Leseritas olímpicas

-¿Qué te pasó, renacuajo? ¡Vienes todo sucio!
-Es que nadé a lo perrito y casi gano, pero al final me pasó el Baeza y descués me pasó el Martínez, así que salí tercero. ¡Gané una medalla de tapa de Nescafé!, pero el inpestor Pino mandó una comunicación, pero no me suspendió, porque me retó nomás. Pero a los compañeros tan bien los retó.
-¿A ver? Mmm, ¿qué significa esto?
-¿Qué senifica esto qué, querido tío señor Lamordes?
-"Señor apoderado.- Comunico a usted que su pupilo y los demás niños se arrastran por el pasto de la cancha de fútbol. Ruego a usted lo haga consultar por un especialista". ¡Pero qué es esto!
-Es que echamos la carrera olímpica de natación, pero como nuabía piscina en la escuela entonces tuvimos que hacerla en la cancha de pasto, pero yo saqué medalla de tapa de Nescafé. El Baeza sacó medalla de moneda de cien pesos y el Martínez sacó medalla de moneda de 50 pesos.
-¿Y cómo diablos se les ocurrió hacer esa competencia?
-Es que el Toro dio la partida y los pusimos a nadar en el pasto, pero yo nadé a lo perrito porque no sé nadar estilo, así que empecé ganando y descués salí perdiendo, igual que el ciclista.
-Pero dijiste que ganaste medalla. ¿Cuántos corrieron?
-Tres nomás. Es que el González estaba matriculado pero cuando el Toro iba dar la partida dijo ¡ni tonto! y se retiró.
-¿Y por qué crees que se retiró? Piensa bien.
-Es que el González es sosegado, mientras tanto que nosotros somos nerviosos.
-Tienes las rodillas verdes.
-Sí, tío, por el pasto de la piscina. Mientras tanto que las zapatillas tan bien me quedaron verdes, pero las puntas nomás. Pero se cueden limpiar con parafina.
-Ya me imagino lo que puede seguir pasando, con tantos días que quedan de olimpíadas de Beijing.
-La Rosalía Fuentes se emocionó y en la hora de gicnasia hizo un salto mortífero en el caballete pero cayó de espaldas y se hizo un cototo. Descués la pararon y se puso a reír de nervios para que la tía de gicnasia no la retara. Descués la Jacqueline Fernández quería hacer cruebas de gicnasio pero en vez de dar un salto mortífero se dio dos vueltas de carnero y se peló los huesos que están abajo de la cabeza, así que no le dieron medalla. Descués el Maturana se iba subir a la cuerda para hacer argolla pero alcanzó puro a llegar al nudo y descués dijo que tenía los brazos lentos. A la salida de clase el culso obligó al guatón Cornejo a ganar la levantación de pesa.
-¿Qué hicieron?
-Lo llevamos al paradero del Transantiago y el presidente de culso, que ahora salió elegido el Vilches, el presidente de culso habló con el señor del paradero y el señor del paradero le prestó una rueda. Entonces el guatón Cornejo iba tomar la rueda pero cuando se agachó a levantar la rueda entonces se tiró un peo, así que todos los pusimos a reír, pero el Guatón Cornejo se puso a llorar, porque es tímido.
-Hizo mucha fuerza el pobre.
-Sí, pero el Vilches igual le dio medalla. Dijo que por el esfuerzo.
-Me alegro.
-Así que descués los fuimos todos para la casa. Pero no para la misma casa, porque...
-No es necesario que me lo expliques. Ya entendí.