Embromado por inocente

-Préstame dos mil pesos, renacuajo, que los necesito urgentes.
-Espere, tío. Voy a buscar lalcancía.
(Al minuto).
-¡Aquí está lalcancía! ¿Cuántos billetes quere?
-Dos de los verdes.
-Tome. Los tengo dobladitos, los estoy juntando para comprar juegos artificiales para cuando sea el año nuevo, querido tío señor Lamordes.
-Gracias. ¡Herodes mandó a Pilatos, Pilatos mandó a su gente. El que presta en este día pasará por inocente!
-¿Qué quere decir eso?
-¡Que te fregaste porque nunca te los voy a devolver!
-¡Por qué!
-Porque eso te pasó por ser inocente un 28 de diciembre.
-¿Y por qué?
-Porque hoy es el día de los inocentes.
-Ah. ¿Qué quere decir eso, tío?
-Quiere decir que si te piden plata no te la van a devolver y te harán leso, como te hice yo.
-¡Pero usté no cuede hacerme leso, porque usté es ni tío, en vez que yo soy su sobrino predilecto!
-Tienes razón. Aquí están de vuelta. Ponlos de nuevo en tu alcancía y cuídate.
-Ya.
(Al rato).
-¡Qué te pasó en el ojo, gaznápiro!
-Me pegó el Barrera, tío. ¡Guaaaaaaa!
-No llores y cuéntame. ¿Qué Barrera?
-El de la otra cuadra. El hijo de la señora con moño de tomate. Ese que se cree.
-¿Y por qué te pegó?
-Porque dijo que yo le había quitado su plata.
-¿Se la quitaste?
-No, porque es día inocente y se cuede hacer eso.
-¿Cómo se la pediste?
-Le dije que me diera dos cien pesos porque hoy era día inocente, porque Pilatos se lavó las manos y al señor Cejú casi lo aholcan en la cruz, y descués le dije que Héroes mandaba.
-¿Y te dio el dinero?
-No, tuve que quitarle los dos cien pesos porque no me los quería dar. Entonces me pegó.
-Por tonto te pasó, mequetrefe. Ven para ponerte un trozo de posta en el ojo.
-Me gusta más lomo liso, tío.