Monday, November 17, 2008

La maldad del Doctor Cao de Nanjing

(Primera divagación del Doctor Cao de Nanjing en las calles de Santiago).
"Doctol Cao de Nanjing, ilustle pelsonaje oliental, tenel hamble pelo soble todo tenel muchísima sed. Hace exactamente ocho días que no alancal colazón del pecho a ningún sel humano y eso tenel desfalleciente a Doctol Cao. Si al menos podel sacal colazón a un miselable poldioselo... ¡Eso halé!".
-Eh, tú, ¿quelel jugosa limosna?
-¡Sí, señor!
-Acompañal a Doctol Cao a su casa y Doctol Cao dal limosna jugosa, muy jugosa, ¡extlemadamente jugosa!.
-Apenas me puedo mover del suelo, señor. Si me da cien pesos aquí mismo...
-¡Jamás, homble infecto! Ganal pan con sudol de flente de mendigo.
-Está bien... espere un poco... ¿dónde vive?
-Muy celca. A cuatlo cuadlas.
-Oh... no sé si alcanzaré a llegar.
-¡Llegalás polque convenilte!
-¿Qué me dará?
-¡Mil pesos!
-Hum... la verdad es que por mil pesos no me conviene hacer tanto sacrificio. Se lo agradezco, pero...
-¡Diez mil pesos!
-Ahí sí. Vamos nomás.
(Segunda divagación del Doctor Cao: "Qué extlaño. Poldioselo ponelse de pie altilo". Caminan rápido y llegan a una vieja casa).
-Ya vamos llegando, poble homble.
-Se parece a la casa de Frankenstein, caballero.
-No, es más bonita todavía. Ya velá, ya velá...
(Entran. Se cierra la puerta. Se escucha un aullido).
-¡Aaaaaaaggggg!
(A los pocos minutos el maléfico personaje sale con sus manos y su boca manchadas de sangre. Tercera divagación del Doctor Cao: "Debo buscal bolsa de basula pala tilal a lío Mapocho a miselable poldioselo. Sangle muy mala, ¡amalga!, colazón seco. ¡Cómo podel Doctol Cao llegal a esto!". Vuelve a casa con una bolsa. Luego sale de nuevo, con la bolsa llena. Se acerca a un puente y tira la bolsa al río. Se le acerca un policía).
-Eh, usted, qué está haciendo.
-Honolable calabinelo, me plesento. Soy Doctol Cao de Nanjing, ilustle pelsonaje oliental. Estas sel mis magníficas cledenciales.
-Mmmm... son correctas, pero, ¿qué hacía?
-Tilal bolsita al lío, jeje.
-No lo haga más, doctor, en nuestro país eso está prohibido.
-El Doctol Cao de Nanjing tomal como óldenes sagladas palablas de calabinelo de Chile.
(Se va. Última divagación: "Qué fácil sel pala un doctol engañal a calabinelo en este país").
ElMonito camina por la calle con su tío.
-¡Mire, querido tío señor Lamordes! ¡Va pasando el Dostor Cao de Nanllín!
-Se parece, renacuajo, pero no es.
-No se parece, porque ES. ¿No ve tío que tiene la misma marquita en la ceja y el colmillo del lado de acá es más largo que el colmillo del lado de allá y tan bien no ve que tiene las uñas más largas que la chita?
-Tú andas viendo a tu famoso Doctor en todos lados, mequetrefe. Creo que tomaré hora con el siquiatra.
-¡Pero si es verdá, no es mentira! ¡Nunca me cree!
-Toma un trencito y olvida.
-Gracia... pero era el Dostor Cao. Menos mal que parece que ya se fue. Ojalá que no venga en la noche al clóse, porque los guardianes lo cueden dejar pasar.

2 comments:

Anonymous said...

Ohhhh pobre El Monito, ahora tendrá pesadillas y no podrá dormir...el doctor Cao es peor que mis vampiros...
Besos

La Lechucita

Anonymous said...

Tio Lamordes tendrá que llevar a El Monito a casa para que pueda ver el partido España- Chile.....o por lo menos prestarle la radio para que pueda verlo en el close mientras usted trabaja....

El Monstruo del 18 de Octubre

-Tío... -Qué. -Dicen en el matinal de Megavisión que mañana va llegar el Moutro del 18 de Ostubre . -Te dije que no vieras los matinales. -...