Saturday, February 27, 2010

¡Terremoto, tío!

-¡Despierta, ElMonito!
-¿Ah?... ¿qué pasa, tío?
-Está temblando. Levántate.
-Ya.
-Bajemos despacio.
-¡Se están moviendo todas las cosas!
-Ven.
-¡Se están cayendo los vírios!
-Colócate junto a mí, aquí en la puerta.
-No cuedo llegar porque me caigo.
-Espera. Ahora, vamos de la mano.
-¡Ausilio!
-Es un terremoto.
-¡Ausilio!
-No termina nunca.
-¡Se mueven las cosas, tío! Arranquemos más mejor.
-Quédate aquí. Aguanta.
-No cuedo porque no sé. ¡Se mueven los cables y los árboles!
-Sí.
-¡Se va caer la muralla!
-¡Aguanta! ¡Quédate aquí!
Señor Cejú, póngase bueno de nuevo!
-Sigue temblando. Esto es un infierno.
Señor Cejú, voy hacer todas las tareas y no voy a copiar más!
-Parece que está pasando.
Señor Cejú, haga que no se muevan las cosas amén!
-Ya paró.
-Sí. ¡Gracia, Señor Cejú, porque tembló más despacio!
-Ahora veamos cómo quedó la casa.
-No se prenden las luces, tío, porque están todas apagadas.
-Espera, voy por la linterna.
-¡Se cayó la máquina de vírio para sacar jugo!
(Alumbra)
-Es verdad. Y mira los muebles.
-¡Están todos movidos!
-Los jarrones en el suelo, los maceteros se vaciaron, el televisor llegó a la alfombra...
-Parece como una guerra cuando pasan los tanques, tío.
-Estás tiritando, renacuajo.
-No, tío, porque estoy temblando porque el temblor me dejó temblando tuavía, porque fue muy fuerte, porque fue no tan despacio. ¡Fue asqueroso!
-Pero estamos vivos y sanos.
-A lo mejor algunos señores se van a enfermar y se cueden morir, tío. Me da pena y me dan ganas de ponerme a llorar. ¿Cuedo ponerme a llorar un poquito?
-Sí, puedes.
-¡Guaaaaaaaa!
-Fuerza, ElMonito. ¡Fuerza, ánimo y nuestra solidaridad a los amigos de Rancagua, Curicó, Talca, Constitución, Cobquecura, Chillán, Chiguayante, Concepción, Temuco! Los chilenos saldremos adelante otra vez.
-Sí, tío... guaaa... yo tan bien quero eso que dice usté...

Thursday, February 11, 2010

ElMonito en las Torres del Paine mientras brillan y se apagan las estrellas del Festival

-Tío, descanse un poquito porque usté ya se puso viejo para subir las Torres del Pan, así que siéntese y yo lo cuedo esperar lo más bien.
-Sigue caminando, mequetrefe. Y deja de hablar...
-Yo cuedo seguir caminando, pero usté se puso a respirán más fuertey parece que se le están doblando las zapatillas no de aigre. A lo mejor no cuede seguir caminando para ver las Torres del Pan, porque tiene zapatillas no de aigre, mientras tanto que yo tengo zapatillas de caminar caminos.
-¡Camina, te digo! Déjame solo. Yo seguiré después.
-Mejor lo voy a esperar, porque si camino solo entonces descués me cuedo perder, y si me pierdo en la montaña de las Torres del Pan a lo mejor me cuede salir Pata Grande o tan bien me cuede salir el Hombre Lobo, ¡porque el Hombre Lobo ya se entrenó! ¿Cuando me va llevar a ver el Hombre Lobo, querido tío Señor Lamordes?
-¿No ves que estamos como a dos mil kilómetros de Santiago, renacuajo, y que aquí no hay cines, no hay café, no hay estufa, no hay ni un techo para la carpa?
-¿Pero por qué se enoja tío, si lo estamos pasando también?
-Tú lo estarás pasando bien, gaznápiro. Lo que es yo, ya no doy más...
-A lo mejor echa de menos su poncutador de botnuc, pero nuimporta, porque descués que lleguemos a las Torres del Pan entonces cuando bajemos a lo mejor descués cuede ir a escribir al botnuc que queda al otro día.
-Gracias.
-¿Ya se descansó?
-Sí. Sigamos caminando.
-¿Como cuánto falta, querido tío Señor Lamordes?
-Como tres kilómetros, decía la última señal.
-¿Eso es harto o es poco?
-Es demasiado.
-Qué bueno, porque yo no quero que se termine nunca, porque cuando uno camina se ven los trecipicios y el agua cayendo por los trecipicios, igual que Las dos torres del Señor de los Anillos. ¡Mejor que Las dos torres del Señor de los Anillos!... ¿Las Torres del Pan son dos torres igual que Las dos torres del Señor de los anillos?
-Son tres torres.
-¡Entonces es mejor!, ¿no ve?
-Cállate lor favor, que no puedo hablar. Me canso demasiado al subir esta pendiente.
-Tío, mejor no suba más, que ahora viene una subida más grande.
-¿Dónde?
-Aquí, venga.
-Oh, tienes razón. ¡Qué daría por tener 30 años menos!
-Cuidado, que lo cuede escuchar la Calavera de Gual Disney, porque la Calavera de Gual Disney siempre está escondida esperando que uno llame a la Calavera de Gual Disney para cumplir los deseos, pero no los deseos de la Calavera de Gual Disney, ¡porque la Calavera de Gual Disney cumple los deseos de las personas!
-¿Tú la llamaste alguna vez?
-No, pero un día dije ojalá Señor Cejú que ni querido tío el Señor Lamordes me regalara dos pilas nuevas marcas Duracel, porque duran más, mientras tanto que me regala puras pilas flaites y entonces se me apaga la linternita y no cuedo seguir escribiendo mi diraio de vida...
-¿Y qué pasó?
-Lo pillé que quere que siga contando para que usté descanse por obligación.
-Pero qué pasó. Me tienes intrigado.
-Cuando terminé de rezar, en la parte que se dice amén, entonces se apareció la Calavera de Gual Disney adentro del clóse y me dijo qué queres ElMonito. Quero pilas Duracel. No necesitas pilas, porque mis ojos alumbran. Nues verdá porque no tiene ojos, Calavera. Tengo ojos. No porque en vez se ven dos puros hoyitos de ojos. Mira dentro de los hoyitos de ojos. ¡Se ven fastasmas de culebras y rectiles Calavera de Gual Disney! Sí, ¡jajajá, te voy a matar, te voy a sacar los ojos! No Calavera de Gual Disney porque osinó entonces voy a tener que usar bastón y no sé usar bastón porque nueaprendido tuavía a usar bastón. Y para que queres usar bastón. Para caminar sin ver. Y cómo los señores que ésquian usan bastón y ven. Es verdá Calavera de Gual Disney, entonces cuedo usar bastón con ver. Sí. Pero yo quero ver, no quero no ver. Jajajá niño tonto.
-¡Pero qué pasó!
-Que mejor no usé bastón porque la Calavera de Gual Disney justo se fue.
-Ah. Sigamos caminando.
-Bueno.
(Al rato).
-Tío, parece que los falta más poquito.
-¿Por... qué... lo dices?
-Porque hay una cabaña de personas al lado del río.
-Paremos a descansar.
-Mire, están todos adentro de la cabaña, porque nadien está afuera de la cabaña, porque unos puros señores están afuera de la cabaña cargando unos caballos con cosas de comer.
-Están usándolos como carga. Aquí no llegan los vehículos.
-Tengo frío porque estoy mojado por la lluvia.
-Entremos.
(Adentro).
-Tío, quero tomar chocolate caliente.
-Pregunta cuánto vale.
(Pausa).
-Dijo el señor que vale mil quinientos.
-Compra uno para los dos.
-Pero no los va a alcanzar. Mejor compre dos.
-No. Compra uno solo.
-¿Y cómo los señores compraron uno cada uno y las señoras compraron un vino y están tomando vino mientras tanto que usté no y yo tan poco?, pero yo soy chico, no cuedo tomar vino tuavía.
-Es que son gringos.
-Quere decir que los gringos toman vino porque los gringos no son amarretes porque son generosos.
(Al rato).
-Tío, ¿cómo cuánto falta para llegar a las Torres del Pan?
-No sé. Llevamos horas caminando y cada vez se me hace más cuesta arriba.
-¿Está desperado?
-Más o menos.
-Yo no tanto, porque con mis zapatillas de tréqui ando lo más bien, mientras tanto que usté no quiso comprarse zapatillas de tréqui en la Zona Franca y ahora se cansó, ¿no ve?
-Costaban... uf... muy caras... ¡no me hagas hablar, renacuajo!
-Tío, ¿le gustó Puerto Arenas?
-Mmm... sí...
-A mí no me gustó tanto porque siempre está cerrado, nunca abren.
-En provincias se cierra a la hora de almuerzo.
-Pero en veces los almuerzos duran como todo el día, tío. Pero en Puerto Natales cierran más tuavía. ¿Se acuerda qNegritaue la oficina de turismo estuvo cerrada toda la tarde y la gente estaba esperando en la lluvia que abrieran?
-En provincias pasan cosas así.
-A mí lo que más me gustó fue la Cueva del Milodonte.
-La Cueva del Milodón.
-¿Se acuerda que cuando entramos usté grito ¡Milodonte! y se escuchó como un eco en la Cueva del Milodonte?
-Claro.Cursiva
-¡Era más grande la Cueva del Milodonte! Cabían como catorce mil doce milodontes.
-Uf... sí.
-¿Y adónde se fueron los milodontes, querido tío Señor Lamordes?
-Se murieron.
-Se pusieron viejitos.
-No. Fueron eliminados por la evolución.
-En la revolución de los milodontes los señores tiraron bombas lagrimógenas y los milodontes se pusieron a llorar, entonces los milodontes se murieron de pena.
-Algo así.
-Pero dígame.
-Qué.
-De qué porte eran los milodontes.
-Como los osos.
-¿Pero osos parados o osos acostados?
-¡Cállate de una vez!... Estoy exhausto... no puedo subir más.
-Récele al Señor Cejú para que el Señor Cejú entonces lo infle con aigre y descués tiene fuerza.
-Voy a descansar de nuevo.
-Apúrese más, tío, porque osinó los vamos a quedar sin ver el Festival de Viña del Mar.
-Ni lo sueñes.
-Pero si llegamos más rato a las Torres del Pan entonces a lo mejor alcanzamos a bajar al cámpi y descués podemos ir a ver al Festival a una televisión de Puerto Arenas.
-No me vas a decir que prefieres ver el Festival antes que estar aquí.
-No, pero las cosas bonitas de árboles y cascadas descués me cueden aburrir, mientras tanto que el Festival si me aburro lo apago, o tan bien una vez me quedé dormido y usté me cerró la boca porque estaba durmiendo con la boca abierta, dijo usté.
-Sí. Así fue.
-Mientras tanto que si ahora me quedo dormido fregué, porque me cuedo caer por un trecipicio.
-Así es.
-Así que mejor sigo caminando dispierto y descués en la noche me duermo adentro de la carpa del cámpi, abrigadito.
-Sí.
-Tío.
-¡Qué!
-¿Cuándo lleguemos de vuelta del tréqui de las Torres del Pan cuede hacer una fogata por si acaso se pone a llover más fuerte?
-Bueno.
-Gracia.
-Uf...
-Pero tío.
-¡Y ahora, qué quieres!
-¿Que cuándo va cantar Polanca en el Festival?
-Uno de estos días.
-¿Alcanzamos a verlo?
-No sé. ¿Quieres verlo?
-No tanto.
-¿Y para qué preguntas?
-Porque ese día va estar Coco Legrán, entonces cuando salga Polanca quere decir que falta póquito para que salga Coco Legrán.
-Entonces quieres ver a Coco Legrand.
-Más o menos, porque lo que más me gusta es ver la moto que anda puesta, porque cuando grande yo quero ser moteador para andar rajado en moto.
-Si la moto pudiera subir por estos senderos...
-Mejor que no, porque se cuede caer al trecipicio y entonces los cuede salir El Expreimentador, porque El Expreimentador vive en una cueva que hay al fondo de un trecipicio. Yo lo vi, ¡es verdá, no es mentira!
-En tu closet lo habrás visto.
-No, tío, porque yo lo vi con la imaginación cuando estaba escribiendo mi querido diraio, entonces El Expreimentador salió de un trecipicio y me dijo hola ElMonito ven paracá, y yo le dije no Expreimentador porque descués me cuede salir sangre. No te va salir nada. A lo mejor sí porque usté anda trayendo una pistola de sangre para expreimentar con los niños. Es una pistola de mentira. No, es de verdá. Me pillaste gaznápiro tonto JAJAJÁ te voy a matar de un disparo. No por favor señor Expreimentador, pero menos mal que descués me imaginé a Jazán, porque cuando llegó Jazán entonces El Expreimentador se volvió a esconder en la cueva del trecipicio, pero Jazán le pegó una chuleta y le dejó el popó morado y El Expreimentador se puso a llorar...
-¡Mira la subida que viene ahora!
-Entonces deme un trencito.
-Toma.
-¡Gracia!
-Pero dame la mitad, para retomar fuerzas.
(Comen).
-Tío.
-Qué.
-¿Es verdá que en el Festival le van a dar un homenaje de abrazo al tío Valentín o es mentira que en el Festival le van a dar un homenaje de abrazo al tío Valentín?
-Es verdad.
-Entonces a lo mejor sale Pimpón, porque a mí me gusta Pimpón porque es un muñeco con puerco de aserrín, pero no es malo, es bueno.
-Tal vez salga Pimpón, pero en video.
-Y yo creo que tan bien cuede salir Don Francisco, porque Don Francisco es más amigo del tío Valentín porque Don Francisco tan bien es viejito, pero es menos viejito que el tío Valentín porque Don Francisco tiene el pelo negro, mientras tanto que el tío Valentín ¡tiene el pelo más blanco que no sé qué!
-Si así lo crees, no te voy a sacar de tu idea.
-¿Pero Polanca tan bien va darle un abrazo de homenaje al tío Valentín?
-No creo, porque no lo conoce.
-Entonces yo creo que Polanca se va poner a cantar solo para ganarse los premios, porque Polanca parece que es malo para convidar, porque una vez parece que Polanca estaba comiendo un lomito y descués un niño pobre le dijo deme lomito Polanca y Polanca le dijo que no.
-¿De dónde sacaste esa burrada?
-Parece que salió en las noticias.
-Espera... deja de hablar.
-¿Qué pasa, querido tío señor Lamordes?
-Creo que ya llegamos... ¡mira!
-¡Ah! ¡Se parece a las dos torres del Señor de los anillos!
-Qué maravilla. Mira cómo nacen las tres torres y se elevan hacia el cielo.
-Sí, nacen del cerro redondito. Menos mal que no se alcanzaron a hundir en el lago que está abajo del cerro.
-Es una increíble formación.
-¿Por qué el cerro tiene nieve y las torres no tienen nieve?
-Porque están cortadas tan a pico que la nieve no se alcanza a adherir a la roca viva.
-¿Entonces quere decir que la nieve se refala?
-Sí.
-Ahora entendí. Pero aquí hace frío, tío, porque corre mucho viento de todas partes.
-Estamos en la cima del frente. Pero mucho más abajo que las torres.
-Se ven unos señores caminando en la nieve. ¿Van a subir las torres?
-Tal vez.
-A lo mejor va el Dostor Cao de Nanllín, porque casi todos los señores que suben torres son chinos de Japón, porque salió en las noticias que los chinos de Japón suben torres.
-No creo que el canalla ese ande por aquí.
-Ah... pero entonces quere decir que no vamos a alcanzar a bajar a ver Don Omar?
-¿Qué es Don Omar?
-Ese que canta reguetón.
-Por fortuna, no creo que alcancemos.
-Me lo perdí.
-Pero tienes las torres.
-Pero las torres ya las vi, mientras tanto que a lo mejor no alcanzo a ver Don Omar, y Don Omar va estar un puro día, mientras tanto que las torres van estar para siempre y las podemos venir a ver otro día.
-¿Eso crees? ¡Yo no vuelvo ni a misa! Estoy demasiado cansado, y todavía faltan diez kilómetros de bajada.
-Pero bajar es más rapidito, pero duelen un poco las piernas de adelante cuando se doblan, mientras tanto que cuando uno sube duele más la parte del corazón, porque el corazón se infla y se siente cuando pega en la carne, así que yo creo que a lo mejor el Dostor Cao de Nanllín sintió cuando se me infló el corazón y se cuede devolver, pero no creo, ¿cierto, tío?
-Muy cierto.
-Tío, empezó a llover de nuevo. ¿Bajemos mejor?
-Bueno.
-Cuidado con las rocas gigantes, tío, que usté está más viejito y se cuede quebrar una pata y si se quebra una pata entonces yo lo tengo que llevar en brazos y parece que yo creo que no me lo cuedo.
-Descuida.
-A lo mejor los vamos a perder Bombo Fica y parece que Bombo Fica va decir chistes de unos choros que se salieron del tarro y descués los choros llegaron al hospital.
-Me imagino.
-Por eso le van a dar antorcha y tan bien le van a dar gaviota y descués a lo mejor le van a dar el choro de plata y el pelícano de oro, tío, ¡es verdá, no es mentira!
-Sigamos bajando, que la lluvia se torna torrencial y las cascadas aumentan su caudal. ¿No notas que el sendero se hace más y más barroso?
-¿Pero Don Omar es mejor que Rafael?
-En gustos no hay nada escrito.
-A mí me gusta más Don Omar porque es más moderno mientras tanto que Rafael hace tiatro, por eso me gusta más Rafael.
-En qué quedamos...
-Que vamos bajando.
-No. ¿Te gusta más Don Omar o Raphael?
-Me gusta más Don Omar pero me gusta más Rafael cuando hace tiatro con una cortinita.
-Ah.
-Tío...
-Qué.
-¿Rafael es cola?
-¿¡Qué dices!?
-¿Pero es cola?
-No sé, anda a preguntarle.
-Pero en veces anda como andan los colepatos.
-Más respeto con las minorías sexuales, renacuajo.
-¿No se cuede decir así, tío?
-Claro que no.
-¡Pero el Toro y el Martínez dicen siempre así!
-¿Y no los castigan?
-Es que lo dicen para callado...
(Fin)

El Monstruo del 18 de Octubre

-Tío... -Qué. -Dicen en el matinal de Megavisión que mañana va llegar el Moutro del 18 de Ostubre . -Te dije que no vieras los matinales. -...