La última ocurrencia del gaznápiro

-¡Qué haces, gaznápiro!
-Estoy lavando con jabón Lesancí una plata que me dio usté para el Día del Niño del año pasado parece, o parece que este año, no me acuerdo.
-¡Pero es un billete de mil pesos!
-Es que se cuede convertir en dólares. Como mil catorce dólares a lo mejor.
-¿De dónde sacaste esa estupidez?
-¡Pero si salió en las noticias que unos señores lavaron plata y descués salieron dólares de la lavadora!
-¡Tonto! Si vas a ver las noticias, velas bien. Velas con inteligencia.
-Pero yo las veo con los ojos y tan bien las veo con las orejas, porque si las veo con los ojos entonces no entiendo, porque una vez vi una película de moutros con las orejas tapadas y puro los señores movían la boca pero no se entendía nada, y cuando el moutro abrió la tarasca no sonó. Pero un día vi un partido con las orejas tapadas para no escuchar los gritos de los señores que relatan, ¡y se entendía el partido!
-Se entendía mejor que escuchándolo, estoy seguro. Por lo menos en algo estamos de acuerdo.
-¿Por qué ese señor bonito que sale en los partidos le gusta llorar igual que le gusta llorar al tío Calcuro?
-Porque el llanto abunda en los ojos de los tontos pillos.
-¿Son tontos?
-Son tontos pillos, mequetrefe.
-¿Que quere decir eso?
-Que no tienen un pelo de tontos, y curiosamente tampoco tienen un pelo de sabios. O sea, son tontos pillos. Les sacan partido a las cosas en su provecho, pero no dejarán nada para la posteridad, porque todo lo que hacen es para su provecho.
-Ah. No sé.
-Pon a secar el billete, será mejor.
-¿No se va convertir en dólares?
-No, salvo que seas narco.
-No quero ser nalco, porque los nalcos matan y descués disparan a las personas con una carabina.
-Primero disparan, después matan, querrás decir.
-Parece.
-Así consiguen los dólares. Vendiendo droga. Después compran edificios y autos y empresas con esos dólares. Eso se llama "lavar dinero", o blanquear dinero, o convertirlo en dinero legal.
-Ah, ¿entonces no lo lavan en la lavadora de lavar?
-No.
-Chuta, me quivoqué. ¡O sea que nunca se iba convertir en dólares! ¡Que soy tonto!
-Por fin te das cuenta.
-Entonces cuando esté seco el dinero de mil pesos quero comprar una casa y descués le echo agua en la pared con una manguera de goma y descués queda lavada, entonces soy rico y le cuedo dar plata a usté para que deje de ser pobre.
-Yo no soy pobre.
-¡Pero el otro día usté dijo que la bolsa de Japón lo volvió pobre!, porque le comió el dinero de plata de la FPA o la APF, algo así.
-Eso fue para el lunes negro. Ahora las bolsas se vuelven a llenar.
-¿Cuánta plata cabe en la bolsa de Japón?
-Mucha.
-¿Es de qué porte? ¿Del porte de una carretela que vende sandías?
-Toma un trencito y anda a hacer las tareas, gusano inocente.
-¡Gracia!