El tío intenta, vanamente, quitarle los turururus a ElMonito

-Hola, mequetrefe. ¿Todavía andas con los turururus?
-Más o menos.
-Olvídate de esas tonterías y dedícate a estudiar, que para eso estás aquí en la tierra, al menos por el momento.
-Es que tuavía no estoy seguro si soy un ElMonito de verdá o si soy nadien. Y mientras tanto que no estoy seguro yo creo que me van a seguir los tulururus, querido tío señor Lamordes.
-¡Pero si es muy fácil! Sólo tienes que preguntarte: ¿Existo o no existo? A ver, pregúntate.
-¿Esisto o no esisto?
-A ver, siéntate y piensa.
-Ya.
(A los diez segundos).
-No me sale el pensamiento. Cuesta.
-Concéntrate.
-Bueno.
(A los cinco segundos).
-¡Ahora estoy pensando!
-Aprovecha el vuelito entonces y dime: si piensas, ¿existes?
-Es que estaba pensando en una espada láser con aigre para ventilación porque si no tiene aigre se cuede quemar y fracasa.
-Tonto. Si estás pensando, dime si existes.
-No sé. Tengo mis dudas.
-¡Pero pregúntate de verdad, renacuajo! ¿Existes o no existes?
-Esisto, pero no sé si esisto de verdá o esisto de mentira, porque puro crezco dos palitos y más encima son los mismos palitos, y tan bien puro estoy en primero y descués La caballita siempre va jubilán y nunca jubila y yo quero que llegue una tía más joven que tenga moño y que sea más bonita que La caballita.
-¿Para qué?
-¡Para verla pos tío, no se haga! Y tan bien en la noche me gusta pensar que la tía bonita con moño se cae el mar de un buque grande, entonces yo me tiro al mar y la salvo.
-Por lo que hablas, parece que sí estuvieras creciendo.
-¿No ve? ¡Me da esperanzas y descués pasa todo el año y sigue La caballita!
-¡Qué manera de hablar burradas! ¿Te convenciste ahora de que existes y de que eres un burro? ¡Te falta el puro cucurucho!
-Parece que sí. Menos mal.
-Entonces, ¿se te pasó?
-Ya parece que se me va pasar. Pero si esisto de verdá, ¿entonces por qué no cuedo salir de aquí y siempre vivo en el poncutador de usté y en el diraio donde trabaja usté y descués tengo que dormir en el clóse? ¿Y tan bien por qué el Toro y el Martínez...?
-Dale con la leserita. Déjalos tranquilos a ellos, que no han reclamado.
-Bueno, ¿pero esisto, tío?
-Sí, en el corazón de todo adulto, como el niño que cada uno esconde, ja ja ja.
-¿Qué quere decir eso y por qué se ríe? ¿Pero esisto de verdá o esisto de mentira? Dígame.
-¡Claro que existes de verdad! ¿Que no lees los comentarios que te dejan tus amigos y amigas que te quieren? ¿O crees que ellos están locos y les sobra el tiempo como para hablar con fantasías convertidas en títeres?
-Yo creo que a lo mejor ellos están engañados los probrecitos y entonces escriben porque creen que yo esisto, pero como yo no esisto tanto entonces joden.
-Bueno, no hay caso contigo. Me voy.
-¡Espere!
-Qué.
-Ya hice la lista para el Viejito Pascuero, querido tío señor Lamordes. ¿La cuede mandar a dejar al correo y ponerle una estampilla barata, no cara, al sobre? Aquí junté dos cien pesos para la estampilla. Tome.
-Bueno. Si con eso se te pasan los turururus, encantado de mandar la carta al Viejito. ¿Puedo verla?
-Descués, tío, porque ahora se cuede enojar porque le pedí muchas cosas al Viejito. Le pedí demasiados regalos. Le pedí como cuarenta doce regalos, pero el que más quero es un cerulán para sacar fotos cuando venga de nuevo Dali Yanki a Chile; tan bien quero un MP-5 para cuando salgan los MP5 porque tuavía no salen pero yo creo que el Viejito los va descubrir antes de la Navidás, siempre descubre juguetes justo cuando va ser la Navidás; y tan bien quero un Pleistechon de marca, no de la Feria Pelsa, porque el Toro dice que el Viejito trae los regalos en veces de la Feria Pelsa y en veces el Viejito trae los regalos de la calle Mei y en veces el Viejito no trae los regalos del Polo Norte porque trae los regalos del país Corea, así dijo el Toro el otro día...