo porque me da susto que me cueda sacar el corazón.
-Pórtate bien entonces, títere de baja ralea.
-Bueno, tío, me voy a quedar quieto. Así. ¿Ve?
-Así, muy bien.
-Mmm... ya te pusiste a ver lo que no es para ti.
-¿Para quén es eso de Felipe Camiruaga, querido tío señor Lamordes?
-Para los grandes.
-Pucha, ¿no ve? Ya me está discriminando.
-Qué raro, tú pronuncias mal todas las palabras y ésa la dices tan bien.
-Es que me la enseñaron en el colegio. Me la enseñó ni tía.
-¿Y por qué te la enseñó?
-Porque me dijo que los niños tienen los mismos derechos que los grandes y me dijo que los niños tienen más derechos que los grandes y tan bien me dijo que los niños no cueden ser discriminados y tan bien me dijo que los niños tienen que saber las cosas, porque para eso están en este mundo, para que sepa.
-¿Y por qué se le ocurrió llenarte la cabeza con esas ideas?
-Porque le conté una cosa.
-Qué cosa.
-No le cuedo decir.
-¡Dime, renacuajo!
-Le conté que usté en veces no me deja ver las noticias y dice que son para los grandes.
-Voy a tener que ir a hablar con tu tía. ¡Y le voy a contar que cuando le viste los calzones te dio la "elestricidá"!
-¡Noooo!, no le vaya a decir eso, que me cuede espulsar del colegio. No le diga nada tío, por favor.
-Ah, así me gusta. ¡Te tengo en mis manos!
-Jodí.
-Bien, ahora que te puse en tu lugar y para que no me andes acusando de nuevo, te voy a decir: eso que viste es una publicidad de la campaña contra el Sida.
-¿Qué es el Sida, tío?
-¿Nunca has escuchado esa palabra?
-Siempre la escucho, tío, pero hasta el momento nunca he podido conseguir que me la espliquen.
-¿Y tu famosa tía no te ha dicho nada?
-Es que no le he preguntado. Pero el otro día en el recreo el Toro y el Martínez estaban conversando del Sida con el Marambio y con Jorobabel Diéguez.
-¿Y qué decían?
-Decían que el Sida era una enfermedá que daba cuando los señores echaban cacha entre ellos. Entonces yo les pregunté qué quería decir eso y se largaron a reír y el Marambio dijo que el Sida se contagiaba por el pico y se largó a reír y entonces yo le pregunté si las gallinas tenían Sida cuando comían trigo en el suelo y dije que una vez vi cuando una señora viejita entró al gallinero y tomó una gallina y le estiró el cogote y la gallina se murió y le quedó el piquito abierto y le salió como sangre de la boca. ¿Se murió de Sida la gallina por el pico, tío?
-Andas cerca con eso de matar la gallina, pero... no, mejor no te cuento.
-¡Por qué! ¡Yo quero saber!
-No es el momento.
-¡Pero si la tía Selene dice que usté tiene que contarme las cosas!
-¿Así se llama tu tía del colegio?
-No, ésta es otra. Es una que le escribe a su bloc y que el otro día lo retó bien retado.
-Ay, gaznápiro de poca monta. Yo te hago publicidad y al final termino pagando el pato.
-Tío, no importa, otro día me cuenta. ¿Va pasar cerca de Salo?
-Hoy no.
-¿Cuándo va pasar cerca de Salo?
-¡Qué me vas a pedir ahora!
-Que me traiga un sobre de los Mitos y Leyendas porque todos juegan Mitos y Leyendas en el culso y yo soy el único que no cuedo jugar en el culso porque no tengo láminas. Tengo puras láminas de la Broma Loca, pero esas láminas ya están pasando de moda, tío.
-"Paciencia oliental", como diría el Doctor Cao de Nanjing.
-Chuta, el dostor Cao de Nanllín, ojalá que no aparezca de nuevo porque me da susto que me cueda sacar el corazón.
-Pórtate bien entonces, títere de baja ralea.
-Bueno, tío, me voy a quedar quieto. Así. ¿Ve?
-Así, muy bien.
Tuesday, October 04, 2005
¡Asaltan a ElMonito!
-Oye, renacuajo de poca monta, ¿qué te pasa que vienes con esa cara?
-Nada.
-Cómo nada.
-Nada.
-¿Cómo que nada? A ti te pasa algo.
-Le digo que nada, tío.
-¿Tío o "querido tío señor Lamordes"?
-Querido tío señor Lamordes...
-¡Oye, gaznápiro, a ti te pasa algo!
-¡No me pasa nada!
-No me grites. A ver, cuéntame qué te pasa.
-Es que... me asaltaron tío.
-¿Te asaltaron? ¿De verdad?
-Si, me asaltaron.... ¡guaaaaaaa...!
-Ya, no llores y cuéntame.
-Que.. me asaltaron... ¡guaaaaaaa..!
-Ya, cállate por favor, que me estás desesperando. Dime qué te pasó.
-Me asaltaron. Me quitaron las bolitas.
-Tonto, ya empezaste con tus idioteces.
-¿No ve que mejor no le cuento nada mejor, porque si le cuento usté se va reír, eso pensé altiro cuando venía del colegio y justo era verdá, no era mentira, porque le conté y usté se rió de este pobre y triste ElMonito. Yo sabía...
-Yo te compro otras bolitas y fin del cuento.
-¡Es que eran unos tiritos! Eran bolitas especiales que me las había ganado en el primer recreo, entonces el Toro y el Martínez se picaron y en el segundo recreo me asaltaron y me quitaron las bolitas.
-¿Cómo te asaltaron?
-Hicieron que estaban jugando de nuevo conmigo y cuando las bolitas estaban cerca del hoyito hicieron un matagato y se fueron corriendo a la sala de ellos y yo no los cude perseguir porque justo tocaron la campana y la tía me llamó y yo tuve que entrar a la sala con el saquito vacío... ¡guaaaaaaaa!
-Ya, cállate y tómate la papa.
-Shhh, no diga eso, que me da vergüenza. Diga que me va dar la once.
-A ti te robaron las bolitas. ¿Has visto la de cosas más graves que están pasando en este país?
-Sí, tío, a un niñito chico lo mataron unos nalcotraficantes, le dispararon en la cadeza y al niñito lo enterraron; y a una señora rica le robaron un montón de joyas. Parece que tenía mas joyas que la Isla del Tesoro y parece que tenía más joyas que la Reina Isabel, tío, porque vi una foto que salía con el puerco tapado de joyas. Pobrecita ahora va tener que comprarse un vestido para taparse el puerco.
-Me dejaste pensando. ¿Conoces a la Reina Isabel?
-Sí, la otra vez la vi en la tele. Es una señora viejita que es la mamá del príncipe Alturo, ese que se casó con una señora feíta que tiene los dientes bien largos, mientras tanto que la de antes era más bonita pero chocó y la enterraron.
-Te estás refiriendo al príncipe Carlos, no al príncipe Arturo.
-Ese, el Rey de España.
-No, ese es Juan Carlos.
-Entonces el Rey Alturo.
-No, ese fue antes. Hace como 800 años.
-A mí me gusta más Alturito, pero el de verdá, no el de la Isla del Tesoro, porque el de la Isla del Tesoro no tiene ojos, mientras tanto que el Alturito de verdá tan poco tiene ojos pero es guatoncito y habla como robot y el Alturito de la Isla del Tesoro tiene ruedas de goma y una antena, pero ahora dicen que Alturito es malo, no es bueno. ¿Verdá tío que Alturito es una gran farsa? Chuta, ojalá que no porque entonces quere decir que a lo mejor no hay niún tesoro y todos los de la isla van a ser pobres.
-Nada.
-Cómo nada.
-Nada.
-¿Cómo que nada? A ti te pasa algo.
-Le digo que nada, tío.
-¿Tío o "querido tío señor Lamordes"?
-Querido tío señor Lamordes...
-¡Oye, gaznápiro, a ti te pasa algo!
-¡No me pasa nada!
-No me grites. A ver, cuéntame qué te pasa.
-Es que... me asaltaron tío.
-¿Te asaltaron? ¿De verdad?
-Si, me asaltaron.... ¡guaaaaaaa...!
-Ya, no llores y cuéntame.
-Que.. me asaltaron... ¡guaaaaaaa..!
-Ya, cállate por favor, que me estás desesperando. Dime qué te pasó.
-Me asaltaron. Me quitaron las bolitas.
-Tonto, ya empezaste con tus idioteces.
-¿No ve que mejor no le cuento nada mejor, porque si le cuento usté se va reír, eso pensé altiro cuando venía del colegio y justo era verdá, no era mentira, porque le conté y usté se rió de este pobre y triste ElMonito. Yo sabía...
-Yo te compro otras bolitas y fin del cuento.
-¡Es que eran unos tiritos! Eran bolitas especiales que me las había ganado en el primer recreo, entonces el Toro y el Martínez se picaron y en el segundo recreo me asaltaron y me quitaron las bolitas.
-¿Cómo te asaltaron?
-Hicieron que estaban jugando de nuevo conmigo y cuando las bolitas estaban cerca del hoyito hicieron un matagato y se fueron corriendo a la sala de ellos y yo no los cude perseguir porque justo tocaron la campana y la tía me llamó y yo tuve que entrar a la sala con el saquito vacío... ¡guaaaaaaaa!
-Ya, cállate y tómate la papa.
-Shhh, no diga eso, que me da vergüenza. Diga que me va dar la once.
-A ti te robaron las bolitas. ¿Has visto la de cosas más graves que están pasando en este país?
-Sí, tío, a un niñito chico lo mataron unos nalcotraficantes, le dispararon en la cadeza y al niñito lo enterraron; y a una señora rica le robaron un montón de joyas. Parece que tenía mas joyas que la Isla del Tesoro y parece que tenía más joyas que la Reina Isabel, tío, porque vi una foto que salía con el puerco tapado de joyas. Pobrecita ahora va tener que comprarse un vestido para taparse el puerco.
-Me dejaste pensando. ¿Conoces a la Reina Isabel?
-Sí, la otra vez la vi en la tele. Es una señora viejita que es la mamá del príncipe Alturo, ese que se casó con una señora feíta que tiene los dientes bien largos, mientras tanto que la de antes era más bonita pero chocó y la enterraron.
-Te estás refiriendo al príncipe Carlos, no al príncipe Arturo.
-Ese, el Rey de España.
-No, ese es Juan Carlos.
-Entonces el Rey Alturo.
-No, ese fue antes. Hace como 800 años.
-A mí me gusta más Alturito, pero el de verdá, no el de la Isla del Tesoro, porque el de la Isla del Tesoro no tiene ojos, mientras tanto que el Alturito de verdá tan poco tiene ojos pero es guatoncito y habla como robot y el Alturito de la Isla del Tesoro tiene ruedas de goma y una antena, pero ahora dicen que Alturito es malo, no es bueno. ¿Verdá tío que Alturito es una gran farsa? Chuta, ojalá que no porque entonces quere decir que a lo mejor no hay niún tesoro y todos los de la isla van a ser pobres.
Thursday, September 29, 2005
Problemas para el calamar gigante
-Tío, descubrieron un calamar gigante en los mares más profundos del planeta tierra, dice que fueron unos chinitos del Japón con unas máquinas especiales para descubrir calamares.
-Así leí en los diarios. ¿Te impresiona eso?
-Claro tío, porque son calamares gigantes en vez que la otra vez que usté me llevó al supermercado central y me obligó a comer calamar era un calamarito y estaba duro así que lo masqué pero tuve que botarlo porque estaba muy duro y si seguía comiendo me lo podía tragar entonces a lo mejor me lo tragaba entero y quedaba sin respiración, así que mejor lo boté al suelo y con la zapatilla lo corrí un poquito para debajo de la mesa para que usté no viera.
-¡Ya, cállate por favor, que me desconcentras!
-Pero si está viendo a la Pan Pita con Cecilia Bolocco.
-Por eso mismo te digo. ¡Qué ridículo que está haciendo la Miss. Traer a una pinturita para que diga "hola y chao".
-El calamar parece que le cuede ganar al chacalote, tío, porque tiene dos pentáculos que lo enredan en la guata del chacalote y lo cueden dejar sin respiración. Entonces abre la boca el calamar y se lo cuede tragar.
-No creo.
-Quedaría el calamar igual que la culebra que se tragó un elefante en el Principecito y quedaba como un gorro la culebra, pero si el calamar se traga al chacalote entonces quedaría como un pernil con deditos.
-¿Por qué?
-Porque los deditos son los pentáculos del calamar, ¿no ve?
-De veras.
-A mí antes no me daban miedo los calamares y ahora me dan miedo los calamares, tío. Quero tener un acuario pero sin calamares, osino con un calamar chiquitito pero si le doy moscas el calamar cuede crecer y cuede convertirse en un calamar atónico, querido tío.
-No sé.
-Chuta, si se pone atónico a lo mejor cuede salirse del acuario y tirar los pentáculos y cazar a la Diana y a la Droya.
-¿Te refieres a mis gatas?
-A las gatas que hay en la casa de usté. A las gatas de la Lunita y de la Valentina. ¿Cuándo me va llevar a su casa?
-¿Para que empieces a tirarles moscas a los peces?
-¡Pero si no tiene pescados porque no tiene acuario!
-Pero si tuviera, de seguro les echarías moscas, títere ordinario.
-Tío...
-¿Qué?
-¿Y si el chacalote abre la boca y se come entero al calamar?
-Se lo come no más.
-Pero adentro de la guata del chacalote el calamar abre los pentáculos y le cuede estrangular los intestinos al chacalote y entonces el chacalote fregó no más.
-Sí, puede ser.
-Tío.
-¡Qué!
-¿Y entonces cómo va salir el pobre calamar si el chacalote está matado con la boca cerrada?
-No salió no más. Se quedó adentro.
-¡Ah, ya sé! ¡Sale por el hoyito que el chacalote tiene en la espalda! Chuta, menos mal que se me le ocurrió.
-Así leí en los diarios. ¿Te impresiona eso?
-Claro tío, porque son calamares gigantes en vez que la otra vez que usté me llevó al supermercado central y me obligó a comer calamar era un calamarito y estaba duro así que lo masqué pero tuve que botarlo porque estaba muy duro y si seguía comiendo me lo podía tragar entonces a lo mejor me lo tragaba entero y quedaba sin respiración, así que mejor lo boté al suelo y con la zapatilla lo corrí un poquito para debajo de la mesa para que usté no viera.
-¡Ya, cállate por favor, que me desconcentras!
-Pero si está viendo a la Pan Pita con Cecilia Bolocco.
-Por eso mismo te digo. ¡Qué ridículo que está haciendo la Miss. Traer a una pinturita para que diga "hola y chao".
-El calamar parece que le cuede ganar al chacalote, tío, porque tiene dos pentáculos que lo enredan en la guata del chacalote y lo cueden dejar sin respiración. Entonces abre la boca el calamar y se lo cuede tragar.
-No creo.
-Quedaría el calamar igual que la culebra que se tragó un elefante en el Principecito y quedaba como un gorro la culebra, pero si el calamar se traga al chacalote entonces quedaría como un pernil con deditos.
-¿Por qué?
-Porque los deditos son los pentáculos del calamar, ¿no ve?
-De veras.
-A mí antes no me daban miedo los calamares y ahora me dan miedo los calamares, tío. Quero tener un acuario pero sin calamares, osino con un calamar chiquitito pero si le doy moscas el calamar cuede crecer y cuede convertirse en un calamar atónico, querido tío.
-No sé.
-Chuta, si se pone atónico a lo mejor cuede salirse del acuario y tirar los pentáculos y cazar a la Diana y a la Droya.
-¿Te refieres a mis gatas?
-A las gatas que hay en la casa de usté. A las gatas de la Lunita y de la Valentina. ¿Cuándo me va llevar a su casa?
-¿Para que empieces a tirarles moscas a los peces?
-¡Pero si no tiene pescados porque no tiene acuario!
-Pero si tuviera, de seguro les echarías moscas, títere ordinario.
-Tío...
-¿Qué?
-¿Y si el chacalote abre la boca y se come entero al calamar?
-Se lo come no más.
-Pero adentro de la guata del chacalote el calamar abre los pentáculos y le cuede estrangular los intestinos al chacalote y entonces el chacalote fregó no más.
-Sí, puede ser.
-Tío.
-¡Qué!
-¿Y entonces cómo va salir el pobre calamar si el chacalote está matado con la boca cerrada?
-No salió no más. Se quedó adentro.
-¡Ah, ya sé! ¡Sale por el hoyito que el chacalote tiene en la espalda! Chuta, menos mal que se me le ocurrió.
Monday, September 26, 2005
El tesoro de los piratas buenos
-¿Qué haces con esa espada, ese parche en el ojo y ese globo, peor es nada?
-Me estoy estrenando, querido tío Señor Lamordes.
-¿Entrenando para pirata?
-Estrenando para pirata. Yo quero ser pirata porque quero ser rico, pero quero ser pirata bueno, no quero ser pirata malo porque los piratas malos tienen barcos con una bandera de carabela en vez que los piratas buenos tienen barcos con cañones de verdá y tan bien los piratas buenos nunca pierden porque siempre ganan además que los piratas buenos encuentran tesoros y descués esconden los tesoros y hacen un mapa con una crucecita.
-No entiendo a qué apuntas.
-Al globo que está colgando en la lámpara, tío.
-No, animal. Digo que no entiendo a qué vas. No entiendo qué quieres decir.
-Quero decir que me estoy estrenando para ser pirata y tan bien me estoy estrenando para encontrar el tesoro de la isla Róbinson Crusóe.
-Ah, noto que estás viendo las noticias de la televisión.
-Sí, tío. El mundo está lleno de seres buenos y yo quero formar parte de ellos.
-¿Y eso, qué tiene que ver?
-Que yo no quero ser malo. Yo quero ser bueno. Yo quero contribuíl a nuestra sociedás.
-Te estás volviendo loco.
-¡Pero si eso fue lo que dijo Rejy Lewis en la película que vimos el otro día!
-Jerry Lewis y no "Rejy Lewis". Y se pronuncia Lúis, no Lewis.
-Rejy Lúis.
-Me voy. Me aburriste de nuevo.
-¡Espere tío, que quero preguntarle algo!
-Qué.
-¿Cómo cuánta plata va sacar Alturito de la isla?
-¿El robot ese? Mmm, ver para creer. Hasta el momento no ha sacado nada.
-¿Pero si saca?
-He oído por ahí que serían unos 10 mil millones de dólares.
-¿Pero que no eran barriles de monedas de oro?
-Sí, pero estamos hablando de conversión a dólares.
-Yo prefiero que sean barriles de monedas de oro, para bañarme como Rico Mc Pato. Quero bañarme en una piscina de oro, tío, igual que en Wisneybon.
-Disneyworld.
-Eso. ¿Y le van a dar unas monedas de oro a los pobres tío?
-No creo.
-A mí me gustaría que les dieran unas monedas de oro a los viejitos que duermen en la calle y a los perritos que cruzan los semáforos y justo a veces pasan los autos y los atropellan a los perritos y yo una vez vi un perrito que quedó igual que una bajada de cama, con el hociquito abierto tío, y me dio pena y casi me pongo a llorar.
-¿Y por qué no te pusiste a llorar?
-Porque me asusté.
-Me estoy estrenando, querido tío Señor Lamordes.
-¿Entrenando para pirata?
-Estrenando para pirata. Yo quero ser pirata porque quero ser rico, pero quero ser pirata bueno, no quero ser pirata malo porque los piratas malos tienen barcos con una bandera de carabela en vez que los piratas buenos tienen barcos con cañones de verdá y tan bien los piratas buenos nunca pierden porque siempre ganan además que los piratas buenos encuentran tesoros y descués esconden los tesoros y hacen un mapa con una crucecita.
-No entiendo a qué apuntas.
-Al globo que está colgando en la lámpara, tío.
-No, animal. Digo que no entiendo a qué vas. No entiendo qué quieres decir.
-Quero decir que me estoy estrenando para ser pirata y tan bien me estoy estrenando para encontrar el tesoro de la isla Róbinson Crusóe.
-Ah, noto que estás viendo las noticias de la televisión.
-Sí, tío. El mundo está lleno de seres buenos y yo quero formar parte de ellos.
-¿Y eso, qué tiene que ver?
-Que yo no quero ser malo. Yo quero ser bueno. Yo quero contribuíl a nuestra sociedás.
-Te estás volviendo loco.
-¡Pero si eso fue lo que dijo Rejy Lewis en la película que vimos el otro día!
-Jerry Lewis y no "Rejy Lewis". Y se pronuncia Lúis, no Lewis.
-Rejy Lúis.
-Me voy. Me aburriste de nuevo.
-¡Espere tío, que quero preguntarle algo!
-Qué.
-¿Cómo cuánta plata va sacar Alturito de la isla?
-¿El robot ese? Mmm, ver para creer. Hasta el momento no ha sacado nada.
-¿Pero si saca?
-He oído por ahí que serían unos 10 mil millones de dólares.
-¿Pero que no eran barriles de monedas de oro?
-Sí, pero estamos hablando de conversión a dólares.
-Yo prefiero que sean barriles de monedas de oro, para bañarme como Rico Mc Pato. Quero bañarme en una piscina de oro, tío, igual que en Wisneybon.
-Disneyworld.
-Eso. ¿Y le van a dar unas monedas de oro a los pobres tío?
-No creo.
-A mí me gustaría que les dieran unas monedas de oro a los viejitos que duermen en la calle y a los perritos que cruzan los semáforos y justo a veces pasan los autos y los atropellan a los perritos y yo una vez vi un perrito que quedó igual que una bajada de cama, con el hociquito abierto tío, y me dio pena y casi me pongo a llorar.
-¿Y por qué no te pusiste a llorar?
-Porque me asusté.
Thursday, September 22, 2005
¿Verdá que Pan Pita va tener una guagüita?
-Tío, ¿verdá que Pan Pita va tener una guagüita de Benjamín Vicuña?
-Pampita, no Pan Pita.
-¿Y cómo en el supermercado le dicen Pan Pita?
-El pan pita es otra cosa. Es un pan blanco, aplanado, bien sabroso.
-Me gustan los dos pan pita, el pan pita del supermercado y la Pan Pita del tío Vicuña. Pero más me gusta la Pan Pita del tío Vicuña porque ... gordito.
-¿Qué dijiste? ¡Habla más alto, renacuajo!
-Que tiene el ... redondito.
-Con voz de hombre.
-Que la Pan Pita tiene el POTO redondito. ¿No ve? Ahora me va retar, chuta, ojalá que no, pero yo creo que sí.
-Claro que te voy a retar, por andar fijándote en cosas de grandes.
-¡Pero si ya tengo siete años y el año que viene voy a tener ocho años y descués voy a tener nueve años y descués voy a tener diez años y descués voy a tener 14 años y descués voy a tener doce años para que sepa!
-Aprende a contar primero, cerebro de aserrín.
-Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, catorce, doce, quince, dieciocho, diecinueve y veinte. Me cansé.
-Dejemos hasta aquí la conversación, mejor, porque yo también me cansé. ¡Pero me cansé de ti!
-No tío, no se canse tuavía porque primero me tiene que decir si es verdá que Pan Pita va tener una guagüita del tío Vicuña.
-¡No sé!
-¿Por qué los señores tienen guagüitas así no más en vez que los señores de antes se casaban primero y descués tenían las guagüitas? ¿Ahora los curitas dan permiso para que las novias tengan guagüitas o las novias tienen guagüitas para callado?
-¡Qué sé yo!
-¿Es malo tener guagüita sin ir a la iglesia, tío?
-¿Y qué tiene que ver la iglesia con las guagüitas?
-¡Es que cuando se casan yo me he fijado que el curita al final le dice una cosa al oído a la novia! Yo creo que le dice "ahora puede tener guagüita", entonces la novia tiene guagüita.
-Así será.
-¿Y el novio tiene que sentarse como cuánto tiempo al lado de la novia para que tengan la guagüita?
-Oye, pensé que algo sabías del tema, pero veo que también en eso eres pasmado.
-¡Y cómo quere que sepa si nadien me esplica! El otro día le pregunté al Gómez cómo nacían las guagüitas y me dijo que había que echar cacha, pero yo no entendí y cuando le pregunté el Gómez se rió de mí y me dio pena y entonces hice como que me iba a jugar a las bolitas con el Toro pero me acordé que se estaban burlando de este pobre y triste ElMonito y me salieron unas lágrimas de la carganta pero justo me hice para abajo a recoger las bolitas para que no se notara, así que yo creo que no se notó, menos mal.
-Ya, ElMonito, no es para tanto. Mira, un día te voy a contar esa historia que quieres saber.
-Altiro.
-No. Cuando tengas 12 años.
-Es que ya me la voy a saber y yo quero que me la cuente usté.
-Bueno, será antes pero ahora no, porque tengo que ir a reportear.
-Bueno tío, que le vaiga bien. Lo voy a estar esperando.
-Toma un trencito.
-¡Gracia!
-Pampita, no Pan Pita.
-¿Y cómo en el supermercado le dicen Pan Pita?
-El pan pita es otra cosa. Es un pan blanco, aplanado, bien sabroso.
-Me gustan los dos pan pita, el pan pita del supermercado y la Pan Pita del tío Vicuña. Pero más me gusta la Pan Pita del tío Vicuña porque ... gordito.
-¿Qué dijiste? ¡Habla más alto, renacuajo!
-Que tiene el ... redondito.
-Con voz de hombre.
-Que la Pan Pita tiene el POTO redondito. ¿No ve? Ahora me va retar, chuta, ojalá que no, pero yo creo que sí.
-Claro que te voy a retar, por andar fijándote en cosas de grandes.
-¡Pero si ya tengo siete años y el año que viene voy a tener ocho años y descués voy a tener nueve años y descués voy a tener diez años y descués voy a tener 14 años y descués voy a tener doce años para que sepa!
-Aprende a contar primero, cerebro de aserrín.
-Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, catorce, doce, quince, dieciocho, diecinueve y veinte. Me cansé.
-Dejemos hasta aquí la conversación, mejor, porque yo también me cansé. ¡Pero me cansé de ti!
-No tío, no se canse tuavía porque primero me tiene que decir si es verdá que Pan Pita va tener una guagüita del tío Vicuña.
-¡No sé!
-¿Por qué los señores tienen guagüitas así no más en vez que los señores de antes se casaban primero y descués tenían las guagüitas? ¿Ahora los curitas dan permiso para que las novias tengan guagüitas o las novias tienen guagüitas para callado?
-¡Qué sé yo!
-¿Es malo tener guagüita sin ir a la iglesia, tío?
-¿Y qué tiene que ver la iglesia con las guagüitas?
-¡Es que cuando se casan yo me he fijado que el curita al final le dice una cosa al oído a la novia! Yo creo que le dice "ahora puede tener guagüita", entonces la novia tiene guagüita.
-Así será.
-¿Y el novio tiene que sentarse como cuánto tiempo al lado de la novia para que tengan la guagüita?
-Oye, pensé que algo sabías del tema, pero veo que también en eso eres pasmado.
-¡Y cómo quere que sepa si nadien me esplica! El otro día le pregunté al Gómez cómo nacían las guagüitas y me dijo que había que echar cacha, pero yo no entendí y cuando le pregunté el Gómez se rió de mí y me dio pena y entonces hice como que me iba a jugar a las bolitas con el Toro pero me acordé que se estaban burlando de este pobre y triste ElMonito y me salieron unas lágrimas de la carganta pero justo me hice para abajo a recoger las bolitas para que no se notara, así que yo creo que no se notó, menos mal.
-Ya, ElMonito, no es para tanto. Mira, un día te voy a contar esa historia que quieres saber.
-Altiro.
-No. Cuando tengas 12 años.
-Es que ya me la voy a saber y yo quero que me la cuente usté.
-Bueno, será antes pero ahora no, porque tengo que ir a reportear.
-Bueno tío, que le vaiga bien. Lo voy a estar esperando.
-Toma un trencito.
-¡Gracia!
Thursday, September 15, 2005
¡A las buenas fondas!
-El 18 me gusta más que el 11, querido tío, porque lo que más me gusta es ir a la fonda del Parque Ojiguin porque en la fonda del Parque Ojiguin hay juegos de pescaditos y de tiro al blanco y de caballitos que corren una carrera de caballos, pero lo que casi más me gusta es achuntarle a la botella con un aro porque en la botella hay una plata amarrada en la botella.
-Ah, desembocamos el fin en el cochino billete, títere de poca monta.
-Es que es rico achuntarle, pero yo nunca le he achuntado porque el aro es delgadito y no cabe en la botella, ¡además que siempre me sale más lejos el tiro!
-Te falta puntería, concentración y fe.
-Me voy a estrenar con un aro de mentira.
-¿Y se yo te doy el billete que tanto ansías?
-Chuta ojalá, pero no es lo mismo. Es más emocionante achuntarle con el aro.
-¿Estás insinuando que los medios son más importantes que el fin?
-Así es, querido tío señor Lamordes. ¿Qué dijo?
-Que por qué no te gusta el 11.
-Porque tiran bombas y tiran cadenas a los cables y se corta la luz, pero es emocionante porque usté prende unas velitas y yo me imagino un cumpleaños.
-Oye, para ti todo es emocionante.
-Pero si es verdá, no es mentira.
-Quisiera yo vivir las emociones que vives tú.
-¿Usté no se emociona, tío? Yo casi nunca lo he visto emocionado, en vez que en veces se pone retón pero casi nunca lo he visto emocionado... ¡nunca lo he visto emocionado! ¿Cómo se pone uno cuando está emocionado?
-Tú debes saberlo mejor que yo.
-No sé. Esplíqueme.
-Yo no sé. Dime tú. ¿Qué te pasa cuando te emocionas?
-En veces me tirita le pera y en veces me da como una cosa al corazón, como que el corazón se moviera más rápido y una vez se me quería salir por la carganta, tío. Una vez que la tía me llamó adelante de la sala y me entregó una nota seis coma cinco y dijo "apréndanle a ElMonito". Así dijo.
-Ah, qué bien. ¿Qué prueba era?
-Era un distado, pero copié.
-¡Cómo, infame! ¡Te atreves a decirlo!
-Es que no me sabía la palabra Calígula y yo había escrito Calúgula y descués vi que el Pinto había escribido Calígula y puse Calígula y el Pinto se sacó un cuatro coma tres pero yo me quedé callado y no le dije nada porque el Pinto escribió vaca con be larga y yo escribí vaca con ve corta, ¿no ve?
-Ya me perdí.
-Quero ir a la fonda con usté. Quero que me dé un poquito de chicha porque pica la carganta y quero comer empanadas en holno de barro y tan bien quero comer anticuchos.
-Prepárate entonces, que el martes 20 te voy a llevar.
-¡Chuta, gracia tío, qués bueno usté!
-¿Bailarás tus buenas cuecas?
-No, porque yo sé puro bailar regatón.
-Ah, desembocamos el fin en el cochino billete, títere de poca monta.
-Es que es rico achuntarle, pero yo nunca le he achuntado porque el aro es delgadito y no cabe en la botella, ¡además que siempre me sale más lejos el tiro!
-Te falta puntería, concentración y fe.
-Me voy a estrenar con un aro de mentira.
-¿Y se yo te doy el billete que tanto ansías?
-Chuta ojalá, pero no es lo mismo. Es más emocionante achuntarle con el aro.
-¿Estás insinuando que los medios son más importantes que el fin?
-Así es, querido tío señor Lamordes. ¿Qué dijo?
-Que por qué no te gusta el 11.
-Porque tiran bombas y tiran cadenas a los cables y se corta la luz, pero es emocionante porque usté prende unas velitas y yo me imagino un cumpleaños.
-Oye, para ti todo es emocionante.
-Pero si es verdá, no es mentira.
-Quisiera yo vivir las emociones que vives tú.
-¿Usté no se emociona, tío? Yo casi nunca lo he visto emocionado, en vez que en veces se pone retón pero casi nunca lo he visto emocionado... ¡nunca lo he visto emocionado! ¿Cómo se pone uno cuando está emocionado?
-Tú debes saberlo mejor que yo.
-No sé. Esplíqueme.
-Yo no sé. Dime tú. ¿Qué te pasa cuando te emocionas?
-En veces me tirita le pera y en veces me da como una cosa al corazón, como que el corazón se moviera más rápido y una vez se me quería salir por la carganta, tío. Una vez que la tía me llamó adelante de la sala y me entregó una nota seis coma cinco y dijo "apréndanle a ElMonito". Así dijo.
-Ah, qué bien. ¿Qué prueba era?
-Era un distado, pero copié.
-¡Cómo, infame! ¡Te atreves a decirlo!
-Es que no me sabía la palabra Calígula y yo había escrito Calúgula y descués vi que el Pinto había escribido Calígula y puse Calígula y el Pinto se sacó un cuatro coma tres pero yo me quedé callado y no le dije nada porque el Pinto escribió vaca con be larga y yo escribí vaca con ve corta, ¿no ve?
-Ya me perdí.
-Quero ir a la fonda con usté. Quero que me dé un poquito de chicha porque pica la carganta y quero comer empanadas en holno de barro y tan bien quero comer anticuchos.
-Prepárate entonces, que el martes 20 te voy a llevar.
-¡Chuta, gracia tío, qués bueno usté!
-¿Bailarás tus buenas cuecas?
-No, porque yo sé puro bailar regatón.
Thursday, September 08, 2005
ElMonito, el Chino y la Kenita
ElMonito se pasea preocupado por la oficina mientras su tío escribe afanosamente, pues para variar está atrasado en la entrega de su crónica diaria. El títere mueve el brazo derecho como si dirigiera una orquesta sinfónica. De pronto, ¡zas!, pasa a llevar a su tío.
-¡Qué te pasa, enano maldito! ¿Me puedes dejar trabajar? ¿No ves que estoy atrasado?
-Glup, perdón, querido tío señor Lamordes, es que me estoy estrenando para un partido...
-¡No me interesa lo que hagas! ¡Cállate!
-Bueno tío, ahora me voy a quedar callado, ¿pero cuedo seguir estrenándome un ratito?
-¡Cállate de una vez!
Tanto grito exaspera a los demás colegas. Jorobabel Diéguez salta de su asiento y exclama "¡hagan callar a Lamordes!". Otro, apodado El Emperador, despierta de su sueño, saca la mano del mouse y recita a Shakespeare en inglés isabelino. ElMonito corre a esconderse debajo de un escritorio hasta que siente que la tempestad ha pasado. Los reporteros, satisfechos del deber cumplido, se preparan para beber unas copas en el bar de la esquina. Lamordes es otro.
-¿Qué te hiciste, renacuajo? -pregunta con aire conciliador.
-Aquí estoy, querido tío. Estoy escondido mientras se ponía malo. ¿Ahora se puso bueno?
-Sí. Dime qué estabas haciendo.
-Me estaba estrenando para jugar tenis porque cuando grande quero jugar tenis para ser campión de tenis pero lo que más quero tío... lo que más quero...
-¿Qué es lo que más quieres?
-Quero ser campión de tenis para casarme con la Kenita Larraín o tan bien con Lola Melnick.
-¿Quieres casarte con la Kenita o quieres dejarla moreteada?
-Primero quero casarme y cuando esté casado en la noche quero que me dé un beso.
-¿Y qué va a pasar cuando te dé un beso?
-Yo creo que me va dar una elestricidá.
-¿No le vas a faltar el respeto, "como otros"?
-Yo la vi a la Kenita en la tele y parece que se pegó en la rodilla en un auto cuando se cayó del auto, parece que el Chino Ríos quería tirarla a un abismo, chuta, ojalá que no.
-¿La crees inocente? Fíjate que por algo mostró tanto la pierna. ¿Sabes cuántos millones podría ganar con ese machucón?
-No entiendo por que pelian, tío. Mejor se habría casado con el Banbán Zamorano. Yo creo que Zamorano le habría pegado una cabecita no más. Quero ser futbolista más mejor porque me gusta más la tía de Banbán Zamorano porque es más piola. Además que es argentina.
-¿Qué tienes contra las chilenas, renacuajo?
-Es que las chilenas tienen menos .... y menos ....
-Habla más fuerte.
-Las chilenas tienen menos ... y menos ...
-Qué dices, gaznápiro. Habla como hombre.
-Que las chilenas tienen menos popó y menos te...
-Ojo. Las argentinas además son todas rubias... como la Kenita. Pero no todo lo que brilla es oro.
-Además que se pintan las pestañas bien negras y la boca bien roja. A lo mejor me dejan la cara marcada y descués no me cuedo sacar el ruch. Mejor me caso con ni tía del colegio, pero es un poco gordita, pero es bonita. Ah, me acordé: cuando grande quero ganar las Olimpiadas, por eso quero ser tenista.
-Entrena fuerte entonces.
-Déme un trencito.
-Toma.
-Gracia.
-¡Qué te pasa, enano maldito! ¿Me puedes dejar trabajar? ¿No ves que estoy atrasado?
-Glup, perdón, querido tío señor Lamordes, es que me estoy estrenando para un partido...
-¡No me interesa lo que hagas! ¡Cállate!
-Bueno tío, ahora me voy a quedar callado, ¿pero cuedo seguir estrenándome un ratito?
-¡Cállate de una vez!
Tanto grito exaspera a los demás colegas. Jorobabel Diéguez salta de su asiento y exclama "¡hagan callar a Lamordes!". Otro, apodado El Emperador, despierta de su sueño, saca la mano del mouse y recita a Shakespeare en inglés isabelino. ElMonito corre a esconderse debajo de un escritorio hasta que siente que la tempestad ha pasado. Los reporteros, satisfechos del deber cumplido, se preparan para beber unas copas en el bar de la esquina. Lamordes es otro.
-¿Qué te hiciste, renacuajo? -pregunta con aire conciliador.
-Aquí estoy, querido tío. Estoy escondido mientras se ponía malo. ¿Ahora se puso bueno?
-Sí. Dime qué estabas haciendo.
-Me estaba estrenando para jugar tenis porque cuando grande quero jugar tenis para ser campión de tenis pero lo que más quero tío... lo que más quero...
-¿Qué es lo que más quieres?
-Quero ser campión de tenis para casarme con la Kenita Larraín o tan bien con Lola Melnick.
-¿Quieres casarte con la Kenita o quieres dejarla moreteada?
-Primero quero casarme y cuando esté casado en la noche quero que me dé un beso.
-¿Y qué va a pasar cuando te dé un beso?
-Yo creo que me va dar una elestricidá.
-¿No le vas a faltar el respeto, "como otros"?
-Yo la vi a la Kenita en la tele y parece que se pegó en la rodilla en un auto cuando se cayó del auto, parece que el Chino Ríos quería tirarla a un abismo, chuta, ojalá que no.
-¿La crees inocente? Fíjate que por algo mostró tanto la pierna. ¿Sabes cuántos millones podría ganar con ese machucón?
-No entiendo por que pelian, tío. Mejor se habría casado con el Banbán Zamorano. Yo creo que Zamorano le habría pegado una cabecita no más. Quero ser futbolista más mejor porque me gusta más la tía de Banbán Zamorano porque es más piola. Además que es argentina.
-¿Qué tienes contra las chilenas, renacuajo?
-Es que las chilenas tienen menos .... y menos ....
-Habla más fuerte.
-Las chilenas tienen menos ... y menos ...
-Qué dices, gaznápiro. Habla como hombre.
-Que las chilenas tienen menos popó y menos te...
-Ojo. Las argentinas además son todas rubias... como la Kenita. Pero no todo lo que brilla es oro.
-Además que se pintan las pestañas bien negras y la boca bien roja. A lo mejor me dejan la cara marcada y descués no me cuedo sacar el ruch. Mejor me caso con ni tía del colegio, pero es un poco gordita, pero es bonita. Ah, me acordé: cuando grande quero ganar las Olimpiadas, por eso quero ser tenista.
-Entrena fuerte entonces.
-Déme un trencito.
-Toma.
-Gracia.
Tuesday, September 06, 2005
El hombre grande y los mulatos
El closet se mueve por dentro. La gente de la oficina empieza a murmurar. Alguien va y le da el aviso al responsable del mueble.
-Anda a ver, Lamordes, parece que fuera tu títere de orejas largas.
Mal genio, desconcentrado, con ideas raras en la cabeza, descontento del mundo, descontento de la vida, a nuestro reportero no le hace ninguna gracia el aviso. "¡Qué querrá ahora este monigote! ¡Para qué me habré hecho cargo de él!", piensa, casi en voz alta. Se levanta y camina hasta el closet. En efecto, éste se mueve por dentro.
-¡Despierta, bellaco! De nuevo estás soñando pesadillas.
-Un hombre grande... un hombre grande...
-Despierta, ¡vamos, muévete, abre los ojos!
-Tío, un hombre grande...
-Despierta de una vez.
-¿Ah? ¿Tío? ¡Ah, era una pesadilla, menos mal! Vamos a la máquina y me compra un trencito.
-¿Qué soñabas, renacuajo de poca monta?
-Estaba soñando tío que yo estaba en el living y miraba por la ventana y afuera de la ventana, no adentro de la ventana, ¡afuera de la ventana se veía un señor grande! Estaba como de lado, tío, y tenía un terno y una colbata, se veía elegante pero me daba susto porque era más grande que los señores de verdá, osea era más grande que los señores que se ven en la calle, ¡osea que era más grande que usté! ¡Era un hombre grande!
-¿Y por qué te daba miedo el hombre grande?
-Porque estaba como de lado.
-¿Sólo eso? ¿No sería por otra cosa?
-Parece que quería entrar a la casa y yo no quería que el hombre grande entrara a la casa, en vez que yo quería que se fuera, pero el hombre grande no se iba, porque se quedaba calladito como de lado. Pero no miraba por la ventana pero yo creía que a lo mejor iba mirar por la ventana y me daba más miedo.
-Y entonces moviste el closet.
-¿Moví el clóse? Tengo fuerza.
-Ya estás repuesto. Te dejo. Vuelvo a trabajar.
-¡Nooo, que cuede volver el hombre grande! Era como del porte de Darvéider pero no tenía capa, tenía un puro terno y una colbata.
-Bueno, ven conmigo un rato al diario.
-¿Cuedo jugar en el poncutador?
-No.
-¿Cuedo ver las fotos del partido de Chile cuando le hacen los goles al Tapia?
-Dile así no más. El pobre perdió todo respeto.
-Pobrecito el Tapia, tío. Me daba pena cuando tenía que ir a buscar la pelota al fondo de la red. Yo quero ser de Brasil, tío, osino ¿sabe qué más? Yo tengo la solución para que nos pongamos buenos.
-Dila, que nadie en Chile la tiene.
-Hay que nacionalizar a Robillo y a Ronaldo y a Ronaldillo aunque ellos no queran ser chilenos pero losotros los obligamos a tener que jugar por Chile, entonces ganamos los partidos. Tan bien hay que hacer en un cerro un corral con negros y darles harta comida hasta que sean grandes y jueguen por Chile.
-¡Cuidado con lo que dices! Esa forma de referirte a los mulatos brasileños suena a racismo.
-Es que el corral es para que no se escapen a Argentina en vez que descués los muleros juegan por Argentina y volvemos a perder, ¿no ve?
-Anda a ver, Lamordes, parece que fuera tu títere de orejas largas.
Mal genio, desconcentrado, con ideas raras en la cabeza, descontento del mundo, descontento de la vida, a nuestro reportero no le hace ninguna gracia el aviso. "¡Qué querrá ahora este monigote! ¡Para qué me habré hecho cargo de él!", piensa, casi en voz alta. Se levanta y camina hasta el closet. En efecto, éste se mueve por dentro.
-¡Despierta, bellaco! De nuevo estás soñando pesadillas.
-Un hombre grande... un hombre grande...
-Despierta, ¡vamos, muévete, abre los ojos!
-Tío, un hombre grande...
-Despierta de una vez.
-¿Ah? ¿Tío? ¡Ah, era una pesadilla, menos mal! Vamos a la máquina y me compra un trencito.
-¿Qué soñabas, renacuajo de poca monta?
-Estaba soñando tío que yo estaba en el living y miraba por la ventana y afuera de la ventana, no adentro de la ventana, ¡afuera de la ventana se veía un señor grande! Estaba como de lado, tío, y tenía un terno y una colbata, se veía elegante pero me daba susto porque era más grande que los señores de verdá, osea era más grande que los señores que se ven en la calle, ¡osea que era más grande que usté! ¡Era un hombre grande!
-¿Y por qué te daba miedo el hombre grande?
-Porque estaba como de lado.
-¿Sólo eso? ¿No sería por otra cosa?
-Parece que quería entrar a la casa y yo no quería que el hombre grande entrara a la casa, en vez que yo quería que se fuera, pero el hombre grande no se iba, porque se quedaba calladito como de lado. Pero no miraba por la ventana pero yo creía que a lo mejor iba mirar por la ventana y me daba más miedo.
-Y entonces moviste el closet.
-¿Moví el clóse? Tengo fuerza.
-Ya estás repuesto. Te dejo. Vuelvo a trabajar.
-¡Nooo, que cuede volver el hombre grande! Era como del porte de Darvéider pero no tenía capa, tenía un puro terno y una colbata.
-Bueno, ven conmigo un rato al diario.
-¿Cuedo jugar en el poncutador?
-No.
-¿Cuedo ver las fotos del partido de Chile cuando le hacen los goles al Tapia?
-Dile así no más. El pobre perdió todo respeto.
-Pobrecito el Tapia, tío. Me daba pena cuando tenía que ir a buscar la pelota al fondo de la red. Yo quero ser de Brasil, tío, osino ¿sabe qué más? Yo tengo la solución para que nos pongamos buenos.
-Dila, que nadie en Chile la tiene.
-Hay que nacionalizar a Robillo y a Ronaldo y a Ronaldillo aunque ellos no queran ser chilenos pero losotros los obligamos a tener que jugar por Chile, entonces ganamos los partidos. Tan bien hay que hacer en un cerro un corral con negros y darles harta comida hasta que sean grandes y jueguen por Chile.
-¡Cuidado con lo que dices! Esa forma de referirte a los mulatos brasileños suena a racismo.
-Es que el corral es para que no se escapen a Argentina en vez que descués los muleros juegan por Argentina y volvemos a perder, ¿no ve?
Wednesday, August 31, 2005
¡Se nos viene Brasil!
-Qué haces, renacuajo.
-Estoy jugando a las dominaditas. Chuta, se me cayó. ¡Espere, tío, no se vaya! ¡Mire esta dominadita!
-A ver...
-Chuta, de nuevo no me salió. ¡Espere, no se vaya! Ya me va salir.
-Ya, última vez.
-Chuta, no cuedo hacerla bien. ¡Justo ahora que yo quería que usté me viera haciendo las dominaditas! ¡Recién hice tres dominaditas!
-¿Qué es una dominadita?
-Es hacer con la pelota en el aire sin que se caiga al suelo, hacer con la zapatilla. Mire, así.
-Bueno, hiciste dos por lo menos.
-¡Recién hice casi cinco!
-¿No dijiste tres?
-Pero justo iba hacer cinco y se me cayó cuando iba hacer cuatro en vez que puro alcancé hacer tres.
-Es que tú tienes las cañuelas tan flacas. Además, consuélate pensando que los chilenos nunca hemos sido muy buenos para la pelota.
-¿Pero y El Matador, tío? Además que Pinilla mete hartos goles y Pizarro salió en la tele que está triunfando en Italia, lo dijo el tío Pedro Calcuro. ¿No ve que somos buenos?
-¿Sabes con quién nos toca jugar este domingo por las eliminatorias, gaznápiro de poca monta?
-Parece que no me acuerdo, querido tío. Déme un trencito.
-Jugamos con Brasil, ¡en Brasil!
-¿Se nos viene Brasil? Chuta, ojalá que ganemos aunque sea uno por cero a los 45 minutos. ¡Cornel para Chile. Lo va tirar Coca Mendoza, entra El Matador y le pega de guata y gooooool de Chile! Quero ser relatador de partidos, tío.
-¿Dices ojalá que ganemos? La selección lleva un saco para traerse todos los goles que le van a meter.
-Pero el arquiero de Chile es bueno, tío, pero parece que está un poco viejito, está como usté de viejito pero en vez que usté tiene canas y el Tapia parece que se las tiñe, tío, porque tiene el pelo negrito.
-¿Cómo que "el Tapia"? Más respeto con nuestro goalkeeper.
-¿Qué es un golkíper, tío? ¿Un impermaeble?
-Un impermeable es un impermeable. Un goalkeeper es un portero. Un arquero.
-Quero ir a Brasil a ver a Chile.
-¡Jamás te llevaría! Te has sacado puros cuatros.
-¡Mentira! El otro día me saqué un cuatro coma dos en con presión de lestura. Tuve que leer un cuento y lo comprendí. Eso dijo ni tía y me felicitó. Dijo que había entendido un cuatro coma dos del cuento.
-Ay, dios, ¡este títere tiene aserrín en la cabeza!
-¿Y lo van a dar por la televisión el partido de Chile, querido tío señor Lamordes?
-Sí, el domingo.
-¿Lo cuedo ver con usté? Quero ver a los negritos. Ojalá que no juegue Pelé, porque Pelé se la lleva de cabecita y nadien lo cuede parar. ¿Se acuerda esa película que me mostró cuando Pelé se la lleva de cabecita?
-Pelé tiene como 60 años, mequetrefe.
-¿Hasta los cuántos años se cuede jugar en la selesión de fútbol, tío?
-Como hasta los 34.
-Chuta, entonces usté ya no cuede.
-Yo antes jugaba de centrodelantero. Pero llegó Zamorano y me quitó el puesto.
-¿Verdá?
-Sí. ¿No te había contado?
-Voy a decirle a ni tía del colegio que usté era de la selesión. Cada día estoy más orgulloso de usté, querido tío. ¿Tiene una foto de usté en la selesión para llevar al colegio?
-Ahora no ando trayendo, pero mañana sin falta te traigo una.
-Ya. Gracia.
-Estoy jugando a las dominaditas. Chuta, se me cayó. ¡Espere, tío, no se vaya! ¡Mire esta dominadita!
-A ver...
-Chuta, de nuevo no me salió. ¡Espere, no se vaya! Ya me va salir.
-Ya, última vez.
-Chuta, no cuedo hacerla bien. ¡Justo ahora que yo quería que usté me viera haciendo las dominaditas! ¡Recién hice tres dominaditas!
-¿Qué es una dominadita?
-Es hacer con la pelota en el aire sin que se caiga al suelo, hacer con la zapatilla. Mire, así.
-Bueno, hiciste dos por lo menos.
-¡Recién hice casi cinco!
-¿No dijiste tres?
-Pero justo iba hacer cinco y se me cayó cuando iba hacer cuatro en vez que puro alcancé hacer tres.
-Es que tú tienes las cañuelas tan flacas. Además, consuélate pensando que los chilenos nunca hemos sido muy buenos para la pelota.
-¿Pero y El Matador, tío? Además que Pinilla mete hartos goles y Pizarro salió en la tele que está triunfando en Italia, lo dijo el tío Pedro Calcuro. ¿No ve que somos buenos?
-¿Sabes con quién nos toca jugar este domingo por las eliminatorias, gaznápiro de poca monta?
-Parece que no me acuerdo, querido tío. Déme un trencito.
-Jugamos con Brasil, ¡en Brasil!
-¿Se nos viene Brasil? Chuta, ojalá que ganemos aunque sea uno por cero a los 45 minutos. ¡Cornel para Chile. Lo va tirar Coca Mendoza, entra El Matador y le pega de guata y gooooool de Chile! Quero ser relatador de partidos, tío.
-¿Dices ojalá que ganemos? La selección lleva un saco para traerse todos los goles que le van a meter.
-Pero el arquiero de Chile es bueno, tío, pero parece que está un poco viejito, está como usté de viejito pero en vez que usté tiene canas y el Tapia parece que se las tiñe, tío, porque tiene el pelo negrito.
-¿Cómo que "el Tapia"? Más respeto con nuestro goalkeeper.
-¿Qué es un golkíper, tío? ¿Un impermaeble?
-Un impermeable es un impermeable. Un goalkeeper es un portero. Un arquero.
-Quero ir a Brasil a ver a Chile.
-¡Jamás te llevaría! Te has sacado puros cuatros.
-¡Mentira! El otro día me saqué un cuatro coma dos en con presión de lestura. Tuve que leer un cuento y lo comprendí. Eso dijo ni tía y me felicitó. Dijo que había entendido un cuatro coma dos del cuento.
-Ay, dios, ¡este títere tiene aserrín en la cabeza!
-¿Y lo van a dar por la televisión el partido de Chile, querido tío señor Lamordes?
-Sí, el domingo.
-¿Lo cuedo ver con usté? Quero ver a los negritos. Ojalá que no juegue Pelé, porque Pelé se la lleva de cabecita y nadien lo cuede parar. ¿Se acuerda esa película que me mostró cuando Pelé se la lleva de cabecita?
-Pelé tiene como 60 años, mequetrefe.
-¿Hasta los cuántos años se cuede jugar en la selesión de fútbol, tío?
-Como hasta los 34.
-Chuta, entonces usté ya no cuede.
-Yo antes jugaba de centrodelantero. Pero llegó Zamorano y me quitó el puesto.
-¿Verdá?
-Sí. ¿No te había contado?
-Voy a decirle a ni tía del colegio que usté era de la selesión. Cada día estoy más orgulloso de usté, querido tío. ¿Tiene una foto de usté en la selesión para llevar al colegio?
-Ahora no ando trayendo, pero mañana sin falta te traigo una.
-Ya. Gracia.
Monday, August 29, 2005
¡Escapada en el Mapocho!
-¿Señor Lamordes?
-¿Sí?
-Un niño de vestido celeste y orejas largas pregunta por usted en la recepción. Dice que es su sobrino.
-¿Será ElMonito?
-Momento... dice que sí. Está súper mojado.
-Ah, dígale que pase.
(Un minuto después)
-¿Dónde andabas, gaznápiro de poca monta?
-¡Me llevó el río Mapocho y usté ni se dio cuenta! ¡Menos mal que me salvé por poco!
-¡Pero qué te pasó! ¿Dónde andabas?
-El otro día que usté no vino a trabajar al diraio estaba lloviendo tan fuerte que entró el agua y se llevó el clóse y se lo llevó al río Mapocho, y yo iba adentro del clóse y de repente me empezó a entrar agua y tirité.
-¡Diablos! ¡Mi closet, mis cosas! ¿Se perdieron?
-No sé.
-Allí guardo apuntes importantes. ¿Se perdieron?
-No sé tío, pero parece que unos caradineros lo sacaron y lo tienen en la comisería número nosecuánto.
-Bueno, debo ir a buscarlo. Pero tú... ¿te ahogaste?
-¡Te ahogaste! ¿Mestá sacando pica, tío? ¿No ve que no estoy ahogado, en vez que ESTOY NO AHOGADO?
-No subas la voz. Y cuéntame.
-Usté se creopupa de saber más la noticia del clóse que de verme vivo.
-Si estás vivo, entonces lógicamente debo preocuparme de mis apuntes. Pero dime cómo te salvaste.
-Usté tiene sangre fría, querido tío, en vez que yo tan bien tengo sangre fría pero la tengo fría porque tengo frío, no porque tenga sangre fría, ¡porque no tengo sangre fría, para que sepa!
-Ya. Déjate de tirarte al suelo y cuéntame.
-Que estaba el clóse flotando en el río y apenas cude sacar la cabeza y cuando miré el río tirité.
-Qué mas.
-¡El agua estaba como chocolate y sonaba fuerte porque abajo en el fondo del río parece que habían truenos y relámpagos!
-Esas son las piedras que arrastra el río. Pero sigue.
-Cuando vi que estaba en el medio del río me dio susto y tirité. Descués tragué agua y parecía chocolate de caca, tío. ¡Es verdá, no es mentira!
-Entonces voy a tener que vacunarte contra el tifus.
-¡No me ponga una indección, porque las indecciones duelen! Tragué poquita agua y descués la escupí, así que no estoy contagiado de tifu, tío. ¿Qué es tifu?
-Sigue, títere de poca monta, ¡sigue hablando!
-Que descués que tragué un poquito de agua y la escupí unos señores que estaban arriba de un cuente me vieron y empezaron a llamar por cerulán a los bomberos. Entonces en el otro cuente estaban los bomberos y me tiraron una cuerda ¡y casi la tomé la cuerda, tío! ¡Era refalosa!
-Sigue, sigue.
-Descués había otro cuente y un caradinero colgando de una cuerda me agarró justo cuando iba pasando por debajo del cuente y me salvó justo, justo, porque parece que descués en el otro cuente habían tiburones.
-Qué aventura.
-Descués me preguntaron donde vivía y yo dije que vivía en el clóse de ni tío y me preguntaron cómo se llamaba usté y yo dije "ni tío se llama querido tío señor Lamordes, su majestad perfesto", como usté me enseñó que dijera cuando me preguntaran. Entonces querían venir a dejarme al diraio pero yo dije que me dejaran en la cuerta no más porque usté era muy enojón y los podía retar.
-Oye... ¿pidieron más datos míos?
-No, pero dijeron que era muy sospechoso que un niño viviera en un clóse y que descués querían venir a conversar con usté.
-¡Pero si tú no eres un niño! Apenas eres un títere.
-Pero no se creopupe, querido tío, porque yo dije que usté no era malo porque era bueno y me compraba trencitos y sobres de Brujas.
-Mmm... ojalá sea así, porque si vienen te tendré que negar.
-¡Me va negar!
-Es que tú sabes... capaz que con eso de las leyes de maltrato infantil que hay ahora piensen mal. Y yo, que soy tan bueno contigo.
-No se creopupe querido tío, porque yo nunca voy a hablar mal de usté porque usté es bueno y me compra chocolates sin gusto a caca. Déme un trencito.
-Toma y calla.
-¡Gracia!
-¿Sí?
-Un niño de vestido celeste y orejas largas pregunta por usted en la recepción. Dice que es su sobrino.
-¿Será ElMonito?
-Momento... dice que sí. Está súper mojado.
-Ah, dígale que pase.
(Un minuto después)
-¿Dónde andabas, gaznápiro de poca monta?
-¡Me llevó el río Mapocho y usté ni se dio cuenta! ¡Menos mal que me salvé por poco!
-¡Pero qué te pasó! ¿Dónde andabas?
-El otro día que usté no vino a trabajar al diraio estaba lloviendo tan fuerte que entró el agua y se llevó el clóse y se lo llevó al río Mapocho, y yo iba adentro del clóse y de repente me empezó a entrar agua y tirité.
-¡Diablos! ¡Mi closet, mis cosas! ¿Se perdieron?
-No sé.
-Allí guardo apuntes importantes. ¿Se perdieron?
-No sé tío, pero parece que unos caradineros lo sacaron y lo tienen en la comisería número nosecuánto.
-Bueno, debo ir a buscarlo. Pero tú... ¿te ahogaste?
-¡Te ahogaste! ¿Mestá sacando pica, tío? ¿No ve que no estoy ahogado, en vez que ESTOY NO AHOGADO?
-No subas la voz. Y cuéntame.
-Usté se creopupa de saber más la noticia del clóse que de verme vivo.
-Si estás vivo, entonces lógicamente debo preocuparme de mis apuntes. Pero dime cómo te salvaste.
-Usté tiene sangre fría, querido tío, en vez que yo tan bien tengo sangre fría pero la tengo fría porque tengo frío, no porque tenga sangre fría, ¡porque no tengo sangre fría, para que sepa!
-Ya. Déjate de tirarte al suelo y cuéntame.
-Que estaba el clóse flotando en el río y apenas cude sacar la cabeza y cuando miré el río tirité.
-Qué mas.
-¡El agua estaba como chocolate y sonaba fuerte porque abajo en el fondo del río parece que habían truenos y relámpagos!
-Esas son las piedras que arrastra el río. Pero sigue.
-Cuando vi que estaba en el medio del río me dio susto y tirité. Descués tragué agua y parecía chocolate de caca, tío. ¡Es verdá, no es mentira!
-Entonces voy a tener que vacunarte contra el tifus.
-¡No me ponga una indección, porque las indecciones duelen! Tragué poquita agua y descués la escupí, así que no estoy contagiado de tifu, tío. ¿Qué es tifu?
-Sigue, títere de poca monta, ¡sigue hablando!
-Que descués que tragué un poquito de agua y la escupí unos señores que estaban arriba de un cuente me vieron y empezaron a llamar por cerulán a los bomberos. Entonces en el otro cuente estaban los bomberos y me tiraron una cuerda ¡y casi la tomé la cuerda, tío! ¡Era refalosa!
-Sigue, sigue.
-Descués había otro cuente y un caradinero colgando de una cuerda me agarró justo cuando iba pasando por debajo del cuente y me salvó justo, justo, porque parece que descués en el otro cuente habían tiburones.
-Qué aventura.
-Descués me preguntaron donde vivía y yo dije que vivía en el clóse de ni tío y me preguntaron cómo se llamaba usté y yo dije "ni tío se llama querido tío señor Lamordes, su majestad perfesto", como usté me enseñó que dijera cuando me preguntaran. Entonces querían venir a dejarme al diraio pero yo dije que me dejaran en la cuerta no más porque usté era muy enojón y los podía retar.
-Oye... ¿pidieron más datos míos?
-No, pero dijeron que era muy sospechoso que un niño viviera en un clóse y que descués querían venir a conversar con usté.
-¡Pero si tú no eres un niño! Apenas eres un títere.
-Pero no se creopupe, querido tío, porque yo dije que usté no era malo porque era bueno y me compraba trencitos y sobres de Brujas.
-Mmm... ojalá sea así, porque si vienen te tendré que negar.
-¡Me va negar!
-Es que tú sabes... capaz que con eso de las leyes de maltrato infantil que hay ahora piensen mal. Y yo, que soy tan bueno contigo.
-No se creopupe querido tío, porque yo nunca voy a hablar mal de usté porque usté es bueno y me compra chocolates sin gusto a caca. Déme un trencito.
-Toma y calla.
-¡Gracia!
Wednesday, August 24, 2005
ElMonito cuenta hoyos
Curiosa forma de comenzar este relato: un títere agachado en el suelo y un tío que lo mira con extrañeza desde la oficina. El títere adivinarán quién es y el tío, idem. Por si tienen dudas, se trata de nuestro amigo ElMonito y su "querido tío señor Lamordes". Éste último se levanta a estirar las piernas, ya que no consigue la frase exacta que su crónica necesita.
-¿Qué haces, renacuajo?
-Shhh... cuarenta y nueve... cuarenta y diez... cuarenta y diez uno...
-Tonto, llegaste al cincuenta y ni te diste cuenta. Bah, me salió verso.
-A mí en veces me sale un verso, tío, y eso que no digo ni pío.
-Ese es un mal verso, yo prefiero el del reverso.
-Tío, ¿no ve que estaba contando y se me le olvidó en qué número de contar iba? Ahora voy a tener que empezar de nuevo por su culpa.
-¿Qué estás contando, gaznápiro de poca monta?
-Estoy ayudando a los señores de la autoridás a contar los hoyos que hay en nuestra capital.
-Ah, muy bien, sigue contando entonces. Pero veo que no llegarás muy lejos. Esos que cuentas no valen.
-¡Por qué!
-¿No ves que estás contando los hoyos del patio?
-¿Y cuáles son los que valen, querido tío señor Lamordes?
-Los de las calles. Esos que hacen tira las ruedas de los autos.
-¿Y los de las deredas tan bien cueden valer?
-También, pero esos a nadie importan.
-Ya. Entonces ¿cuedo salir a la calle a contar hoyos?
-¿Estás más loco? Déjale esa labor a los que saben.
-Yo nunca he visto a un señor contando hoyos, tío. ¿Me cuede mostrar cuando haiga un señor que esté contando un hoyo?
-Se dice haya, no "haiga". Seguro que ese señor al que te refieres tendrá cara de leso, porque hay que ser bien buenas peras para trabajar contando hoyos.
-¿Pero y si lo mandaron? Entonces no sería culpa de él.
-Ah, claro. Es lo más probable. Acá mandan a hacer cada cosa.
-¿Es verdá que mandaron a espionar al tío Piñera de nuevo, tío?
-Ahí tienes otro ejemplo.
-¿Es malo comprar fundos en Chiloé, tío?
-Si los venden, no le veo lo malo. Lo malo, creo yo, es que haya periodistas y policías que juegen al espionaje. Y tambien que haya gente que tenga tanta plata y otros que no tengan nada.
-Yo quero tener plata para comprar una caja de sobres. ¡En Salo venden cajas de 25 sobres, tío! ¿Usté tiene harta plata o poca? Parece que poca, porque siempre me trae como dos sobres. Pero no importa, porque usté no es malo porque usté parece que es bueno por lo menos porque me trae sobres, en vez que a algunos niños del colegio ¡nunca les traen sobres y tienen que jugar a las láminas en el recreo!, pero son láminas arrugadas.
-Ya te fuiste por la tangente. Dejemos la conversación hasta aquí porque se me ocurrió una idea y voy a terminar mi crónica. Sigue contando hoyos, pero no vayas a salir a la calle.
-Ya. Entonces voy a contar hoyos que sirvan para jugar a las bolitas.
-¿Qué haces, renacuajo?
-Shhh... cuarenta y nueve... cuarenta y diez... cuarenta y diez uno...
-Tonto, llegaste al cincuenta y ni te diste cuenta. Bah, me salió verso.
-A mí en veces me sale un verso, tío, y eso que no digo ni pío.
-Ese es un mal verso, yo prefiero el del reverso.
-Tío, ¿no ve que estaba contando y se me le olvidó en qué número de contar iba? Ahora voy a tener que empezar de nuevo por su culpa.
-¿Qué estás contando, gaznápiro de poca monta?
-Estoy ayudando a los señores de la autoridás a contar los hoyos que hay en nuestra capital.
-Ah, muy bien, sigue contando entonces. Pero veo que no llegarás muy lejos. Esos que cuentas no valen.
-¡Por qué!
-¿No ves que estás contando los hoyos del patio?
-¿Y cuáles son los que valen, querido tío señor Lamordes?
-Los de las calles. Esos que hacen tira las ruedas de los autos.
-¿Y los de las deredas tan bien cueden valer?
-También, pero esos a nadie importan.
-Ya. Entonces ¿cuedo salir a la calle a contar hoyos?
-¿Estás más loco? Déjale esa labor a los que saben.
-Yo nunca he visto a un señor contando hoyos, tío. ¿Me cuede mostrar cuando haiga un señor que esté contando un hoyo?
-Se dice haya, no "haiga". Seguro que ese señor al que te refieres tendrá cara de leso, porque hay que ser bien buenas peras para trabajar contando hoyos.
-¿Pero y si lo mandaron? Entonces no sería culpa de él.
-Ah, claro. Es lo más probable. Acá mandan a hacer cada cosa.
-¿Es verdá que mandaron a espionar al tío Piñera de nuevo, tío?
-Ahí tienes otro ejemplo.
-¿Es malo comprar fundos en Chiloé, tío?
-Si los venden, no le veo lo malo. Lo malo, creo yo, es que haya periodistas y policías que juegen al espionaje. Y tambien que haya gente que tenga tanta plata y otros que no tengan nada.
-Yo quero tener plata para comprar una caja de sobres. ¡En Salo venden cajas de 25 sobres, tío! ¿Usté tiene harta plata o poca? Parece que poca, porque siempre me trae como dos sobres. Pero no importa, porque usté no es malo porque usté parece que es bueno por lo menos porque me trae sobres, en vez que a algunos niños del colegio ¡nunca les traen sobres y tienen que jugar a las láminas en el recreo!, pero son láminas arrugadas.
-Ya te fuiste por la tangente. Dejemos la conversación hasta aquí porque se me ocurrió una idea y voy a terminar mi crónica. Sigue contando hoyos, pero no vayas a salir a la calle.
-Ya. Entonces voy a contar hoyos que sirvan para jugar a las bolitas.
Thursday, August 18, 2005
ElMonito quiere votar
-¿Qué hay que hacer para votar, querido tío?
-Inscribirse en los registros electorales.
-Me quero incribir. ¿Me cuede incribir mañana?
-¿Por qué nos vas ahora mismo?
-Es que ahora tengo que tomar la papa.
-Ya es hora de que tomes en taza, títere malagestado.
-Es que me gusta tomar en papa porque es rica y se quema la carganta cuando uno se toma la leche y lo que más me gusta es cuando suena cuando estoy tomando y como que salen unas bulbujas y es agradable. Es verdá, no es mentira.
-Tómatela entonces, que ya se enfría.
-Bueno... glú glú glú... tío... ¿me cuede llevar mañana para incribirme?
-Ya, tempranito te voy a llevar, ¡ignorante!
-Glú glú glú... ¡por qué!
-¿No sabías que debes tener 18 años cumplidos para votar?
-Glú glú glú... ah... glú glú... chuta... glú glú... ya terminé... qué rica.... ¡oinc!
-Oye, cuida tus modos.
-Me salió un chanchito.
-¿Y se puede saber por quién querías votar?
-Yo quería votar por Luis Dimas.
-¡Imbécil! Eso es la Granja Vip.
-¡No tío! ¡Es Rojo Vip! ¿Ve que usté tan poco sabe? Lo pillé.
-Bueno, es lo mismo una cosa que otra. ¿Y por qué quieres votar por Luis Dimas?
-Porque me cae bien porque es gordito y se esfuerza y casi no le sale la voz, en vez que tan bien me gusta Florcita Motuda porque es divertido y en vez que tan bien me gusta Pitel Rock porque toca la corneta y en vez que tan bien me gusta el guatoncito Piñera porque tiene balba pero parece que se refrió porque no cuede cantar. Tío...
-Qué.
-¿Por qué hay puros hombres conculsando?
-No sé. Pregúntale al canal. Ahora dime la verdad. ¿Por qué candidato a Presidente votarías tú?
-¿Cuáles son? ¿Longueria con Michelle Bachelet?
-No sabes nada. Y yo menos. Tengo dudas.
-Esplíqueme las dudas que tiene tío, a ver si lo cuedo ayudar.
-Otro día. Ahora ve a votar por tus cantantes decadentes.
-¿Pero no tengo que tener 18 años cumplidos?
-No, para eso no. Para votar en Rojo Vip necesitas tener plata para botar por el teléfono para que los canales se hagan más ricos.
-Ah, entonces présteme para votar. ¿Cómo cuánto vale votar, tío?
-¿Votar para botar? Olvídate y ponte a hacer tus tareas, que volviste a sacarte un cuatro en matemáticas. ¡Qué va a ser de ti cuando grande, por Dios!
-No se enoje, tío. Voy altiro a sacar el cuaderno para hacer los ejercicios. ¿Y si los hago bien descués me va comprar un trencito?
-Hummm... veremos.
-Inscribirse en los registros electorales.
-Me quero incribir. ¿Me cuede incribir mañana?
-¿Por qué nos vas ahora mismo?
-Es que ahora tengo que tomar la papa.
-Ya es hora de que tomes en taza, títere malagestado.
-Es que me gusta tomar en papa porque es rica y se quema la carganta cuando uno se toma la leche y lo que más me gusta es cuando suena cuando estoy tomando y como que salen unas bulbujas y es agradable. Es verdá, no es mentira.
-Tómatela entonces, que ya se enfría.
-Bueno... glú glú glú... tío... ¿me cuede llevar mañana para incribirme?
-Ya, tempranito te voy a llevar, ¡ignorante!
-Glú glú glú... ¡por qué!
-¿No sabías que debes tener 18 años cumplidos para votar?
-Glú glú glú... ah... glú glú... chuta... glú glú... ya terminé... qué rica.... ¡oinc!
-Oye, cuida tus modos.
-Me salió un chanchito.
-¿Y se puede saber por quién querías votar?
-Yo quería votar por Luis Dimas.
-¡Imbécil! Eso es la Granja Vip.
-¡No tío! ¡Es Rojo Vip! ¿Ve que usté tan poco sabe? Lo pillé.
-Bueno, es lo mismo una cosa que otra. ¿Y por qué quieres votar por Luis Dimas?
-Porque me cae bien porque es gordito y se esfuerza y casi no le sale la voz, en vez que tan bien me gusta Florcita Motuda porque es divertido y en vez que tan bien me gusta Pitel Rock porque toca la corneta y en vez que tan bien me gusta el guatoncito Piñera porque tiene balba pero parece que se refrió porque no cuede cantar. Tío...
-Qué.
-¿Por qué hay puros hombres conculsando?
-No sé. Pregúntale al canal. Ahora dime la verdad. ¿Por qué candidato a Presidente votarías tú?
-¿Cuáles son? ¿Longueria con Michelle Bachelet?
-No sabes nada. Y yo menos. Tengo dudas.
-Esplíqueme las dudas que tiene tío, a ver si lo cuedo ayudar.
-Otro día. Ahora ve a votar por tus cantantes decadentes.
-¿Pero no tengo que tener 18 años cumplidos?
-No, para eso no. Para votar en Rojo Vip necesitas tener plata para botar por el teléfono para que los canales se hagan más ricos.
-Ah, entonces présteme para votar. ¿Cómo cuánto vale votar, tío?
-¿Votar para botar? Olvídate y ponte a hacer tus tareas, que volviste a sacarte un cuatro en matemáticas. ¡Qué va a ser de ti cuando grande, por Dios!
-No se enoje, tío. Voy altiro a sacar el cuaderno para hacer los ejercicios. ¿Y si los hago bien descués me va comprar un trencito?
-Hummm... veremos.
Wednesday, August 10, 2005
¡Tío, están dando un extra en la tele!
-¡Tío, tío, apúrese, questán dando un extra en las noticias! Parece que se están llevando presa a una señora guatona. ¡Apúrese para que la venga ver!
-Ya estás delirando, gaznápiro.
-No tío, si no estoy derilando porque ya derilé en la noche, ¿no se acuerda cuando estaba viendos los puntitos y casi se me clavaron en los ojos? Chuta. Oiga tío, ¿uno puede derilar dos veces seguidas?
-A ver, títere de poca monta. Hummm, tienes toda la razón. Se llevan presa a la Señora Lucía.
-¿Esa es la que tiene un hermano que lo mandaron a la carcen por ladrón y estafador?
-¡Pero qué sandeces estás diciendo, mequetrefe! Cuida tus palabras, que si alguien las lee te puede mandar preso a ti.
-¡Pero si lo dieron en la tele al señor cuando se lo llevaron preso!
-¿De quién hablas?
-De ese señor canoso que es pariente del Presidente Ricardo Lagos.
-Te estás confundiendo. Ésta que ves es la Señora Lucía, no la Señora Luisa.
-¿Esta señora guatona no es la marida del Presidente que se enoja?
-No, del otro enojón, de Pinochet.
-¿Del gerenal Pinochet, tío?
-Sí.
-¿Por qué los Presidentes son enojones, tío?
-A los chilenos les gusta que sean así.
-¿Y por eso el tío Lavín no va ser Presidente nunca jamás?
-Quizás, tal vez hayas hecho una sabia reflexión sin darte cuenta.
-Esta señora gordita es más viejita que la Señora Lucía.
-Luisa.
-¿Por qué se la están llevando presa y la están internando en el manicomio, querido tío?
-Eso que ves no es el manicomio. Es el Hospital Militar.
-¿El Hospital Militar es una carcen, tío? ¿No es un hospital?
-Puede ser las dos cosas. Ahí estuvo también el general Contreras, ¿no te acuerdas?
-Ehhh.... no. Chuta. Fregué. Ahora me va retar.
-Apaga la televisión, será mejor, y vuelve a descansar. Recuerda que aún tienes fiebre.
-¿Cuántos palitos de más tengo, tío?
-Tres palitos.
-Ah, menos que ayer. ¿No me voy a morir tuavía, tío?
-Creo que no.
-¿Y la Señora Luisa se cuede morir en el manicomio?
-La Señora Lucía.
-¿Se cuede morir, tío?
-Todos nos vamos a morir algún día.
-Chuta, eso es lo malo de la naturaleza, tío. Que las cosas se ponen viejas y se mueren y descués a los señores los entierran y da pena porque se quedan solitos. Yo quero que cuando me muera me vaya al cielo con los angelitos, porque osinó me va dar miedo quedarme solo en el ataúl. Además que el ataúl es muy delgado y yo creo que uno no se cuede dar vuelta cuando está durmiendo porque la cara choca con el palo del ataúl y cuede salir un cototo, chuta, ojalá que no...
-Gaznápiro delirante, eso es lo que eres. Y como siempre no has sacado nada en limpio de la noticia que acabas de ver. El mundo pasa frente a ti y no te das cuenta.
-¡Es que soy chico! ¡Usté no entiende a los chicos porque usté es grande! Deme un trencito.
-Cuando te mejores.
-Ya.
-Ya estás delirando, gaznápiro.
-No tío, si no estoy derilando porque ya derilé en la noche, ¿no se acuerda cuando estaba viendos los puntitos y casi se me clavaron en los ojos? Chuta. Oiga tío, ¿uno puede derilar dos veces seguidas?
-A ver, títere de poca monta. Hummm, tienes toda la razón. Se llevan presa a la Señora Lucía.
-¿Esa es la que tiene un hermano que lo mandaron a la carcen por ladrón y estafador?
-¡Pero qué sandeces estás diciendo, mequetrefe! Cuida tus palabras, que si alguien las lee te puede mandar preso a ti.
-¡Pero si lo dieron en la tele al señor cuando se lo llevaron preso!
-¿De quién hablas?
-De ese señor canoso que es pariente del Presidente Ricardo Lagos.
-Te estás confundiendo. Ésta que ves es la Señora Lucía, no la Señora Luisa.
-¿Esta señora guatona no es la marida del Presidente que se enoja?
-No, del otro enojón, de Pinochet.
-¿Del gerenal Pinochet, tío?
-Sí.
-¿Por qué los Presidentes son enojones, tío?
-A los chilenos les gusta que sean así.
-¿Y por eso el tío Lavín no va ser Presidente nunca jamás?
-Quizás, tal vez hayas hecho una sabia reflexión sin darte cuenta.
-Esta señora gordita es más viejita que la Señora Lucía.
-Luisa.
-¿Por qué se la están llevando presa y la están internando en el manicomio, querido tío?
-Eso que ves no es el manicomio. Es el Hospital Militar.
-¿El Hospital Militar es una carcen, tío? ¿No es un hospital?
-Puede ser las dos cosas. Ahí estuvo también el general Contreras, ¿no te acuerdas?
-Ehhh.... no. Chuta. Fregué. Ahora me va retar.
-Apaga la televisión, será mejor, y vuelve a descansar. Recuerda que aún tienes fiebre.
-¿Cuántos palitos de más tengo, tío?
-Tres palitos.
-Ah, menos que ayer. ¿No me voy a morir tuavía, tío?
-Creo que no.
-¿Y la Señora Luisa se cuede morir en el manicomio?
-La Señora Lucía.
-¿Se cuede morir, tío?
-Todos nos vamos a morir algún día.
-Chuta, eso es lo malo de la naturaleza, tío. Que las cosas se ponen viejas y se mueren y descués a los señores los entierran y da pena porque se quedan solitos. Yo quero que cuando me muera me vaya al cielo con los angelitos, porque osinó me va dar miedo quedarme solo en el ataúl. Además que el ataúl es muy delgado y yo creo que uno no se cuede dar vuelta cuando está durmiendo porque la cara choca con el palo del ataúl y cuede salir un cototo, chuta, ojalá que no...
-Gaznápiro delirante, eso es lo que eres. Y como siempre no has sacado nada en limpio de la noticia que acabas de ver. El mundo pasa frente a ti y no te das cuenta.
-¡Es que soy chico! ¡Usté no entiende a los chicos porque usté es grande! Deme un trencito.
-Cuando te mejores.
-Ya.
Tuesday, August 09, 2005
38 grados con cinco palitos
Ah, parece que tengo fiebre, tío, porque me duele el celebro por adentro de la cabeza, no por fuera, siento como una cosa adentro de la cabeza, como si el aserrín que dice usté que tengo se me estuviera incendiando con fuego, igual que cuando me llevó a China y el dostor Cao de Nanllín me quería sacar el corazón, en vez que me salvé menos mal, porque osinó me habría sacado el corazón y me lo habría comido, tío, es verdá, no es mentira. A propósito que veo puros colores verdes y andan circulando unos puntitos por el clóse, los puntitos me dan miedo, tío, porque brillan en la oscuridá y se me cueden meter en la cabeza y entonces me cueden volar la cabeza, no quero que los puntitos me vuelen la cabeza, tío, hágame caso porque tengo sé, tengo sé y quero agua pero el desierto es muy grande y por fin me trae agua, pero tomo agua y no se me quita la sé, tío, qué pasa, déme más agua que quero no tener sé, quero tener hambre pero no tengo nada de hambre...
-Despierta, ElMonito, estás agitado.
-Qué pasa, tío. ¡Déme agua!
-Toma, bebe. Parece que estás con fiebre. ¿A ver?
-¿Me va colocar el termómetro? ¿Abro la boca?
-Ábrela con cuidado. Cuidado con tragarte el termómetro. Quédate quieto un minuto.
-¿Engo fie-e, quegui-o tío se-or La-or-e?
-No hables.
-...
-Ya, déjame ver. Mmm... sí, tienes fiebre. Tienes 38 y medio.
-¿38? ¿Con cuántos palitos?
-Con cinco palitos. 38 y medio.
-¿Eso es harto o es suficiente?
-Es... fiebre.
-Tengo sé.
-Bebe.
-Glú glú glú. Ahhh... Tengo calor, tío. Me duele la guata y tengo ganas de gomitar.
-Deberás quedarte en cama un par de días. Y si sigues así tendré que llamar al doctor.
-¡Pero que no sea el dostor Cao de Nanllín, tío, porque soñé que me quería sacar el corazón!
-No vendrá. Quédate tranquilo y sigue durmiendo.
-Es que si me duermo cuede venir de nuevo el dostor Cao de Nanllín y yo quero que no venga, en vez que mejor quero mejorarme, porque no quero que me pongan una indección.
-Calla y descansa. A partir de este momento eres un convaleciente. Y no me preguntes qué significa eso porque te verás en problemas.
-Chuta.
-Despierta, ElMonito, estás agitado.
-Qué pasa, tío. ¡Déme agua!
-Toma, bebe. Parece que estás con fiebre. ¿A ver?
-¿Me va colocar el termómetro? ¿Abro la boca?
-Ábrela con cuidado. Cuidado con tragarte el termómetro. Quédate quieto un minuto.
-¿Engo fie-e, quegui-o tío se-or La-or-e?
-No hables.
-...
-Ya, déjame ver. Mmm... sí, tienes fiebre. Tienes 38 y medio.
-¿38? ¿Con cuántos palitos?
-Con cinco palitos. 38 y medio.
-¿Eso es harto o es suficiente?
-Es... fiebre.
-Tengo sé.
-Bebe.
-Glú glú glú. Ahhh... Tengo calor, tío. Me duele la guata y tengo ganas de gomitar.
-Deberás quedarte en cama un par de días. Y si sigues así tendré que llamar al doctor.
-¡Pero que no sea el dostor Cao de Nanllín, tío, porque soñé que me quería sacar el corazón!
-No vendrá. Quédate tranquilo y sigue durmiendo.
-Es que si me duermo cuede venir de nuevo el dostor Cao de Nanllín y yo quero que no venga, en vez que mejor quero mejorarme, porque no quero que me pongan una indección.
-Calla y descansa. A partir de este momento eres un convaleciente. Y no me preguntes qué significa eso porque te verás en problemas.
-Chuta.
Wednesday, August 03, 2005
Y ahora, que pase el Día del Niño
Es el tío Lamordes quien esta vez toma la iniciativa. Va y saca a ElMonito del closet y le dice, firmemente:
-Mira, olvídate del Día del Niño. No te hagas ninguna ilusión. No esperes ningún regalo.
-¡Pero qué pasa, querido tío! ¡Por qué dice eso!
-Porque todo eso es puro comercio.
-Yo le iba pedir un poncutador con MP3 y tan bien le iba pedir el álbun de Batman y Robin y tan bien quero pedirle un Trencito, ¡pero un Trencito grande!, no uno chiquitito como el que me trajo el otro día. Los grandes valen como 800 pesos y ese que me trajo cuesta cien pesos para que sepa. ¿No le alcanza la plata, querido tío? Yo le cuedo prestar. Aprendí a sacar de la alcancía. ¡Mire, así se saca!
-¡Cómo! ¡Estás sacando el dinero reservado para tus estudios universitarios!
-Pero si falta mucho para que entre a la iniversidad, tío.
-Pero no se saca el dinero de la alcancía, porque después quedas pobre.
-¿Dónde tiene la alcancía de usté, tío?
-Aquí.
-Pero eso es una chequera, no una alcancía. La alcancía tiene que tener cabeza de chanchito o cuede tener tan bien cabeza de casita con chiminea.
-Una chequera es lo mismo. Representa el dinero que uno tiene guardado en el banco.
-¿Y como cuánto dinero tiene usté?
-Nada. Tengo menos 124 mil pesos.
-¿O sea que tiene dinero de mentira?
-Sí.
-¿Le presto un poco?
-Ya, saca 340 pesos de la alcancía, que me faltan para la micro. En la tarde te los devuelvo.
-Tome, querido tío. Descués me los devuelve. ¿Ya se va?
-Sí, chao.
-¿Me va regalar un poncutador con MP3?
-No.
-¿Y un álbun de Batman y Robin?
-No.
-¿Y un álbun del puro Batman?
-No.
-¿Y un Trencito?
-Uno chico, eso sí.
-Gracia, tío, ¡qués güeno usté!
-Mira, olvídate del Día del Niño. No te hagas ninguna ilusión. No esperes ningún regalo.
-¡Pero qué pasa, querido tío! ¡Por qué dice eso!
-Porque todo eso es puro comercio.
-Yo le iba pedir un poncutador con MP3 y tan bien le iba pedir el álbun de Batman y Robin y tan bien quero pedirle un Trencito, ¡pero un Trencito grande!, no uno chiquitito como el que me trajo el otro día. Los grandes valen como 800 pesos y ese que me trajo cuesta cien pesos para que sepa. ¿No le alcanza la plata, querido tío? Yo le cuedo prestar. Aprendí a sacar de la alcancía. ¡Mire, así se saca!
-¡Cómo! ¡Estás sacando el dinero reservado para tus estudios universitarios!
-Pero si falta mucho para que entre a la iniversidad, tío.
-Pero no se saca el dinero de la alcancía, porque después quedas pobre.
-¿Dónde tiene la alcancía de usté, tío?
-Aquí.
-Pero eso es una chequera, no una alcancía. La alcancía tiene que tener cabeza de chanchito o cuede tener tan bien cabeza de casita con chiminea.
-Una chequera es lo mismo. Representa el dinero que uno tiene guardado en el banco.
-¿Y como cuánto dinero tiene usté?
-Nada. Tengo menos 124 mil pesos.
-¿O sea que tiene dinero de mentira?
-Sí.
-¿Le presto un poco?
-Ya, saca 340 pesos de la alcancía, que me faltan para la micro. En la tarde te los devuelvo.
-Tome, querido tío. Descués me los devuelve. ¿Ya se va?
-Sí, chao.
-¿Me va regalar un poncutador con MP3?
-No.
-¿Y un álbun de Batman y Robin?
-No.
-¿Y un álbun del puro Batman?
-No.
-¿Y un Trencito?
-Uno chico, eso sí.
-Gracia, tío, ¡qués güeno usté!
Sunday, July 31, 2005
¡Una horrible pesadilla!
-¡Ay... ay...!
ElMonito se da vueltas en el closet. Su boca de sapo triste emite pequeños quejidos que no alcanzan a llegar a los oídos de su tío, sentado ante el computador en su oficina. Pero los decibeles de los lamentos van creciendo.
-¡Ay... ay...! ¡Nooo!... ¡El güesito de la costilla... aaaaagggggg!
"Qué raro, me parece escuchar un grito", piensa el tío.
-¡No por favor tío gerenal! ¡Aaaaaaggggggg!
-¡Pero si es el ElMonito! -exclama de pronto y se dirige al closet.
-¡Me duele el alicaten tío, sálveme del capitán... aaggggg!
-Despierta, bellaco, despierta... ya, despierta, que no pasa nada.
-¡No, tío, que el capitán gerenal mestá sacando las uñas con un alicaten! ¡Ayyyy!
-¡Abre los ojos, guarisapo! ¡Despierta!
-¡Ahhhh!, ¿qué? ¡Tío, cuidado, que el capitán Pinochet me puso elestricidá en las costillas! ¡Ay!... ¿dónde está?
-¿Qué te duele?
-Aquí. Mire. Bah, ahora no me duele na. Qué raro, tío, porque recién me dolía cuando el tío capitán gerenal señor Angusto Pinochet me estaba poniendo elestricidá y descués me quería sacar las uñas con un alicaten.
-¿De dónde sacaste esas burradas?
-Es que parece que anoche vi en las noticias que unos señores decían que los habían detenido y descués los habían desaparecido y que los habían exterminado como ratones y que el traidor era ese viejito que sale en la tele con iniforme azul que se llama gerenal capitán eselentísimo Angusto Pinochet . Tío, ¿qué es exterminal?
-Matar.
-Chuta. ¿El viejito los mató con un alicaten? ¿Y cómo tiene tanta fuerza?
-Mmm... me quieres meter en enredos mayores. ¿Sabes quién fue Pinochet?
-¡Sí!
-A ver. Dime quién fue.
-Un señor viejito que se puso gordito y que todos los días se enferma y parece que el otro día lo tuvieron que llevar al dostor y el dostor que menos mal que no era el dostor Cao de Nanllín porque osinó le habría sacado el corazón, entonces en vez que eso el dostor le puso una indección y lo mandó a la casa de nuevo en un auto grande, ¡más grande que una limusina!
-No has dicho nada inteligente todavía.
-Pero si le dije lo que me preguntó. ¿No ve que es injusto?
-Te pregunté quién fue, no quién es.
-Ah, era un viejito que antes no estaba tan viejito porque estaba más joven, porque los viejitos se van poniendo viejitos y no se les nota, pero de repente se les nota, como cuando cumplen 25 años. Oiga tío, ¿por qué los viejitos no se tiñen el pelo y las viejitas se tiñen el pelo?
-¿Me vas a decir ahora que Pinochet se tiñe el pelo?
-¡Justo no me entendió!, ¿no ve que ni siquera mestá escuchando lo que le digo? Yo le digo que por qué los viejitos NO se tiñen el pelo en vez que las viejitas SE TIÑEN EL PELO. ¿No ve?
-Mira, como siempre no hemos llegado a nada, no has aprendido nada y me vuelves a sulfurar. ¡Te mando de nuevo al closet, gaznápiro cara de renacuajo!
-No tío, por favor, que me queda el último día de vacaciones de invierno y quero disfrutarlo y quero que me lleve al Buinsó.
-Mira, eso es imposible. Tal vez para el 18 pueda ser. Además, las vacaciones ya se acabaron y tienes que hacer tu mochila... ¡porque mañana te espera el colegio, ja ja ja, eso me gustó!
-Mentira, no es verdá. Mañana no tengo clase porque la tía dijo que nuabía clase porque no sé, pero nuabía. Así que se fregó.
-¿Cómo dijiste?
-Así.... que.... se... fregó.
-Más alto, que no escucho.
-¡QUE SE FREGÓ NO MÁS, PARA QUE SEPA!
-Oye, no levantes tanto la voz, que te voy a castigar.
-Es que usté me saca de quicio y me dan los nervios. Tío, por favor, por lo menos no sea tan malo conmigo y cómpreme aunque sea un Centella. ¿Qué es sacar de quicio, querido tío señor Lamordes?
-Lo que estás haciendo conmigo. ¿Para qué quieres un helado Centella con este frío?
-A mí me gusta tomar helado cuando hace frío porque la luenga está calentita y con el helado se pone menos calentita y en veces el helado se pega en la luenga y es súper peligroso porque en el colegio me contaron que una vez a un niñito lo tuvieron que llevar al hospital con el helado pegado en la luenga y el dostor se lo tuvo que sacar con un hacha. ¡Es verdá, no es mentira!
-No tienes remedio. Toma tu helado y anda a jugar un rato, ¡pero sin atravesar la calle!
-Gracia, tío, ¡qués güeno usté!
-¡Y cuidado con la "luenga"!
-¿Qué? ¿Ah? ¡No, si a mí no se me pega porque lo voy mascando de la puntita!, ¿no ve?
ElMonito se da vueltas en el closet. Su boca de sapo triste emite pequeños quejidos que no alcanzan a llegar a los oídos de su tío, sentado ante el computador en su oficina. Pero los decibeles de los lamentos van creciendo.
-¡Ay... ay...! ¡Nooo!... ¡El güesito de la costilla... aaaaagggggg!
"Qué raro, me parece escuchar un grito", piensa el tío.
-¡No por favor tío gerenal! ¡Aaaaaaggggggg!
-¡Pero si es el ElMonito! -exclama de pronto y se dirige al closet.
-¡Me duele el alicaten tío, sálveme del capitán... aaggggg!
-Despierta, bellaco, despierta... ya, despierta, que no pasa nada.
-¡No, tío, que el capitán gerenal mestá sacando las uñas con un alicaten! ¡Ayyyy!
-¡Abre los ojos, guarisapo! ¡Despierta!
-¡Ahhhh!, ¿qué? ¡Tío, cuidado, que el capitán Pinochet me puso elestricidá en las costillas! ¡Ay!... ¿dónde está?
-¿Qué te duele?
-Aquí. Mire. Bah, ahora no me duele na. Qué raro, tío, porque recién me dolía cuando el tío capitán gerenal señor Angusto Pinochet me estaba poniendo elestricidá y descués me quería sacar las uñas con un alicaten.
-¿De dónde sacaste esas burradas?
-Es que parece que anoche vi en las noticias que unos señores decían que los habían detenido y descués los habían desaparecido y que los habían exterminado como ratones y que el traidor era ese viejito que sale en la tele con iniforme azul que se llama gerenal capitán eselentísimo Angusto Pinochet . Tío, ¿qué es exterminal?
-Matar.
-Chuta. ¿El viejito los mató con un alicaten? ¿Y cómo tiene tanta fuerza?
-Mmm... me quieres meter en enredos mayores. ¿Sabes quién fue Pinochet?
-¡Sí!
-A ver. Dime quién fue.
-Un señor viejito que se puso gordito y que todos los días se enferma y parece que el otro día lo tuvieron que llevar al dostor y el dostor que menos mal que no era el dostor Cao de Nanllín porque osinó le habría sacado el corazón, entonces en vez que eso el dostor le puso una indección y lo mandó a la casa de nuevo en un auto grande, ¡más grande que una limusina!
-No has dicho nada inteligente todavía.
-Pero si le dije lo que me preguntó. ¿No ve que es injusto?
-Te pregunté quién fue, no quién es.
-Ah, era un viejito que antes no estaba tan viejito porque estaba más joven, porque los viejitos se van poniendo viejitos y no se les nota, pero de repente se les nota, como cuando cumplen 25 años. Oiga tío, ¿por qué los viejitos no se tiñen el pelo y las viejitas se tiñen el pelo?
-¿Me vas a decir ahora que Pinochet se tiñe el pelo?
-¡Justo no me entendió!, ¿no ve que ni siquera mestá escuchando lo que le digo? Yo le digo que por qué los viejitos NO se tiñen el pelo en vez que las viejitas SE TIÑEN EL PELO. ¿No ve?
-Mira, como siempre no hemos llegado a nada, no has aprendido nada y me vuelves a sulfurar. ¡Te mando de nuevo al closet, gaznápiro cara de renacuajo!
-No tío, por favor, que me queda el último día de vacaciones de invierno y quero disfrutarlo y quero que me lleve al Buinsó.
-Mira, eso es imposible. Tal vez para el 18 pueda ser. Además, las vacaciones ya se acabaron y tienes que hacer tu mochila... ¡porque mañana te espera el colegio, ja ja ja, eso me gustó!
-Mentira, no es verdá. Mañana no tengo clase porque la tía dijo que nuabía clase porque no sé, pero nuabía. Así que se fregó.
-¿Cómo dijiste?
-Así.... que.... se... fregó.
-Más alto, que no escucho.
-¡QUE SE FREGÓ NO MÁS, PARA QUE SEPA!
-Oye, no levantes tanto la voz, que te voy a castigar.
-Es que usté me saca de quicio y me dan los nervios. Tío, por favor, por lo menos no sea tan malo conmigo y cómpreme aunque sea un Centella. ¿Qué es sacar de quicio, querido tío señor Lamordes?
-Lo que estás haciendo conmigo. ¿Para qué quieres un helado Centella con este frío?
-A mí me gusta tomar helado cuando hace frío porque la luenga está calentita y con el helado se pone menos calentita y en veces el helado se pega en la luenga y es súper peligroso porque en el colegio me contaron que una vez a un niñito lo tuvieron que llevar al hospital con el helado pegado en la luenga y el dostor se lo tuvo que sacar con un hacha. ¡Es verdá, no es mentira!
-No tienes remedio. Toma tu helado y anda a jugar un rato, ¡pero sin atravesar la calle!
-Gracia, tío, ¡qués güeno usté!
-¡Y cuidado con la "luenga"!
-¿Qué? ¿Ah? ¡No, si a mí no se me pega porque lo voy mascando de la puntita!, ¿no ve?
Friday, July 22, 2005
Las dudas del "detestive"
-¿Qué haces con esa lupa, tontorrón?
-Estoy investigando porque cuando grande voy a ser detestive, querido tío señor Lamordes.
-¿Y se podría saber qué estás investigando agachado en el patio?
-Estoy investigando la vida de las hormigas, tío. ¡Van todas en filita pero algunas no van tan en filita y cueden perderse! A mí me gusta verlas de cerca con la lupa, pero recién tío puse la lupa al sol y alumbré una hormiga y le salió humo a la hormiga tío y se quemó. ¡Es verdá, no es mentira!
-Mataste una hormiga, criminal.
-Lo hice sin querer, tío y me dio pena. Le estoy haciendo un furenal, ¿ve? La fila de hormiguitas llega hasta ese hoyito, mire, y al lado del hoyito está la hormiga caláver. Mire con la lupa... chuta, se quemó otra hormiga, tío, voy a tener que hacer dos furenales.
-Faltan las flores.
-¡No, si ya las traje! ¿No ve que éstas son?
-Tienes razón. ¿Y la carroza?
-No pos tío, ¡cómo van a llevar a las hormigas en carroza! ¿No ve que no hay escalerita para que se suban a la carroza y tan poco hay caballos enanitos que vayan adelante de la carroza? ¿Y tan bien cómo van a ir en carroza si no tienen ataúl?
-Oye, parece que te estás poniendo inteligente. Te han hecho bien las vacaciones de invierno. A lo mejor te llevo este domingo al famoso Buin Zoo.
-Mejor vamos descués del domingo tío, porque el domingo quero ir a misa.
-Qué cosa más rara. ¿Par qué quieres ir a misa?
-Para probar la hostia. Dicen que es riiiiiica. El otro día un niñito dijo que era como una galleta de agua pero sin agua y blanquita, no de color de galleta de agua, o sea que era casi igual.
-Ya.
-Tío...
-Qué.
-¿Las hormigas son de qué reino? ¿Del reino de las plantas?
-Cómo van a ser del reino de las plantas, gaznápiro. Son del reino animal.
-¡Pero son muy chicas! El reino animal es de los liones y los vanviros. Tío, ¿en Chile hay vanviros que chupen sangre?
-No, pero muerden y la otra vez mordieron a una gata. ¿Que no te acuerdas?
-Sí me acuerdo, tío, pero fue un murciégalo y no un vanviro. Mordió a la gatita Luz y descués la gatita Luz se arrancó y parece que se perdió en los cerros de Valparaíso. Quero ir a Valparaíso para andar en asensol.
-Ya, deja eso y vamos altiro.
-¿Verdá?
-Ja ja ja, qué va a ser verdad. Sigue jugando con las hormigas, será mejor, que ahora tengo que hacer.
-Chuta, casi fui a Valparaíso. Ese es mi destino de ser un pobre y triste ElMonito. ¡Lo único que falta es que usté me bote al tarro de la basura!
-Si te portas mal lo voy a hacer. Recuérdalo.
-Mestoy portando bien, tío, porque estoy investigando para ser detestive y cuando sea grande voy a solucionar los grandes casos policiales, para que sepa.
-Ya, sigue estudiando entonces.
-Oiga, las hormiguitas se fueron todas tío. Parece que les dio frío. Chuta, entonces ahora tengo que hacer el furenal... tan tan tan... ya hice el furenal. Mire, las enterré y ya se fueron al cielo.
-Amén.
-Tío...
-Qué.
-¿Por qué se fueron al cielo si yo las enterré en la tierra. ¿El cielo está adentro de la tierra? ¿Que no estaba en las nubes donde Dios mira a los señores de la tierra con una balbita blanca?
-Mira, lo único que te digo es que por ese camino llegarás a ser un muy buen detective. ¡Haces tantas preguntas!
-Gracia.
-Estoy investigando porque cuando grande voy a ser detestive, querido tío señor Lamordes.
-¿Y se podría saber qué estás investigando agachado en el patio?
-Estoy investigando la vida de las hormigas, tío. ¡Van todas en filita pero algunas no van tan en filita y cueden perderse! A mí me gusta verlas de cerca con la lupa, pero recién tío puse la lupa al sol y alumbré una hormiga y le salió humo a la hormiga tío y se quemó. ¡Es verdá, no es mentira!
-Mataste una hormiga, criminal.
-Lo hice sin querer, tío y me dio pena. Le estoy haciendo un furenal, ¿ve? La fila de hormiguitas llega hasta ese hoyito, mire, y al lado del hoyito está la hormiga caláver. Mire con la lupa... chuta, se quemó otra hormiga, tío, voy a tener que hacer dos furenales.
-Faltan las flores.
-¡No, si ya las traje! ¿No ve que éstas son?
-Tienes razón. ¿Y la carroza?
-No pos tío, ¡cómo van a llevar a las hormigas en carroza! ¿No ve que no hay escalerita para que se suban a la carroza y tan poco hay caballos enanitos que vayan adelante de la carroza? ¿Y tan bien cómo van a ir en carroza si no tienen ataúl?
-Oye, parece que te estás poniendo inteligente. Te han hecho bien las vacaciones de invierno. A lo mejor te llevo este domingo al famoso Buin Zoo.
-Mejor vamos descués del domingo tío, porque el domingo quero ir a misa.
-Qué cosa más rara. ¿Par qué quieres ir a misa?
-Para probar la hostia. Dicen que es riiiiiica. El otro día un niñito dijo que era como una galleta de agua pero sin agua y blanquita, no de color de galleta de agua, o sea que era casi igual.
-Ya.
-Tío...
-Qué.
-¿Las hormigas son de qué reino? ¿Del reino de las plantas?
-Cómo van a ser del reino de las plantas, gaznápiro. Son del reino animal.
-¡Pero son muy chicas! El reino animal es de los liones y los vanviros. Tío, ¿en Chile hay vanviros que chupen sangre?
-No, pero muerden y la otra vez mordieron a una gata. ¿Que no te acuerdas?
-Sí me acuerdo, tío, pero fue un murciégalo y no un vanviro. Mordió a la gatita Luz y descués la gatita Luz se arrancó y parece que se perdió en los cerros de Valparaíso. Quero ir a Valparaíso para andar en asensol.
-Ya, deja eso y vamos altiro.
-¿Verdá?
-Ja ja ja, qué va a ser verdad. Sigue jugando con las hormigas, será mejor, que ahora tengo que hacer.
-Chuta, casi fui a Valparaíso. Ese es mi destino de ser un pobre y triste ElMonito. ¡Lo único que falta es que usté me bote al tarro de la basura!
-Si te portas mal lo voy a hacer. Recuérdalo.
-Mestoy portando bien, tío, porque estoy investigando para ser detestive y cuando sea grande voy a solucionar los grandes casos policiales, para que sepa.
-Ya, sigue estudiando entonces.
-Oiga, las hormiguitas se fueron todas tío. Parece que les dio frío. Chuta, entonces ahora tengo que hacer el furenal... tan tan tan... ya hice el furenal. Mire, las enterré y ya se fueron al cielo.
-Amén.
-Tío...
-Qué.
-¿Por qué se fueron al cielo si yo las enterré en la tierra. ¿El cielo está adentro de la tierra? ¿Que no estaba en las nubes donde Dios mira a los señores de la tierra con una balbita blanca?
-Mira, lo único que te digo es que por ese camino llegarás a ser un muy buen detective. ¡Haces tantas preguntas!
-Gracia.
Monday, July 18, 2005
¡Castigado!
Lunes 18, los niños viajan felices en el Metrotrén junto a sus papás rumbo al Zoológico de Buin. Se nota que están de vacaciones de invierno. El zoológico es un hervidero y los pequeñines olvidan el frío no debido al sol de invierno sino a la emoción de ver animales tan de cerca.
Pero ElMonito tendrá que conformarse con verlos en el recuerdo, en su memoria, ya que esta vez ni siquiera puede sintonizar el Animal Planet. Ahora mismo está castigado, tal como temía, dentro del fatídico closet en que pasa sus peores días cuando el tío encuentra que se ha portado mal.
Reflexiona lleno de miedo acerca de la oscuridad, la soledad, el abandono, la maldad de los mayores, la propia culpa, todas vivencias que no se quisiera ni el más frío e insensible de los comandos.
A veces le resbala una lágrima por la mejilla. No logra controlarla y le sale sola. Está sentado y cruza sus manos alrededor de sus piernas. De afuera escucha la voz de su tío.
-¿Viste lo que te pasó por sacarte malas notas?
Se le antoja una voz cruel. Intenta responderle, pero no le salen las palabras. Su tío agrega:
-Yo te lo advertí, bien clarito. Te dije que te quedarías sin zoológico si la libreta venía mala.
-Pero tío, yo no sabía Nabuconodosor, osea que me la sabía pero se me le olvidó y por eso me saqué un dos...
Su tío no lo escucha porque ahora está preparando sus escritos en la computadora, que queda bastante lejos del closet donde lo tiene castigado. Íntimamente, sin embargo, su estado tampoco es de los mejores. En su corazón se libra una batalla desde que encerró al títere de orejas largas. "Está sufriendo, pero le hará bien. Le servirá para poner más dedicación a sus materias'', piensa mientras teclea. Pero no pasan dos minutos y el pensamiento cambia. "No lo merece, después de todo es sólo niño; ¿o es que acaso yo no tuve malas notas también?"
Al caer la tarde el arrepentimiento vence al espíritu didáctico que aloja en él y abre el closet.
-Ya. Ven conmigo. Ha sido suficiente.
ElMonito no contesta. Duerme arrinconado, a sobresaltos.
-Despierta, ElMonito. Te voy a llevar esta noche a mi casa.
-Ah, tío, estaba soñando un sueño con la Era del yelo que vi en el Canal 13. Yo iba con el mamú y el tigre con colmillos y descués nos refalábamos por el yelo. ¡Era riiiico!
-¿Se te pasó la tristeza?
-No tanto. ¿Verdá que me va llevar a la casa de usté?
-Sí, vamos.
-¿Va a estar la Lunita y la Vale?
-Sí.
-¿Los cuede llevar a los tres al Sológico de Buinsó?
-Recuerda que estás castigado. Como mucho te saqué del closet. Ni sueñes con eso.
-Chuta, fregué no más. Qué se le va hacer. Pero lo importante es que a lo mejor la Lunita tiene láminas de la Guerra de las Galasias y me las cambia por las repetidas, ¡chuta, ojalá que tenga la 25!
Pero ElMonito tendrá que conformarse con verlos en el recuerdo, en su memoria, ya que esta vez ni siquiera puede sintonizar el Animal Planet. Ahora mismo está castigado, tal como temía, dentro del fatídico closet en que pasa sus peores días cuando el tío encuentra que se ha portado mal.
Reflexiona lleno de miedo acerca de la oscuridad, la soledad, el abandono, la maldad de los mayores, la propia culpa, todas vivencias que no se quisiera ni el más frío e insensible de los comandos.
A veces le resbala una lágrima por la mejilla. No logra controlarla y le sale sola. Está sentado y cruza sus manos alrededor de sus piernas. De afuera escucha la voz de su tío.
-¿Viste lo que te pasó por sacarte malas notas?
Se le antoja una voz cruel. Intenta responderle, pero no le salen las palabras. Su tío agrega:
-Yo te lo advertí, bien clarito. Te dije que te quedarías sin zoológico si la libreta venía mala.
-Pero tío, yo no sabía Nabuconodosor, osea que me la sabía pero se me le olvidó y por eso me saqué un dos...
Su tío no lo escucha porque ahora está preparando sus escritos en la computadora, que queda bastante lejos del closet donde lo tiene castigado. Íntimamente, sin embargo, su estado tampoco es de los mejores. En su corazón se libra una batalla desde que encerró al títere de orejas largas. "Está sufriendo, pero le hará bien. Le servirá para poner más dedicación a sus materias'', piensa mientras teclea. Pero no pasan dos minutos y el pensamiento cambia. "No lo merece, después de todo es sólo niño; ¿o es que acaso yo no tuve malas notas también?"
Al caer la tarde el arrepentimiento vence al espíritu didáctico que aloja en él y abre el closet.
-Ya. Ven conmigo. Ha sido suficiente.
ElMonito no contesta. Duerme arrinconado, a sobresaltos.
-Despierta, ElMonito. Te voy a llevar esta noche a mi casa.
-Ah, tío, estaba soñando un sueño con la Era del yelo que vi en el Canal 13. Yo iba con el mamú y el tigre con colmillos y descués nos refalábamos por el yelo. ¡Era riiiico!
-¿Se te pasó la tristeza?
-No tanto. ¿Verdá que me va llevar a la casa de usté?
-Sí, vamos.
-¿Va a estar la Lunita y la Vale?
-Sí.
-¿Los cuede llevar a los tres al Sológico de Buinsó?
-Recuerda que estás castigado. Como mucho te saqué del closet. Ni sueñes con eso.
-Chuta, fregué no más. Qué se le va hacer. Pero lo importante es que a lo mejor la Lunita tiene láminas de la Guerra de las Galasias y me las cambia por las repetidas, ¡chuta, ojalá que tenga la 25!
Wednesday, July 13, 2005
"¿Al tío Lavandero lo van a mandar a la lavandería?"
-¿El tío Lavandero es malo, tío?
-¡Qué has estado leyendo, gaznápiro!
-Es que vi en el diraio que el tío Lavandero era malo y que a lo mejor lo iban a mandar a la carcen, chuta ojalá que no lo manden a la lavandería. ¿En la carcen hay lavadora, tío, o hay que lavar la ropa en la tina?
-¿Sabes quién es el famoso tío Lavandero?
-No sé... sí sé. Es un tío que le tocó el poto a una niñita. Yo lo vi en Contacto del Canal 13. Iba entrando a la casa que estaba al lado de un río, y el agua del río era clariiita... Yo quero bañarme en el agua del río de la casa del tío Lavandero, porque es clarita. Y me gustaría pescar una colvina, porque es rico pescar truchas. Lo más rico es cuando los pescados quedan pescados en el anzuelo y descués se mueven y tienen los ojos tristes los pescados tío. Y los dientecitos son chicos, como dientes de pescado. La otra vez en el supermercado Liren toqué un pescado y el señor que vendía pescado me retó.
-Ya.
-¿Pero es malo el tío que le digo yo, tío? No el tío de usté. El otro tío.
-¿Malo? Mmm, se podría decir que sí. Malo o enfermo. O enfermo de malo.
-¿Por qué es malo? ¿Qué hizo el tío que no es usté, el otro tío, ese que tiene una casa al lado de un río que tiene el agua clarita, querido tío señor Lamordes?
-No sé. ¡Me pones en problemas, animal! ¿Dejarás de hacer preguntas algún día?
-Pero es que yo tengo que saber las cosas, ¿no ve que si no sé las cosas entonces en la escuela me cuedo sacar un uno? La otra vez me preguntaron Nabuconodosor y puse Nabucodonosor y me saqué un dos, para que sepa.
-Eso ya lo dijiste. Y que quieres ir al Buin Zoo también.
-Entonces ahora quero saber qué hizo el tío Lavandero. ¿Es malo tocar a los niños, tío?
-Depende de qué hagan. Yo te hago cariño y eso no es malo, pero si te hace cariño otra persona puede ser malo.
-¿Y si la tía del colegio me hace cariño?
-Mira, así como está este mundo, hacer cualquier clase de cariño se está volviendo malo y poner bombas es bueno.
-¿Los señores que hicieron la explotación de Inglaterra son güenos o son malos? Yo creo que son malos por que dan susto, ¿nocierto?
-Pero ellos creen que son buenos y hasta rezan y agradecen por sus acciones.
-¿Entonces quere decir que el tío Lavandero es güeno o es malo, tío?
-¿Sabes qué más? Dejemos esta conversación para otro día más mejor, como decía Leonel Sánchez.
-¿Quén es Lionel Sánchez, tío?
-Un gran futbolista.
-¿Mejor que el Matador?
-Mejor que el Matador.
-¿Y por qué no juega entonces en la selección y los vamos al Mundial de Alemania?
-Porque ya está muy viejito para jugar.
-Quero ir al mundial de Alemania.
-Ya. Siéntate a esperar, tranquilito nomás, que yo te voy a llevar.
-Qués güeno usté, tío, menos mal que no está retón. Pero lo único malo es que no me dijo qué hació el tío Lavandero. Pero no importa, por que lo quero igual.
-Y yo a ti, enano de orejas largas. Ahora anda a jugar con tus amigos y olvídate del mundo un rato.
-Ya, chao tío. Envuelvo ligerito.
-¡Qué has estado leyendo, gaznápiro!
-Es que vi en el diraio que el tío Lavandero era malo y que a lo mejor lo iban a mandar a la carcen, chuta ojalá que no lo manden a la lavandería. ¿En la carcen hay lavadora, tío, o hay que lavar la ropa en la tina?
-¿Sabes quién es el famoso tío Lavandero?
-No sé... sí sé. Es un tío que le tocó el poto a una niñita. Yo lo vi en Contacto del Canal 13. Iba entrando a la casa que estaba al lado de un río, y el agua del río era clariiita... Yo quero bañarme en el agua del río de la casa del tío Lavandero, porque es clarita. Y me gustaría pescar una colvina, porque es rico pescar truchas. Lo más rico es cuando los pescados quedan pescados en el anzuelo y descués se mueven y tienen los ojos tristes los pescados tío. Y los dientecitos son chicos, como dientes de pescado. La otra vez en el supermercado Liren toqué un pescado y el señor que vendía pescado me retó.
-Ya.
-¿Pero es malo el tío que le digo yo, tío? No el tío de usté. El otro tío.
-¿Malo? Mmm, se podría decir que sí. Malo o enfermo. O enfermo de malo.
-¿Por qué es malo? ¿Qué hizo el tío que no es usté, el otro tío, ese que tiene una casa al lado de un río que tiene el agua clarita, querido tío señor Lamordes?
-No sé. ¡Me pones en problemas, animal! ¿Dejarás de hacer preguntas algún día?
-Pero es que yo tengo que saber las cosas, ¿no ve que si no sé las cosas entonces en la escuela me cuedo sacar un uno? La otra vez me preguntaron Nabuconodosor y puse Nabucodonosor y me saqué un dos, para que sepa.
-Eso ya lo dijiste. Y que quieres ir al Buin Zoo también.
-Entonces ahora quero saber qué hizo el tío Lavandero. ¿Es malo tocar a los niños, tío?
-Depende de qué hagan. Yo te hago cariño y eso no es malo, pero si te hace cariño otra persona puede ser malo.
-¿Y si la tía del colegio me hace cariño?
-Mira, así como está este mundo, hacer cualquier clase de cariño se está volviendo malo y poner bombas es bueno.
-¿Los señores que hicieron la explotación de Inglaterra son güenos o son malos? Yo creo que son malos por que dan susto, ¿nocierto?
-Pero ellos creen que son buenos y hasta rezan y agradecen por sus acciones.
-¿Entonces quere decir que el tío Lavandero es güeno o es malo, tío?
-¿Sabes qué más? Dejemos esta conversación para otro día más mejor, como decía Leonel Sánchez.
-¿Quén es Lionel Sánchez, tío?
-Un gran futbolista.
-¿Mejor que el Matador?
-Mejor que el Matador.
-¿Y por qué no juega entonces en la selección y los vamos al Mundial de Alemania?
-Porque ya está muy viejito para jugar.
-Quero ir al mundial de Alemania.
-Ya. Siéntate a esperar, tranquilito nomás, que yo te voy a llevar.
-Qués güeno usté, tío, menos mal que no está retón. Pero lo único malo es que no me dijo qué hació el tío Lavandero. Pero no importa, por que lo quero igual.
-Y yo a ti, enano de orejas largas. Ahora anda a jugar con tus amigos y olvídate del mundo un rato.
-Ya, chao tío. Envuelvo ligerito.
Monday, July 11, 2005
"¡Quero ir al Buinsó!"
-Tío.
-¿Qué? ¿Tú de nuevo? ¡Cuándo diablos me dejarás tranquilo!
-Tío... es que...
-Es que qué. ¿No te puedes estar callado aunque sea un minuto?... ¡Estos títeres! Ya no son como los de antes.
-¿Cómo eran los títeres de antes, querido tío Señor Lamordes?
-Los títeres de antes, para que sepas, no comían con los grandes, no hablaban en la mesa y hacían todas sus tareas.
-¿Verdá que los títeres de antes no podían hablar para los viernes santos?
-Así es. Y el jueves tampoco y el sábado tampoco.
-A mí me da pena el viernes santos porque se murió el Señor Cejú. ¿Y verdá que antes no había conejitos de Cuascua de chocolate?
-¡Oye, estás hablando de un tema que pasó hace rato! Estamos en julio. ¿O quieres hablar de la Navidad o del Día del Niño? Glup, ya falta poco... mejor me callo.
-No, tío, yo quero pedirle con toda humildá que para las vacaciones de invierno me lleve al Sológico de Buin, ése que se llama Buinsó.
-¿Y por qué mejor no vamos al Zoológico del cerro San Cristóbal?
-Es que en el Buinsó hay más animales, tío. Dicen que hay jaibas y cuerpo espines.
-Oye, mequetrefe de trapo. En el Zoológico del cerro hay muchísimos más animales.
-Es que la otra vez que fuimos el lión ladró y me dio susto, y en el Buinsó los liones no ladran así que a los niños les da menos susto, chuta, ojalá.
-A todo esto... quiero ver esa libreta de notas.
-Dijo la señorita que me la va entregar parece que el viernes osino dijo que parece que tiene que ir a buscarla usté porque dice que tiene que conversar con usté, yo creo que quere pololiar con usté, tío. ¡Y es bonita, para que sepa! Una vez se agachó porque se le cayó la tiza y se le vieron donde terminan las medias y a mí me dio una elestricidá.
-Vaya, vaya, me estoy interesando. Dile que este viernes iré a verla, sin falta. Pero a todo esto... qué raro me parece... ¿no tendrás malas notas?
-Tengo un puro rojo, querido tío Señor Lamordes.
-¿En qué?
-En ortografía. Es que no alcancé a estudiarme las palabras del distado y eran difíííííciles, ¿sabe qué palabra preguntaron?
-¿Cuál?
-Nabuconodosor.
-Nabucodonosor, querrás decir.
-Nabuconodosor, esa misma. Parece que fallé y me saqué un dos.
-Mmm, entonces no te llevo al zoológico hasta que mejores las notas.
-¡No, tío! ¿No ve que usté descués no cumple y me voy a quedar sin andar en tren!
-¿Cómo andar en tren? ¿A qué te refieres?
-Es que al Sológico Buinsó hay que ir en tren y yo quero andar en tren.
-Conque era eso. Bueno. Esperaré a ver qué me dice tu profesora y decidiremos el viernes.
-Chuta, estoy frito, nadien me quere y para más colmo ni siquera voy a poder andar en tren. Soy un pobre y triste ElMonito que me van a botar al tarro de la basura...
-Ya, insecto manipulador. No te quejes y esperemos al viernes. ¿Cómo sabes si me compadezco?
-Chuta, ojalá.
-¿Qué? ¿Tú de nuevo? ¡Cuándo diablos me dejarás tranquilo!
-Tío... es que...
-Es que qué. ¿No te puedes estar callado aunque sea un minuto?... ¡Estos títeres! Ya no son como los de antes.
-¿Cómo eran los títeres de antes, querido tío Señor Lamordes?
-Los títeres de antes, para que sepas, no comían con los grandes, no hablaban en la mesa y hacían todas sus tareas.
-¿Verdá que los títeres de antes no podían hablar para los viernes santos?
-Así es. Y el jueves tampoco y el sábado tampoco.
-A mí me da pena el viernes santos porque se murió el Señor Cejú. ¿Y verdá que antes no había conejitos de Cuascua de chocolate?
-¡Oye, estás hablando de un tema que pasó hace rato! Estamos en julio. ¿O quieres hablar de la Navidad o del Día del Niño? Glup, ya falta poco... mejor me callo.
-No, tío, yo quero pedirle con toda humildá que para las vacaciones de invierno me lleve al Sológico de Buin, ése que se llama Buinsó.
-¿Y por qué mejor no vamos al Zoológico del cerro San Cristóbal?
-Es que en el Buinsó hay más animales, tío. Dicen que hay jaibas y cuerpo espines.
-Oye, mequetrefe de trapo. En el Zoológico del cerro hay muchísimos más animales.
-Es que la otra vez que fuimos el lión ladró y me dio susto, y en el Buinsó los liones no ladran así que a los niños les da menos susto, chuta, ojalá.
-A todo esto... quiero ver esa libreta de notas.
-Dijo la señorita que me la va entregar parece que el viernes osino dijo que parece que tiene que ir a buscarla usté porque dice que tiene que conversar con usté, yo creo que quere pololiar con usté, tío. ¡Y es bonita, para que sepa! Una vez se agachó porque se le cayó la tiza y se le vieron donde terminan las medias y a mí me dio una elestricidá.
-Vaya, vaya, me estoy interesando. Dile que este viernes iré a verla, sin falta. Pero a todo esto... qué raro me parece... ¿no tendrás malas notas?
-Tengo un puro rojo, querido tío Señor Lamordes.
-¿En qué?
-En ortografía. Es que no alcancé a estudiarme las palabras del distado y eran difíííííciles, ¿sabe qué palabra preguntaron?
-¿Cuál?
-Nabuconodosor.
-Nabucodonosor, querrás decir.
-Nabuconodosor, esa misma. Parece que fallé y me saqué un dos.
-Mmm, entonces no te llevo al zoológico hasta que mejores las notas.
-¡No, tío! ¿No ve que usté descués no cumple y me voy a quedar sin andar en tren!
-¿Cómo andar en tren? ¿A qué te refieres?
-Es que al Sológico Buinsó hay que ir en tren y yo quero andar en tren.
-Conque era eso. Bueno. Esperaré a ver qué me dice tu profesora y decidiremos el viernes.
-Chuta, estoy frito, nadien me quere y para más colmo ni siquera voy a poder andar en tren. Soy un pobre y triste ElMonito que me van a botar al tarro de la basura...
-Ya, insecto manipulador. No te quejes y esperemos al viernes. ¿Cómo sabes si me compadezco?
-Chuta, ojalá.
Thursday, July 07, 2005
"¡Tío, hay una explotación de una micro en Londres!''
-Tío, despierte. ¡Despierte, tío!
-Hummm... qué... pasa...
-Tío, despierte, que parece que hubo una guerra en Londres. Yo estaba viendo el Discoverichánel cuando cambié el canal y estaban dando una explotación de una bomba que hizo tira el techo de una micro rojita y descués los señores salían con sangre y parece que algunos señores se murieron, chuta, me da susto, tío... ¿dónde queda Londres? ¿Queda cerca de Santiago?
-Hummm... por lo que te escucho estás hablando de un nuevo atentado... espera un poco... deja vestirme rápido.
-Apúrese, tío, que están repitiendo las imágenes. ¡Venga!
-Mmm... tienes razón. La barbarie, nuevamente.
-¿Qué es la barbarie, tío? ¿Es peligroso?
-Mmm... qué pena que el mundo esté así, ElMonito. Tú no debieras ver esas cosas, pero por desgracia te tocó nacer en este tiempo.
-Yo estaba viendo una pelea de un tigre contra un oso, ¡y ganaba el oso, tío, es verdá, no es mentira! Yo creía que iba ganar el tigre, pero ganó el oso. Entonces me cambié de canal y vi la explotación de la bomba en Londres. ¿Queda cerca Londres, tío?
-Hoy todo está cerca. Nada queda lejos. Lo que pasa en Londres puede pasar en Santiago.
-Me da susto, tío. ¿Cuede haber una explotación en Santiago? Entonces no quero andar en micro ni quero andar en Metro. Quero puro ir a la escuela a pata.
-A pie.
-Me gusta más en auto. ¿Cuede haber una explotación en el auto de usté? La otra vez sonó como una bomba, ¿se acuerda?
-Era el motor, que estaba descalibrado.
-Chuta. Tío, ¿quén tiró las bombas?
-Los de Al Qaeda, dicen. ¡Déjame tranquilo, animalejo!
-Ya, pero no me rete. Tío...
-¡Qué te pasa ahora!
-Es que me da susto que tiren bombas. Yo quero que no tiren bombas en Santiago. Además que si tiran bombas no vamos a poder ir a canjiar las láminas de la Guerra de las Galasias donde Salo. ¿No ve que me prometió...
-¡Cállate de una vez por todas y déjame ver las noticias!
-Ya, ¿pero me va llevar a completar el álbun?
-Sí, gaznápiro de trapo y orejas largas. Te voy a llevar, pero dame media hora.
-Chuta, ojalá que no cierren, por que si cierran entonces no voy a poder completar el álbun y no voy a poder conculsar en el conculso que regalan una espada del yedái, tío. ¡Quero tener una espada del yedái!
-Ya, majadero, veremos si te sacas el premio, pero antes, dime: ¿qué hacías tan temprano viendo la televisión?
-Es que me dio insocnio por que de los nervios por completar el álbun me desperté tempranito para ir a Salo a completar el álbun, tío. ¡Es verdá, no es mentira!
-Hummm... qué... pasa...
-Tío, despierte, que parece que hubo una guerra en Londres. Yo estaba viendo el Discoverichánel cuando cambié el canal y estaban dando una explotación de una bomba que hizo tira el techo de una micro rojita y descués los señores salían con sangre y parece que algunos señores se murieron, chuta, me da susto, tío... ¿dónde queda Londres? ¿Queda cerca de Santiago?
-Hummm... por lo que te escucho estás hablando de un nuevo atentado... espera un poco... deja vestirme rápido.
-Apúrese, tío, que están repitiendo las imágenes. ¡Venga!
-Mmm... tienes razón. La barbarie, nuevamente.
-¿Qué es la barbarie, tío? ¿Es peligroso?
-Mmm... qué pena que el mundo esté así, ElMonito. Tú no debieras ver esas cosas, pero por desgracia te tocó nacer en este tiempo.
-Yo estaba viendo una pelea de un tigre contra un oso, ¡y ganaba el oso, tío, es verdá, no es mentira! Yo creía que iba ganar el tigre, pero ganó el oso. Entonces me cambié de canal y vi la explotación de la bomba en Londres. ¿Queda cerca Londres, tío?
-Hoy todo está cerca. Nada queda lejos. Lo que pasa en Londres puede pasar en Santiago.
-Me da susto, tío. ¿Cuede haber una explotación en Santiago? Entonces no quero andar en micro ni quero andar en Metro. Quero puro ir a la escuela a pata.
-A pie.
-Me gusta más en auto. ¿Cuede haber una explotación en el auto de usté? La otra vez sonó como una bomba, ¿se acuerda?
-Era el motor, que estaba descalibrado.
-Chuta. Tío, ¿quén tiró las bombas?
-Los de Al Qaeda, dicen. ¡Déjame tranquilo, animalejo!
-Ya, pero no me rete. Tío...
-¡Qué te pasa ahora!
-Es que me da susto que tiren bombas. Yo quero que no tiren bombas en Santiago. Además que si tiran bombas no vamos a poder ir a canjiar las láminas de la Guerra de las Galasias donde Salo. ¿No ve que me prometió...
-¡Cállate de una vez por todas y déjame ver las noticias!
-Ya, ¿pero me va llevar a completar el álbun?
-Sí, gaznápiro de trapo y orejas largas. Te voy a llevar, pero dame media hora.
-Chuta, ojalá que no cierren, por que si cierran entonces no voy a poder completar el álbun y no voy a poder conculsar en el conculso que regalan una espada del yedái, tío. ¡Quero tener una espada del yedái!
-Ya, majadero, veremos si te sacas el premio, pero antes, dime: ¿qué hacías tan temprano viendo la televisión?
-Es que me dio insocnio por que de los nervios por completar el álbun me desperté tempranito para ir a Salo a completar el álbun, tío. ¡Es verdá, no es mentira!
Saturday, July 02, 2005
ElMonito quiere tener parientes
-¡Tío!
-Qué.
-¿Usté es el único pariente que tengo?
-Tú no tienes parientes. Yo suy tu tío por lástima, porque un día vi que te vendían en la calle a mil pesos y te compré.
-¡Pero cómo! ¡O sea que soy guacho!
-Es la verdad, hay que admitirlo. ¡Pero te quiero como si fueras mi hijo!
-¿Y por qué se ríe cuando dice eso? ¡Yo quero que diga eso de verdá, no de mentira!
-Mmm, entonces te quiero como si fueras mi sobrino.
-¿Pero soy su sobrino o no?
-Sobrino de corazón, no de papeles.
-¿Y qués ser sobrino de papeles?
-Ser sobrino de verdad.
-¿Entonces yo soy su sobrino de mentira?
-Lógico. ¡Cuando se ha visto que un títere sea sobrino de verdad de un hombre!
-... de un hombre que está quedando peladito...
-¡Calla, gaznápiro!, o te mando al closet. Y ahí sí que te quiero ver, mira que una tía dice que en el closet te va a picar una araña de rincón.
-No me asuste, querido tío señor Lamordes. Déme un trencito.
-Toma, agradece que me queda uno. Y no debería darte nada, ya que no me has querido mostrar la libreta de notas.
-Me la van a dar antes de las vacaciones de invierno, tío.
-¿Tienes algún rojo?
-No, yo creo que no tengo niuno, porque antes tenía pero parece que me lo borraron porque hice una crueba de recuperación y lo recuperé, o sea que recuperé el rojo y se convirtió en un azul, tío, ¡es verdá, no es mentira!
-Ya. Me voy.
-¡Espérese un poquito! ¿Cuede conseguirme un papel para ser sobrino suyo de verdá, no de mentira?
-¿Y para qué quieres ser sobrino mío de verdad, no de mentira?
-Para comprar láminas del álbun de la Guerra de las Galasias.
-¿Y de dónde sacaste esa barbaridad?
-¿No ve que los señores que son parientes dicen que tienen más plata que los que no son parientes? Entonces en vez de ser sobrino de mentira de usté yo quero ser sobrino de verdá y entonces parece que me van a dar plata y voy a poder completar el álbun, ¿no ve que me faltan como 87 láminas?
-Qué.
-¿Usté es el único pariente que tengo?
-Tú no tienes parientes. Yo suy tu tío por lástima, porque un día vi que te vendían en la calle a mil pesos y te compré.
-¡Pero cómo! ¡O sea que soy guacho!
-Es la verdad, hay que admitirlo. ¡Pero te quiero como si fueras mi hijo!
-¿Y por qué se ríe cuando dice eso? ¡Yo quero que diga eso de verdá, no de mentira!
-Mmm, entonces te quiero como si fueras mi sobrino.
-¿Pero soy su sobrino o no?
-Sobrino de corazón, no de papeles.
-¿Y qués ser sobrino de papeles?
-Ser sobrino de verdad.
-¿Entonces yo soy su sobrino de mentira?
-Lógico. ¡Cuando se ha visto que un títere sea sobrino de verdad de un hombre!
-... de un hombre que está quedando peladito...
-¡Calla, gaznápiro!, o te mando al closet. Y ahí sí que te quiero ver, mira que una tía dice que en el closet te va a picar una araña de rincón.
-No me asuste, querido tío señor Lamordes. Déme un trencito.
-Toma, agradece que me queda uno. Y no debería darte nada, ya que no me has querido mostrar la libreta de notas.
-Me la van a dar antes de las vacaciones de invierno, tío.
-¿Tienes algún rojo?
-No, yo creo que no tengo niuno, porque antes tenía pero parece que me lo borraron porque hice una crueba de recuperación y lo recuperé, o sea que recuperé el rojo y se convirtió en un azul, tío, ¡es verdá, no es mentira!
-Ya. Me voy.
-¡Espérese un poquito! ¿Cuede conseguirme un papel para ser sobrino suyo de verdá, no de mentira?
-¿Y para qué quieres ser sobrino mío de verdad, no de mentira?
-Para comprar láminas del álbun de la Guerra de las Galasias.
-¿Y de dónde sacaste esa barbaridad?
-¿No ve que los señores que son parientes dicen que tienen más plata que los que no son parientes? Entonces en vez de ser sobrino de mentira de usté yo quero ser sobrino de verdá y entonces parece que me van a dar plata y voy a poder completar el álbun, ¿no ve que me faltan como 87 láminas?
Wednesday, March 02, 2005
ElMonito está "deseccionado"
Estoy muy deseccionado porque nadien ve este bloc, yo creía que lo iba ver mucha gente, como mil cuarenta gente, a lo mejor como mil catorce, pero no lo ve nadien, ni siquera lo ve ni tío.
Ni tío el querido señor Lamordes anda medio raro hoy día, dice que no le resultó nada "¡Y por qué!" le pregunté yo y me dijo ¡cállate animal!'', así me trata no le da ni vergüenza y eso que ahora hay más derechos de los niños yo le digo y él me dice "qué me importa gaznápiro porque tuavía no se inventan los derechos de los títeres", así me dice y casi se me le salen las lágrimas, y cuando él me ve una lágrima que se me quere salir de la carganta me dice "¡Mira, una lágrima de cocodrilo!" y yo le digo "¿no ve que es una lágrima de verdad, para que sepa?" y ni tío se ríe y cuando se ríe yo me alegro porque me gusta más cuando se ríe que cuando está enojado porque cuando está enojado se enoja mientras tanto que cuando se ríe está más contento.
Así que como iba diciendo, me aburrí. ¡Quero hablar con alguien y no hay nadien en el cibelespacio! Ni tío ya se fue para su casa y me dejó solo en el close, menos mal que me cude escapar por un ratito y me metí al poncutador de su oficina, pero ya mejor me voy a ir acostar porque me da un poco de julepe quedarme solo porque ya puro casi quedan unos señores guardas que tienen iniforme y a lo mejor son malos, porque en veces he visto guardas con pistolas, pero no pistolas de fulminante ¡porque son pistolas de verdá!. Son revólveres.
Ni tío el querido señor Lamordes anda medio raro hoy día, dice que no le resultó nada "¡Y por qué!" le pregunté yo y me dijo ¡cállate animal!'', así me trata no le da ni vergüenza y eso que ahora hay más derechos de los niños yo le digo y él me dice "qué me importa gaznápiro porque tuavía no se inventan los derechos de los títeres", así me dice y casi se me le salen las lágrimas, y cuando él me ve una lágrima que se me quere salir de la carganta me dice "¡Mira, una lágrima de cocodrilo!" y yo le digo "¿no ve que es una lágrima de verdad, para que sepa?" y ni tío se ríe y cuando se ríe yo me alegro porque me gusta más cuando se ríe que cuando está enojado porque cuando está enojado se enoja mientras tanto que cuando se ríe está más contento.
Así que como iba diciendo, me aburrí. ¡Quero hablar con alguien y no hay nadien en el cibelespacio! Ni tío ya se fue para su casa y me dejó solo en el close, menos mal que me cude escapar por un ratito y me metí al poncutador de su oficina, pero ya mejor me voy a ir acostar porque me da un poco de julepe quedarme solo porque ya puro casi quedan unos señores guardas que tienen iniforme y a lo mejor son malos, porque en veces he visto guardas con pistolas, pero no pistolas de fulminante ¡porque son pistolas de verdá!. Son revólveres.
Tuesday, March 01, 2005
Genio, estudio y buenas notas
-Tío, tío...
-Qué.
-No los ve nadien.
-Y qué.
-Que no los ve nadien. Imagínese que usté dijo que en el mundo hay más o menos como cinco millones de personas y niuna sola los está viendo.
-Y qué.
-Que yo quero que me vean a mí, porque yo quero ser famoso. ¡Quero ser más famoso que Maradona!
-¿Quieres ser tan famoso como ese tarado baboso que ya no puede ni andar con la droga que toma?
-No, yo quero ser más famoso que el tío Maradona.
-Bueno, haz algo genial entonces o mata al Papa.
-Mejor hago algo genial. ¿Qué es algo genial, tío?
-Lo que hacía Pelé. ¡Ese sí que hacía cosas geniales!
-¿Le pegaba de cabecita, tío?
-Sí.
-Una vez dice usté que el chita Cruz saltó más alto quél y le robó la pelota.
-Eso lo vio en una revista, pero el tío Urrutia O'Nell después me dijo que no era tan cierto.
-¿Que no era cierto, tío? ¿No había revista?
-No había cabecita.
-¿O sea que Pelé no tenía cabeza o o sea que chita Cruz no tenía cabeza?
-Los dos tenían cabeza, pero Pelé tenía más cabeza que el chita Cruz.
-Ah. Quero hacer algo genial.
-Qué.
-Sacarme un siete en inglés.
-Eso no es genial. Eso es simplemente estudiar disciplinadamente.
-¿Los que estudian no son geniales?
-Los genios son genios aunque no estudien.
-Entonces no estudio. Qué bueno.
-¡Entonces estudiarás más que nunca!, porque tú eres un pobre gusano atitiritado que no sirve para nada.
-Tío, ¿ve ques malo usté? Me dieron ganas de llorar.
-La verdad es cruel, querido títere, pero no te hagas mala sangre. Cuando seas grande me agradecerás el haber estudiado.
-¿Para qué sirve estudiar, tío?
-Para sacarte buenas notas. Lo demás no importa. Todas las materias que estudies se irán a la basura, pero habrán quedado las notas.
-En la libreta. A mí me gustan las azules y el número de nota que más me gusta es el siete, porque tiene un palito en la mitad. ¡Es verdá, no es mentira!
-Así es. Y ahora, ¡a estudiar, que llegó marzo!
-No quero. Yo quero que alguien me vea porque quero ser famoso, más famoso que el tío Maradona. Aunque esté guatoncito...
-Qué.
-No los ve nadien.
-Y qué.
-Que no los ve nadien. Imagínese que usté dijo que en el mundo hay más o menos como cinco millones de personas y niuna sola los está viendo.
-Y qué.
-Que yo quero que me vean a mí, porque yo quero ser famoso. ¡Quero ser más famoso que Maradona!
-¿Quieres ser tan famoso como ese tarado baboso que ya no puede ni andar con la droga que toma?
-No, yo quero ser más famoso que el tío Maradona.
-Bueno, haz algo genial entonces o mata al Papa.
-Mejor hago algo genial. ¿Qué es algo genial, tío?
-Lo que hacía Pelé. ¡Ese sí que hacía cosas geniales!
-¿Le pegaba de cabecita, tío?
-Sí.
-Una vez dice usté que el chita Cruz saltó más alto quél y le robó la pelota.
-Eso lo vio en una revista, pero el tío Urrutia O'Nell después me dijo que no era tan cierto.
-¿Que no era cierto, tío? ¿No había revista?
-No había cabecita.
-¿O sea que Pelé no tenía cabeza o o sea que chita Cruz no tenía cabeza?
-Los dos tenían cabeza, pero Pelé tenía más cabeza que el chita Cruz.
-Ah. Quero hacer algo genial.
-Qué.
-Sacarme un siete en inglés.
-Eso no es genial. Eso es simplemente estudiar disciplinadamente.
-¿Los que estudian no son geniales?
-Los genios son genios aunque no estudien.
-Entonces no estudio. Qué bueno.
-¡Entonces estudiarás más que nunca!, porque tú eres un pobre gusano atitiritado que no sirve para nada.
-Tío, ¿ve ques malo usté? Me dieron ganas de llorar.
-La verdad es cruel, querido títere, pero no te hagas mala sangre. Cuando seas grande me agradecerás el haber estudiado.
-¿Para qué sirve estudiar, tío?
-Para sacarte buenas notas. Lo demás no importa. Todas las materias que estudies se irán a la basura, pero habrán quedado las notas.
-En la libreta. A mí me gustan las azules y el número de nota que más me gusta es el siete, porque tiene un palito en la mitad. ¡Es verdá, no es mentira!
-Así es. Y ahora, ¡a estudiar, que llegó marzo!
-No quero. Yo quero que alguien me vea porque quero ser famoso, más famoso que el tío Maradona. Aunque esté guatoncito...
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