Leseritas olimpicas (5 y final)

-¿Y? ¿Te gustaron las olimpiadas, renacuajo?
-Claro, tío, pero lo que no me gustó tanto fue cuando al señor se le dio vuelta el brazo para atrás cuando estaba levantando un fierro con dos ruedas. Se llama pesa. Pero ahora el señor va tener que sentarse para atrás para que el brazo le quede para adelante. Entonces cuede pagar la tarjeta Bic en el Transantiago, porque si anda para adelante, entonces no cuede pagar la tarjeta Bic porque el brazo está para atrás. O sea que tiene que pagar la tarjeta Bic poniéndose para la espalda de la máquina. Pero el chofer lo reta porque cree que no va pagar. Mejor anda en auto... pero tiene que sentarse para atrás y manejar con un espejito.
-Ah.
-Tío...
-Qué se te va a ocurrir ahora.
-¿Los chinos son buenos o son malos?
-Los chinos son como son.
-Pero yo cuando vi las Olimpiadas de Nanllin vi que los chinitos no eran malos, porque eran buenos y casi siempre se reían los chinitos.
-Así es.
-Pero entonces por qué el Dostor Cao de Nanllin salió malo.
-Porque entre tanto chino bueno tiene que haber un chino malo.
-Pero el Dostor Cao de Nanllin es DEMASIADO MALO, querido tío, porque al Dostor Cao de Nnallin le gusta sacar el corazón de los niños y descués le gusta COMERSE EL CORAZÓN DE LOS NIÑOS, para que sepa.
-Sí lo sé. Lo hemos enfrentado tantas veces.
-¿Y usté cree que el Dostor Cao de Nanllin fue a las Olimpiadas de Nanllin?
-Yo creo que tenía palco en todos los estadios.
-Pero nunca lo vimos.
-Yo lo vi un día, pero no te quise decir, para que no te asustaras.
-¿Lo vio de verdá, no de mentira?
-Sí.
-Chuta, menos mal que no me dijo. Pero entonces ya quere decir que cuede volver a Chile.
-Puede venir volando.
-Ojalá que venga en un avión que se caiga. Pero mejor que venga solo para que no se caigan las otras personas que vienen en el avión. O sea, ojalá que el Dostor Cao de Nanllin secuestre el avión y el mismo maneje el avión y cuando vaya doblar entonces se quivoque y doble para el otro lado...