El tío descubre el "diraio de vida" de ElMonito

-¡Oye!, ¿qué es esto que estoy leyendo?
-¡¡¡No lo lea!!!
-¿Qué es?
-No lea, tío, que me da vergüenza.
-¿Qué es?
-Es un diraio de vida que estoy empezando a escribir cuando estoy aburrido porque paso solo y entonces en veces me aburro.
-¡Ja ja ja! ¡Un diario de vida! A ver... ¡ja ja ja! "El cuento del café"... "La culebra asesina"... ¡ja ja ja!, ¡qué locura más grande! ¡Ja ja ja!
-¿No ve que se rió de este pobre y triste ElMonito. ¡Por eso no quero que lea, porque se va reír!... ¡¡¡Guaaaaaaaaaaaaa!!!!!!
-Ya, no llores, si no es para tanto. Es sólo una de tus tantas leseras.
-¡Por qué le dice lesera a mi diraio! ¿No ve que empecé a escribir porque usté ya no quere hablar conmigo y casi nunca habla porque siempre dice que está ocupado y yo lo único que veo es que usté hace las mismas cosas de antes pero dice que está ocupado ¡y no es verdá, es mentira!, para que sepa.
-Es verdad. Estoy bastante ocupado, pero no tanto como para no leer "La culebra asesina"... ¡Oye, tienes pasta de escritor! Si sigues así, como a los 74 años podrás escribir un cuento.
-No me interesa ser escribidor para que sepa, en vez que a usté le interesa ser escribidor para que sepa y puro escribe y nunca le publican y en vez que usté YA SÍ QUE SE ESTÁ PONIENDO VIEJITO para que sepa y casi nunca va sacar un libro. Y tan bien si saca el libro nadien lo va comprar el libro, para que sepa.
-No ofendas, no tienes para qué decirme esto. No esperaba eso de ti.
-Es que me piqué. Jodí. Ya no me va dar Trencito.
-Tengo uno trasnochado, está todo derretido. Tómalo.
-Gracia. Usté es bueno aunque se pique.
-¡Qué haces, animal! ¡Te manchaste entero!
-Es que está redetido, ¿no ve que es pura agua de chocolate el Trencito?... ¿Le cuedo pasar la lengua, tío?
-¡Pero sin mancharte más!
-Hummm... qué rico.
-¿Ha pasado algo en mi ausencia?
-El otro día tío estaba durmiendo y sentí como un arañazo en el clóse. "Chuta, dije, un ratón se quere meter al clóse". Estuvo harto rato y parece que quería entrar al clóse el ratón que no era ratón, pero no podía. Descués en la noche salí calladito para ver y había un gato con cabeza grande, era un gato cabezón que quería entrar al clóse, no era un ratón porque era un gato. Parece que quería comerse esas longanizas que usté tiene guardadas, yo creo que el gato cabezón quería entrar al clóse porque el gato cabezón sintió olor a longaniza.
-¡Las longanizas! Las había olvidado completamente. Deben estar pasadas. Iré a ver.
(Al rato)
-¡Oye, estaban podridas! ¿Cómo podías dormir con eso adentro?
-Es que tengo que acostumbrarme no más, así dice usté.
-Ya las saqué.
-Menos mal.
-Ahora te dejo. Debo volver a mis cosas importantes.
-Bueno, tío, al otro día conversamos entonces de Longueria, porque escuché que Longueria quere ser Presidente de la nación. ¿Usté va votar por Longueria o por Bachelet?
-Falta mucho todavía. Y te recuerdo que los presidentes no pueden ir a la reelección.
-¿Y las presidentas tampoco?
-Tampoco.
-¿Entonces Bachelet va ser Presidenta un ratito no más?
-Sí.
-¿Y descués quén va ser Presidente?
-No se sabe.
-Ah.