¡Tío, un señor saquero se está llevando una estufa y llegó un tanque a disparán!

-¡Tío, un señor saquero se está llevando una estufa!
-Dónde.
-En las noticias.
-Son los saqueadores, no saqueros.
-Ah, pero se está llevando una estufa porque parece que tiene frío descués del terremoto.
-Se la está llevando de puro sinvergüenza.
-Pero a lo mejor a la hijita del señor saquero le dio frío y el pobre señor saquero tuvo que salir a comprar una estufa, pero como nadien vendía estufas porque tuavía hace calor, pero nuace tanto, porque ahora hace más poquito que antes, porque antes hacía más calor que ahora, entonces el señor saquero obligado a buscar una estufa que había adentro del Líren, porque ahora hace más frío que antes, pero no tanto.
-Además, no parece una estufa. Como que fuera una lavadora.
-Entonces quere decir que se embarraron la ropa, entonces el señor saquero fue a comprar la lavadora para lavar la ropa sucia descués del terremoto 8 coma grado 8.
-¡Es un vulgar ladrón! No lo justifiques, renacuajo. No caigas en esa trampa.
-Pero los otros señores saqueros están llevando larina para hacer pan de larina.
-Ni siquiera eso se justifica.
-Pero tienen hambre porque nadien les vende pan porque los señores de las panaderías están fritos porque el sunami entró a la panadería y se llevó larina, pero tan bien se llevó la casa entera. ¡Dejó el puro holno de hacer pan!
-Si tienen hambre, pidan o compartan. Estos chilenos no existían antes, o al menos no los recordaba.
-Es que parece que nuabían nacido porque usté es más viejito.
-Sí.
-¡Mire, tío, llegaron unos tanques a la ciudad Concección!
-Así veo. Un poco tarde llegaron. Ya era tiempo.
-¿Los tanques cueden hacen pan?
-No, pero pueden restablecer el orden.
-¿Qué quere decir eso que dice usté, tío?
-Que pueden hacer volver a la calma a la población.
-¿A la población cuál?
-Es un decir. A la gente de allá.
-Ah. Entonces qué hacen los tanques.
-Se pasean. Con eso basta.
-¿Y cueden disparán?
-Si es necesario, sí.
-Yo no quero que disparen porque una vez en una película disparó un tanque y la bala le pasó a un chino por al medio de la guata y se veía para el otro lado del chino, se veía como un arbolito con una vaca al lado del arbolito, estaba comiendo pasto, y el chino miró por adentro de la guata y gritó auk, y descués se cayó al suelo, y se murió el chino.
-Ah. Ve a acostarte. No veas tanta tragedia.
-Ayer soñé puras pesadillas, querido tío señor Lamordes.
-Qué soñaste.
-Soñé que iba en un barco llegando a Japón y un señor me dijo kauto kauto, no entiendo, kauto kauto, dígame en chileno, kauto kauto y entonces me empezó a estrangulán y cuando estaba quedando sin respiración salió el terremoto y se puso a reír y me decía JA JA JA y el chino descués dijo makuria makuria, JA JA JA, el terremoto tenía cara como de un santo, porque tenía una sábana blanca y se tapaba la pelada con el pelo que pasaba por toda la cabeza, pero tenía como nueve pelos, se le notaba la pelada de más.
-Qué pesadilla. Digna de ti.
-Cuando disperté me estaba tapando la cara con la almuada y no podía ni respirán. ¡Me salvé por poquito!