Qué tiempos combativos, éstos
-Día del guerrillero habrá dicho. Y no es feriado.
-Pero si no hay clases, entonces es feriado.
-Suspendieron las clases por los disturbios que organizó el mismo Gobierno, parece. Hace como 15 días que le estaban dando con el famoso día del joven combatiente.
-¿Usté está en contra del joven combatiente o a favor del joven combatiente?
-Estoy a favor del joven combatiente que todos los días se saca la ñoña asistiendo a clases, que se endeuda para ir a la universidad, que trabaja como mesera, que se levanta de madrugada para tomar el Metro. ¡A favor de esos estoy!
-A mí tan poco me gustan los que pélian, porque entran a los MacDónals y se comen todos los MacDónals y se van sin pagar, y descués entran a las fábricas de televisores y se llevan todos los televisores y ven uno puro nomás, pero yo creo que dejan los otros de reserva, pero a veces venden los televisores... deben ser más baratos... ¿dónde venden esos televisores para que me compre uno, tío, para que cueda Animal Planet ver en el clóse?
-¡Calla, infame! Haz tus tareas.
-No tengo porque la clase de matemáticas era a segunda hora, pero no hubo segunda hora porque hubo la pura primera hora, pero hubo tres minutos de la primera hora porque entró el inpestor Pino y los mandó a todos a la casa, pero el Toro y el Martínez dijeron que se iban a ir a la Plaza Italia. ¡Y andaban recogiendo camotes en la mochila, tío! ¡Es verdá, no es mentira!
-Ah. Bueno, por lo menos tú ya estás aquí, a salvo.
-Tío...
-Qué.
-No me gustan las peleas en la calle porque me pongo nervioso. Un día venía caminando y explotó una bomba lagrimógena y me dieron ganas de llorar... ¡y lloré!, pero no tenía pena, porque no lloré de pena, y tan poco lloré de nervios, porque lloré de pica. O sea que la bomba lagrimógena me picó y lloré.
-Ah... qué tiempos éstos, tan combativos... no te envidio por los que vienen.
-¿Por qué, tío?
-No sé. Digo yo.
-A lo mejor se seca el planeta tierra, dijeron el otro día. Entonces vamos a pasar todos con sed porque no va haber agua, o sea que va haber poquita agua. Voy a tener que andar trayendo la cantimplora siempre con agua para que no me muera de sed. Y descués los árboles se van a secar y los ríos se van a secar y el mar se va secar como si le pusieran un secante. ¡Y descués el planeta tierra va ser el infierno!, tío, ¡entonces va salir el Moutro de Tasú y los va llevar a todos presos!
-Uyyy. No le pongas tanto. Toma un chocolate.
-¡Gracia! ¡Viva ni tío!, pero me pongo nervioso cuando veo la tele...