Grñfff... ngrfrg... crgfrñf... refunfuña el tío. Su sobrino mira constantemente hacia el cielo.
-Tío, ¿falta mucho para que venga la micro de acordión?
-Grñfgr... cgfrñññfff...
-¡Tío!
-¡Qué quieres, mequetrefe!
-¿Falta mucho para que salga de la esquina la micro de acordión?
-¡No sé!
-Es que siguen llegando los señores al paradero y ahora hay más señores en el paradero, mientras tanto que recién había menos personas, porque eran menos, en vez que ahora son más. ¡Son hartas! ¡Ya van como mil catorce!
-Así es.
-¿Falta mucho?
-Paciencia oriental. Con el Transantiago. Y contigo. ¡Por qué, Señor, me azotas día a día con tu látigo! ¡Qué te he hecho!
-A lo mejor nuaido a la Inglesia, tío. A lo mejor si va a la Inglesia entonces cuede llegar el Transantiago.
-¡Cállate, gaznápiro!
-¡Allá viene la micro, querido tío señor Lamordes!
(La multitud se agolpa. Desde abajo se escucha un gritito)
-¡Garnache asiento, tío!
-¡Súbete, renacuajo!
-¡Me están pisando la zapatilla del pie que no es el pie de este lado, en vez que es el pie del otro lado!
-¡Afírmate, que ya estamos arriba!
-Ya estoy afirmado, pero no sé de qué. Se parece a una pata de palo de pirata, tío, pero a lo mejor es un bastón, porque un agüelito se está cayendo al suelo. Le faltan casi todos los dientes.
-¡Suéltate!
-Se salvó el agüelito, tío, porque lo afirmaron justo cuando se estaba cayendo porque yo me había afirmado del bastón del agüelito.
-¡Afírmate!
-Se me está acabando la respiración, tío, porque estoy muy apretado. Estoy más apretado que una ardina dentro de un tarro de ardinas.
-¡Respira!
-No cuedo tío, y más encima una señora parece que se tiró un peo porque sonó. A lo mejor era el motor de la micro de acordión. Y más encima está saliendo como olor a huevo. Estoy viendo blanco...
-¡Respira!
-No cuedo... no veo nada.
-¡Mira!
-Ahhh... veo como ángeles en una pieza llena de guatones... ahhh... voy a gomitar...
-¡Pare la micro, chofer!
(Frenos. Voces que gritan)
-¡Cuidado, que un títere está vomitando!
-¡Guaaaaaaaaaaaaja...!
-¡Por Dios!
(En la calle)
-¡Uf!, otra víctima del Transantiago. Menos mal que faltaba poco. Hagamos el resto del viaje caminando, querido ElMonito.
-Ya tío. Ahora estoy viendo de nuevo los colores. Gomité harto. Es que había comido porotos granados en la mañana y descués comí un poco de tallerines, así que me salieron como unas culebritas por la nariz.
-¡Cállate y camina!
-Bueno...
-¿Qué es peor, el Transantiago o el Monstruo de Tasú?
-El Moutro de Tasú.
-¿Por qué?
-Porque no se ve.
Me yyamo ElmOnito y tengo 7 años y ¡sienpre boi en primero, nunca paso! Ni tio el señor Lamordes sienpre me reta por qe puro cree qe qero comer chocolate trencito en vez qe llo lo qe puro qero es no aburrirme y jugar. Ogalá jugar a la pelota o tan bien jugar plaistechon o tan bien pegar láminas de álbun. Ni tio es periodista y me ase dormir en el close de su ofisina. Ni tio dise que me qere bastante. LLo tan bien lo qero a él pero es muy retón. Grasia.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
El Monstruo del 18 de Octubre
-Tío... -Qué. -Dicen en el matinal de Megavisión que mañana va llegar el Moutro del 18 de Ostubre . -Te dije que no vieras los matinales. -...
-
-Tío, ¿que son esos basureritos que aparecen al final de su bloc donde cuenta las cosas que digo yo en vez que las que piensa usté , porqu...
-
-Tío, terminé la lista. ¿Se la cuedo leer? -Shhh... espera... Ya. Terminó el partido. ¿Qué dices? -Que terminé la lista de las medidas. ¿Se...
-
-Tío, ¿me cuede despejar una duda que tengo yo hace como una hora y cuarto? -¿Qué pasó hace una hora y cuarto? -¡Pero si ya le dije! -No me...
1 comment:
Puchas, ElMonito, tomaste el desayuno de Huaiquipán. Con razón te dieron ganas de vomitar...
Para la otra planifiquen mejor el viaje. ;-)
Saludos!
Post a Comment