Primer día de clases

-¡Hola gaznápiro! ¿Cómo te fue en tu primer día de clases?
-Bien, querido tío señor Lamordes, porque no hubo clases. Quedé en Primero A.
-¿Por qué no hubo clases?
-Es que el Inpestor Pino dijo que una muralla estaba un poco quebrada, así que no la pusiéramos de arco porque con los pelotazos se cuede caer, ¡y justo me habían puesto de arquero!
-Pero qué tiene que ver con que no hubo clases.
-Es que en la escuela hay unos maestros arreglando las murallas, pero no cueden barrer con escoba porque son murallas grandes. ¡Son enormes, son como la muralla de China! Entonces tienen que barrer con una máquina que barre con una cuchara de fierro.
-Ah. ¿Y por qué no los mandaron a la casa?
-Porque el direstor habló en el gicnasio, porque el gicnasio se salvó por poquito, porque el puro arco de básquebol se cayó. Pero no el de este lado, el del otro lado. Entonces todos en fila, dijo el direstor buenos días niños, ¡buenos días direstor! ¡Cómo están! ¡Bien! ¡No griten tanto! ¡Bueno! ¡Cállense!...
-¡Pero qué les dijo!
-Dijo que los tenemos que portar bien y tenemos que sacarlos buenas noas, pero dijo que tenemos que ser solindarios, eso quere decir ser buenos. Y por eso esta semana vamos a hacer poquitas clases, puras clases de solindaridad dijo el direstor.
-Ah.
-Tío, el Martínez tenía una güelita en Costitución y dijo que la güelita salió flotando con el colchón y descués apareció la güelita en un cerro, estaba durmiendo en el colchón pero casi se refría porque el colchón estaba mojado.
-Se salvó.
-Y el Toro se picó porque no tenía niún dacnificado, entonces dijo que se le cayó el televisor encima de la pata y le cortó la pata por la mitad, pero descués tuvo que mostrar la pata y era igual, así que descués dijo que le pegó el televisor en la uña no más. ¡Es más creído!
-¿Y quién más sufrió algún daño?
-La Kímberli Soto dijo que se le cayó un macetero y descués la cocina estaba llena de tierra, pero el Lantadilla dijo que se subió al esquéi en el departamento y se puso a mover solo, pero cuando llegó al balcón paró, pero el esquéi se cayó para bajo y descués el esquéi quedó chueco, porque se pegó en la parte del lado. Así que fregó por tonto.
-Veo que hubo mucha acción.
-Sí, pero tan bien el Chino Valladares dijo que estaba acampando en las Siete Tazas y descués se fue a bañar al otro día a la taza número cuatro parece y se había secado la taza, tío, así que se bañó seco no más. No disfrutó.
-Ya veo.
-El Loro Espinoza andaba el casa de su tío que vive...
-Después me cuentas. Ahora debo regresar a mis labores.
-Pucha.