ElMonito y sus compañeros se toman el colegio

-¡Tío!
-¿De dónde estás llamando?
-Es que el Martínez me emprestó el cerulán, pero dice el Martínez que no tiene saldo el cerulán del Martínez así que tiene que llamarme usté.
-¿Para qué? ¿No ves que yo tampoco...?
(Tu-tu-tu... tu-tu-tu...)
-Se cortó. Tendré que llamarlo yo, aunque me cueste.
(Marca).
-Aló...
-¡Qué te pasa, gaznápiro de pacotilla!
-¿Quién es?
-Tu tío, mequetrefe.
-¿Quiere hablar con ElMonito, tío? Yo soy el Martínez.
-Sí, pásame a ElMonito... Gracias.
-ElMonito. Te llama tu tío. Apúrate, parece que está enojado.
-No te creopupís, porque siempre ni tío está enojado, pero no es malo. Es bueno, pero es muy retón. ¿Aló? ¿Querido tío señor Lamordes?
-Sí.
-¿Está enojado o está no tan enojado?
-Dime.
-¿Qué?
-¡Para qué me llamaste!
-No, porque está llamando usté.
-¡Pero tú me llamaste primero, tonto!
-Es que los tomamos la escuela y no voy a poder ir almorzar porque estamos en asambleda y descués parece que vamos a tirar los bancos por la ventana porque están muy viejos, dijeron los de Quinto C, pero a mí me da susto, pero dice el Chino Valladares que tenemos que estrenarnos para cuando estemos en Quinto C.
-¡Vente inmediato a la casa!
-No cuedo, tío, porque estamos todos ecuestrados, pero si vienen los caradineros con caballos entonces estamos haciendo unas lanzas.
-¡Violencia! ¡Lumpen! ¡Delincuencia!
-No tío, porque el Toro dice que así se va arreglar la educación para que no sea de Fin Delucro.
-¿Qué dices?
-Que ahora la educación es de Fin Delucro.
-¿Sabes de lo que hablas?
-Claro. Eso quere decir que el dueño de todos los colegios del país Chile es un señor malo que se llama Fin Delucro, dijo el inpestor Pino.
-¿El inspector Pino los apoya?
-Claro, pero dice que los apoya para callado porque no cuede salir en las noticias.
-¿Llegaron los carabineros?
-Parece que van a llegar más ratito, dijo la tía Ernestina, así que la tía Ernestina los escondió a todo el Primero en la sala de más arriba y cerró las ventanas para que no entren las bombas lagrimógenas, porque si entran las bombas lagrimógenas los vamos a poner a toser y tan bien vamos a llorar, aunque seamos hombres. Pero yo creo que la que más va llorar es la Francisca Ayala, porque ya se puso a llorar a la primera hora cuando supo que no hay clases, porque ella no quere perderse las materias y todos se burlaron, porque todos no queremos clases, menos tan bien el Toro, porque dice que su papá lo cuede retán si participa en la asambleda.
-¿Qué están discutiendo?
-Los de Quinto C dicen que la revolución es porque no los dejan comprar papas fritas en el tiosco de la tía Duviges. ¡Ahora venden puras manzanas y lechugas en el tiosco de la tía Duviges! ¡No vale!
-¿Qué más?
-Que queren que los poncutadores sean más rápidos, porque ahora son despacitos y tan bien que se cuedan jugar juegos en el poncutador, no como ahora no se cueden jugar juegos porque los usan para puro estudiar. ¡Injusticia!
-Bueno. Arréglatelas como puedas, porque yo me voy al trabajo.
-¡Espere un poquito!
-Qué.
-¿Va estar en el diraio para el Día del Padre?
-Sí.
-Entonces descués de la toma me voy con usté al diraio para celebrán el Día del Tío. O sea, el Día del Padre, porque usté es como un papá emprestado, le dije yo al Lantadilla, y el Lantadilla dijo bueno.