Monday, September 25, 2006

El cuento del café

Cuando grande quero ser escritor y tan bien quero ser periodista como ni tío, porque los periodistas puro pasan tomando café donde están unas tías que dan la elestricidá. La otra vez yo pasé por uno que tenía los vírios esmerilados entonces abrí la cuerta y metí la cabeza adentro de la cuerta, pero sin aplastarme la cabeza con la cuerta, en vez que puse la zapatilla abajo de la cuerta para no cortarme la cabeza, porque esas cuertas cortan la cabeza porque son de vírio, entonces si la cuerta me corta la cabeza entonces la cabeza se me cae al suelo, y entonces les veo los calzones a las tías.
Ese día metí la cabeza adentro y no me corté la cabeza pero igual le vi los calzones a una tía porque ¡andaba sin vestidos! Entonces la tía, que era una tía de pelo largo, pero me costó verla porque había una luz que se veían los dientes blancos, me costó acostumbrarme a la luz oscura pero al ratito me acostumbré, entonces la tía dijo "qué estái mirando chiquillo leso" y yo dije "perdone, es que ando buscando a ni tío". Entonces la tía me preguntó "¿y cuál es tu tío?" Parece que le caí simpático y yo le dije "ni tío el señor Lamordes". Entonces la tía, que era bonita porque adelante tenía esas cosas grandes que se inflan, parecían como unas pelotas de carne del número 4, y la carne era brillante, entonces la tía dijo "ah, ese periodista que viene siempre a mirarnos las piernas" y entonces me piqué porque la tía se estaba burlando de ni querido tío y le dije "¡mentira! porque ni tío se porta puro bien y no se porta nunca mal porque ni tío es bueno" y la tía se largó a reír y dijo "se nota que no lo conoces" y cuando se reía se le veía un diente que le faltaba al lado de la cara, era un diente que estaba escondido, o sea que no era un diente, ¡era un hueco que tenía en la boca! justo al lado de dos dientes, uno más blanco y el otro diente menos blanco porque tenía una tapadura en el diente.
Entonces la tía me llamó y me dijo "ven para acá chiquillo leso" y a mí me dio susto y salí arrancando porque la tía parece que me quería dar un beso...
Fin del cuento del café, que se llamaba "El cuento del café". Éste es como mi segundo cuento, el primero fue el cuento de la Calavera de Gual Disney y el segundo cuento fue el cuento de Jazán el moutro de las profundidades marinas y el tercer cuento fue Jazán el moutro del espacio y el tercer cuento fue Las aventuras del Dostor Cao de Nanllín. Este cuento de ahora es un cuento de más realidad, no de ciencia ficción. El prósimo cuento va ser de ciencia ficción y a lo mejor se llama Jazán contra el Dostor Cao de Nanllín o mejor se llama La Calavera de Gual Disney en el castillo embrujado y se va tratar de que la Calavera de Gual Disney visita un castillo embrujado y le sale un fantasma sin cara, o sea la pura sábana de fantasma, pero sin hoyitos... chuta, debe ser asustador, mejor no sigo porque osinó de nuevo no voy a poder dormir, igual que el otro día...

3 comments:

CDG said...

Sugiero: El Dostor Cao de Nanllín tomando café con la Calavera de Gual Disney.

O El Café con Piernas de Jazán el montruo de las profundidades.

Parecen títulos de películas de tías sucias, ElMonito. No revises las cosas de tu tío, ni lo sigas a esos lugares! :-D

Lamordes parece que anda cansado.

Saludos!

Maqui & Violetas said...

Estás soltando la mano ya. ¿Tu tío no se ha dado cuenta que escribes solito ahora en el blog?

Los niños no tiene que tomar café porque les da insomnio, así que no vayas a esos lugares.

Saludos,

Melissa

Manuel Martínez said...

ElMonito, tienes que esperar que cumplas los 18 para que te lleven al café que va el tío señor Lamordes, no antes.

El Monstruo del 18 de Octubre

-Tío... -Qué. -Dicen en el matinal de Megavisión que mañana va llegar el Moutro del 18 de Ostubre . -Te dije que no vieras los matinales. -...