-¿Ya llegamos, parece?
-Sí, ahora sí que estamos llegando, mequetrefe.
-¡Viva ni tío! Bajemos altiro a la playa para jugar en las olas, querido tío señor Lamordes.
-¿Estás loco? Ya es muy tarde. Además, ya te bañaste en la tarde.
-¡Pero si tuavía queda un poco de solcito!
-Ya es tarde. Baja las maletas mientras yo voy a la residencial.
-¿Esa que está ahí?
-Sí.
-Es más o menos bonita, o sea que es no tan bonita, pero no es fea, en vez que el hotel Miramar es más bonito y el hotel Sheraton es bacán, tío.
-Mmm... a caballo regalado no se le miran los dientes.
-¿Le regalaron un caballo sin dientes, tío? ¿Los caballos sin dientes no sirven para andar a caballo?
-Sirven igual.
-No, tío, yo creo que no sirven, porque descués se le sale la rienda de la ésta porque el caballo tiene que mascar la ésta con los dientes, mientras tanto que si no tiene dientes entonces no cuede mascar la ésta y se le refala la ésta en el paladán del caballo y descués se pone chúcaro y el jinete tiene que andar con las riendas en una mano y con la otra mano tiene que afirmarse del pelo que el caballo tiene en el cuello, y si no se cuede afirmar entonces se cae. Jode.
-Puede ser.
-¿Por que se llama El Re... fu... guio, tío?
-El Refugio. Es un nombre muy original para una residencial. Ven. Entremos.
-Espere un poco, que las maletas están muy pesadas porque las gualetas pesan mucho y la ropa de usté tan bien pesa mucho. Pesa demasiado.
(A rato).
-Bien. Ésta es mi cama y ésa es la tuya. ¿Te gusta?
-Sí, pero fregué porque mi cama no tiene lámpara, porque no tiene veladón, porque si tiene lámpara entonces la lámpara tiene que estar subida en la cama y si descués los niños se duermen, entonces botan la lámpara cuando estiran la pata en la cama.
-Veo que usas muy bien la lógica. Mira. Esta sorpresa es para ti.
-¡Un regalo! ¡Gracias, tío! ¿Cuedo abrirlo?
-Ábrelo y úsalo de inmediato.
-Ya.
(...)
-¡Es un juego para jugar! ¿Cómo se llama?
-Solitario.
-Quero aprender a jugar altiro.
-Mira. Se hace así... y así... y así... Y ahora empieza...
-Pero quero jugar con usté.
-Tendrás que jugar solo, porque yo tengo que ir al casino. Quédate en la pieza y no le abras a nadie, ¿entendiste?
-Sí, tío, gracias por el juego para jugar, pero vuelva luego, porque quero salir a la playa de Coquimbo.
-Bueno... chao.
(Al rato).
-Chuta, ya me jugué mil catorce solitarios y nunca se cuede ganar. ¡El juego hace trampa porque justo cuando va quedar una pieza entonces pierdo!
(A las dos horas).
-Chuta... ya es de noche y tengo hambre, pero ni tío no me dejó nada para comer... y la pieza no tiene ni ventana, pero es mejor que el clóse, porque la pieza es más grande, mientras tanto que en el clóse topo...
(A la hora siguiente).
-Voy a escribir un poco en el diraio para que se me pase la aburrición, pero no se me ocurre qué escribir, además que me está dando sueño. Voy a hacer tuto por mientras encima de la cama, por siacaso llega ni tío y me saca a pasiar...
(A la mañana siguiente).
-¡Despierta renacuajo!... ¡Despierta!
-¿Ah? ¡Cuidado tío, que el Expreimentador los va convertir en sapos de acero!
-¡Despierta, que nos vamos!
-¿Ah? ¿Se fue el Expreimentador? ¡Andaban los dos con el Moutro de Tasú! Menos mal.
-Nos vamos, mequetrefe. Perdí la plata de las vacaciones.
-¡Chuta! ¿Se le cayó la billetera, tío? Yo le ayudo a buscarla.
-No, tonto. Perdí la plata en el casino.
-¿Perdió la plata?
-Te digo que sí.
-Yo le cuedo emprestrar mis ahorros que traje para el viaje. Le cuedo emprestar dos cien pesos.
-¿No tenías cuatrocientos pesos?
-Es que si le presto cuatro cien pesos entonces me quedo pato, pero si quere le empresto los cuatro cien pesos, tío, pero descués me los devuelve.
-Gracias, pequeñajo, pero no me sirven de nada. Baja las maletas y sube al auto.
-No importa tío, porque en estas vacaciones lo pasé muy bien porque me bañé en la playita y descués andé en auto harto rato y me comí dos trencitos.
-El año que viene nos quedaremos más días, ElMonito.
-Bueno.
(En el camino de regreso).
-Me siento tan mal. ¡Cómo me dejé llevar por el vicio del juego!
-No se creopupe tanto, querido tío señor Lamordes. ¿Jugó de cuál juego para jugar?
-Empecé con las máquinas tragamonedas y después me pasé al naipe y después a los dados y al final jugué lo último que me quedaba al todo o nada en la ruleta.
-¿Jugó al 32?
-N-no... ¿por qué lo dices?
-Es que anoche el Expreimentador cuando me iba convertir en un sapo de acero me gritaba en la cara ¡JUEGA AL 32, JUEGA AL 32!, y yo salía arrancando.
-¡Tonto! ¡Animal! ¡Y por qué no me lo dijiste! ¡Salió el 32! ¡Habríamos ganado millones!
-¡Pero si le dije, pero usté ya se había convertido en sapo de acero y decía cuá-cuá...
-Cuá-cuá dicen los patos. Las ranas dicen croac-croac.
-¡Pero este sapo de acero decía cuá-cuá! ¡Es verdá, no es mentira!
Me yyamo ElmOnito y tengo 7 años y ¡sienpre boi en primero, nunca paso! Ni tio el señor Lamordes sienpre me reta por qe puro cree qe qero comer chocolate trencito en vez qe llo lo qe puro qero es no aburrirme y jugar. Ogalá jugar a la pelota o tan bien jugar plaistechon o tan bien pegar láminas de álbun. Ni tio es periodista y me ase dormir en el close de su ofisina. Ni tio dise que me qere bastante. LLo tan bien lo qero a él pero es muy retón. Grasia.
Saturday, January 26, 2008
Thursday, January 24, 2008
¿Qué está tramando el tío?
-¿Ya como cuánto falta para llegar a Coquimbo, querido tío señor Lamordes?
-¡Es la décima vez que me haces la misma pregunta! Falta menos que hace poco.
-Ah. Quero llegar a Coquimbo.
-Falta. Ten paciencia.
-Es que me aburro, porque se ve el mismo camino que antes.
-Ten paciencia.
-Tan bien me dio hambre, tío, porque descués que usté cambio la rueda entonces antes había dicho que íbamos a comer y como cambió la rueda entonces se le olvidó y descués no se me pasó el hambre, en vez que más me dio hambre. Me dio hambre de comer un completo con palta. Se llaman italianos.
-Cuando lleguemos a Coquimbo compramos uno.
-¿Cuánto falta para llegar a Coquimbo?
-¡Basta, renacuajo! Allí hay un servicentro. Paremos.
-¿Es Copec?
-Sí.
-Ah, porque a mí me gustan más los Copec porque tienen el techo más bonito y tan bien sale un planeta tierra limpiecito y tan bien los completos son más buenos, porque tienen una palta que sale de un tubito.
-Todos son iguales. Entra.
-Gracias, querido tío.
-¿Qué te vas a servir?
-Un italiano y dos trencitos y tan bien masticables y una cajita de pastillas ácidas y un chicle de marca.
-Un expreso y un italiano, por favor.
-¡No, tío, no quero expreso porque es amargo!
-Tonto. El expreso es para mí y el italiano es para ti.
-Pero quero más cosas.
-¿Quieres una bebida?
-Tan bien. Quero una Fanta con yelo.
(Al rato).
-¡Oinc!
-Mal educado.
-Es que las bulbujas de la Fanta me inflaron la guata, tío, y como querían salirse del puerco las bulbujas entonces salieron por la carganta y sonaron, porque las bulbujas suenan cuando salen de la carganta para que sepa. Un día yo estaba...
-Basta. Deja el relato hasta ahí no más.
-Tío.
-¿Qué?
-¿Dónde vamos a ir cuando lleguemos a Coquimbo?
-Ya verás... ya verás...
-¿Vamos a ir a los juegos de la montaña china?
-Andas cerca, je je je...
-¡Es la décima vez que me haces la misma pregunta! Falta menos que hace poco.
-Ah. Quero llegar a Coquimbo.
-Falta. Ten paciencia.
-Es que me aburro, porque se ve el mismo camino que antes.
-Ten paciencia.
-Tan bien me dio hambre, tío, porque descués que usté cambio la rueda entonces antes había dicho que íbamos a comer y como cambió la rueda entonces se le olvidó y descués no se me pasó el hambre, en vez que más me dio hambre. Me dio hambre de comer un completo con palta. Se llaman italianos.
-Cuando lleguemos a Coquimbo compramos uno.
-¿Cuánto falta para llegar a Coquimbo?
-¡Basta, renacuajo! Allí hay un servicentro. Paremos.
-¿Es Copec?
-Sí.
-Ah, porque a mí me gustan más los Copec porque tienen el techo más bonito y tan bien sale un planeta tierra limpiecito y tan bien los completos son más buenos, porque tienen una palta que sale de un tubito.
-Todos son iguales. Entra.
-Gracias, querido tío.
-¿Qué te vas a servir?
-Un italiano y dos trencitos y tan bien masticables y una cajita de pastillas ácidas y un chicle de marca.
-Un expreso y un italiano, por favor.
-¡No, tío, no quero expreso porque es amargo!
-Tonto. El expreso es para mí y el italiano es para ti.
-Pero quero más cosas.
-¿Quieres una bebida?
-Tan bien. Quero una Fanta con yelo.
(Al rato).
-¡Oinc!
-Mal educado.
-Es que las bulbujas de la Fanta me inflaron la guata, tío, y como querían salirse del puerco las bulbujas entonces salieron por la carganta y sonaron, porque las bulbujas suenan cuando salen de la carganta para que sepa. Un día yo estaba...
-Basta. Deja el relato hasta ahí no más.
-Tío.
-¿Qué?
-¿Dónde vamos a ir cuando lleguemos a Coquimbo?
-Ya verás... ya verás...
-¿Vamos a ir a los juegos de la montaña china?
-Andas cerca, je je je...
Sunday, January 20, 2008
Primera parada: un improvisado baño de mar
-Cierra la ventana, gaznápiro.
-Bueno, tío.
(Al rato).
-Tío...
-Qué.
-Tengo calor. ¿Cuedo abrir la ventana de nuevo para que me entre aigrecito?
-Ábrela sólo un poco.
(...)
-¡La abriste demasiado! Se van a volver a volar los papeles que llevamos atrás.
-Ya. Espere. ¿Ahora sí?
-Sí.
-Pero así me da calor. Me empezó a encraspirar la cara. Me están saliendo gotas de la frente, tío, pero no me gustan tanto porque son saladas. ¿Por qué las gotas de la frente son saladas y no son dulces, tío? Pero tan bien las gotas del cuello son saladas pero las gotas de las patas no son de nada, porque cuando me saco las zapatillas no salen gotas porque sale un olor asqueroso, porque las patas están encarceladas y cuando quedan libres salen negras.
-Ah.
-¡Mire, ahí ya se ve el mar!
-Sí, es que ya pasamos las Chilcas y todo eso.
-¿Ahí era donde usté decía que vivía un señor que le fallaba el mate que se llamaba El Mitaño?
-Sí, pero ya se murió.
-Ahora parece que dijeron que llegó a vivir otro señor que le falla el mate.
-No sé.
-¿Por qué a los señores que les falla el mate les gusta vivir debajo de los cuentes, tío?
-No sé.
(Al rato).
-Chuta, se me reditió el trencito.
-¿No ves, mequetrefe, gusano desobediente? ¡Te dije que te compraras un chicle mejor!
-Verdá. Fregué. Emprésteme una servilleta para limpiar el chocolate.
-¿Te manchaste las manos?
-Menos mal que no, tío. Las tengo limpiecitas porque el trencito justo se reditió en el asiento!
-¡Burro! ¿No sabes cuánto cuesta mandar a lavar los asientos?
-No, tío, no sé. ¿Cuánto cuesta?
-12 mil pesos.
-Tome, yo le cuedo emprestar cuatro cien pesos y así le sobran dos cien pesos.
-¡Ignorante! Doce mil pesos, no doscientos.
-Ah, ¿eso es más que dos cien pesos?
-Grrr...
-¡Bajémonos a esa playita a limpiar el asiento y nos bañamos!
-Bueno. La verdad es que yo tengo harto calor también y me haría bien una zambullida.
(Al rato).
-Tío, ¡que está fría el agua, pero está rica, pero está muy fría, porque está helada! ¡Está como yelo!
-No te metas tan adentro.
-¿Cuedo sacar los antiojos de hombre rana para ver si abajo del agua encuentro jaibas?
-No.
-Si me quedo parado entonces a lo mejor cuedo ver pasar una ánguila.
-Se dice anguila, no ánguila.
-La otra vez que estaba en el mar de Quisco entonces vi una jaiba que tenía aletas. ¡Es verdá, no es mentira!
-Ah, qué frescura. Mmm... ¡Ah, esto es vida!
-Sí. ¡Vivan las vacaciones!
(Al rato).
-Ya. A salirse, que hay que continuar el viaje. Nos queda mucho para llegar a Coquimbo. No hemos pasado ni siquiera Los Vilos.
-Tengo hambre, porque uno cuando se baña en el mar da hambre, tío.
-Saquemos algo de la hielera y comemos algo aquí mismo, ¿te parece?
-¡Síííí!
-Espera... ¡Lo que faltaba!
-¿Qué pasó, tío?
-Mira. Se reventó un neumático. A lo mejor a la orilla del camino había un clavo. Hay que cambiar la rueda. Pásame la gata.
-No está, tío, porque usté la dejó en la casa porque no la quiso traer porque dijo que los gatos se asustan cuando se cambian de casa.
-¡La gata para levantar el auto, animal!
-Ah, pero no sé cómo es.
-Está en el portamaletas. Tienes que levantar el piso y debajo está la gata.
(Al rato).
-¿Es esta cosa de fierro como rara?
-Sí. Pásamela.
(Al rato).
-¡Uf! ¡Listo, por fin! Quedé todo transpirado.
-Yo tan bien, tío, porque cuando lo estaba viendo me dio todo el sol y entonces craspiré y ahora quero bañarme de nuevo para ver si cuedo sacar una jaiba guagüita.
-Bueno, bañémonos otra vez para sacarnos la transpiración.
-¡Viva!
-Bueno, tío.
(Al rato).
-Tío...
-Qué.
-Tengo calor. ¿Cuedo abrir la ventana de nuevo para que me entre aigrecito?
-Ábrela sólo un poco.
(...)
-¡La abriste demasiado! Se van a volver a volar los papeles que llevamos atrás.
-Ya. Espere. ¿Ahora sí?
-Sí.
-Pero así me da calor. Me empezó a encraspirar la cara. Me están saliendo gotas de la frente, tío, pero no me gustan tanto porque son saladas. ¿Por qué las gotas de la frente son saladas y no son dulces, tío? Pero tan bien las gotas del cuello son saladas pero las gotas de las patas no son de nada, porque cuando me saco las zapatillas no salen gotas porque sale un olor asqueroso, porque las patas están encarceladas y cuando quedan libres salen negras.
-Ah.
-¡Mire, ahí ya se ve el mar!
-Sí, es que ya pasamos las Chilcas y todo eso.
-¿Ahí era donde usté decía que vivía un señor que le fallaba el mate que se llamaba El Mitaño?
-Sí, pero ya se murió.
-Ahora parece que dijeron que llegó a vivir otro señor que le falla el mate.
-No sé.
-¿Por qué a los señores que les falla el mate les gusta vivir debajo de los cuentes, tío?
-No sé.
(Al rato).
-Chuta, se me reditió el trencito.
-¿No ves, mequetrefe, gusano desobediente? ¡Te dije que te compraras un chicle mejor!
-Verdá. Fregué. Emprésteme una servilleta para limpiar el chocolate.
-¿Te manchaste las manos?
-Menos mal que no, tío. Las tengo limpiecitas porque el trencito justo se reditió en el asiento!
-¡Burro! ¿No sabes cuánto cuesta mandar a lavar los asientos?
-No, tío, no sé. ¿Cuánto cuesta?
-12 mil pesos.
-Tome, yo le cuedo emprestar cuatro cien pesos y así le sobran dos cien pesos.
-¡Ignorante! Doce mil pesos, no doscientos.
-Ah, ¿eso es más que dos cien pesos?
-Grrr...
-¡Bajémonos a esa playita a limpiar el asiento y nos bañamos!
-Bueno. La verdad es que yo tengo harto calor también y me haría bien una zambullida.
(Al rato).
-Tío, ¡que está fría el agua, pero está rica, pero está muy fría, porque está helada! ¡Está como yelo!
-No te metas tan adentro.
-¿Cuedo sacar los antiojos de hombre rana para ver si abajo del agua encuentro jaibas?
-No.
-Si me quedo parado entonces a lo mejor cuedo ver pasar una ánguila.
-Se dice anguila, no ánguila.
-La otra vez que estaba en el mar de Quisco entonces vi una jaiba que tenía aletas. ¡Es verdá, no es mentira!
-Ah, qué frescura. Mmm... ¡Ah, esto es vida!
-Sí. ¡Vivan las vacaciones!
(Al rato).
-Ya. A salirse, que hay que continuar el viaje. Nos queda mucho para llegar a Coquimbo. No hemos pasado ni siquiera Los Vilos.
-Tengo hambre, porque uno cuando se baña en el mar da hambre, tío.
-Saquemos algo de la hielera y comemos algo aquí mismo, ¿te parece?
-¡Síííí!
-Espera... ¡Lo que faltaba!
-¿Qué pasó, tío?
-Mira. Se reventó un neumático. A lo mejor a la orilla del camino había un clavo. Hay que cambiar la rueda. Pásame la gata.
-No está, tío, porque usté la dejó en la casa porque no la quiso traer porque dijo que los gatos se asustan cuando se cambian de casa.
-¡La gata para levantar el auto, animal!
-Ah, pero no sé cómo es.
-Está en el portamaletas. Tienes que levantar el piso y debajo está la gata.
(Al rato).
-¿Es esta cosa de fierro como rara?
-Sí. Pásamela.
(Al rato).
-¡Uf! ¡Listo, por fin! Quedé todo transpirado.
-Yo tan bien, tío, porque cuando lo estaba viendo me dio todo el sol y entonces craspiré y ahora quero bañarme de nuevo para ver si cuedo sacar una jaiba guagüita.
-Bueno, bañémonos otra vez para sacarnos la transpiración.
-¡Viva!
Thursday, January 17, 2008
Preparando la mochila para el viaje
-¿Tienes lista la mochila, renacuajo?
-Sí, querido tío, pero no me cabe la ésta.
-¿Qué "ésta"?
-La tabla de serf.
-Se llama exactamente tabla de surf.
-Ah, justo me acordé con los nervios.
-Aprovecha y repite como se llama.
-Ésta.
-¿Cómo?
-Es que se me le olvidó de nuevo, tío.
-Bueno, ya. ¿Hiciste la mochila?
-Sí, pero no me cabe la ésta, así que si usté quere, ¿la cuedo llevar afuera de la mochila amarrada con un ástico?
-¿Qué es un "ástico"?
-Esa gomita que se cuede estirar y descués se pone derechita y descués se estira. Sirve para pegarle al Toro y al Martínez en la clase, porque al medio de la gomita se arruga un papelito y descués se suelta y ¡sale fuerte!, como una pelotita de flecha. Cuando era el último día de clase le tiré una pelotita al Martínez y le quedó el poto rojo, dijo el Martínez , y descués el Martínez me quería pegar pero no me pudo pegar porque el señor Gómez me defendió. Quedó picado el Martínez, tío, y me dijo a la vuelta de las vacaciones me voy a vengar pa que sepí.
-Bueno... ¿ya le pusiste el elástico?
-Estoy buscando uno... ¡ya encontré!
(Al rato).
-¡Chuta, se me reventó el ástico!
-Fregaste. No te podrás ir de vacaciones.
-¡Por qué!
-No, si es broma. Sigue ordenando tu mochila y ya veremos. Y apúrate, que se nos hace tarde y hay que viajar mañana temprano.
-Bueno.
(Al rato).
-Tío...
-Qué.
-Estoy emocionado. No cuedo seguir ordenando la mochila porque me pongo a pensar en el viaje y me da como un tiritón en las tripas que hay en la guata y me dan ganas de hacer caca...
-Ve al baño entonces, mequetrefe ansioso.
-Bueno... ¡Entonces descués voy a seguir arreglando la mochila, tío, pero ya me faltan poquitas cosas! ¡Me faltan como once cosas!
-Sí, querido tío, pero no me cabe la ésta.
-¿Qué "ésta"?
-La tabla de serf.
-Se llama exactamente tabla de surf.
-Ah, justo me acordé con los nervios.
-Aprovecha y repite como se llama.
-Ésta.
-¿Cómo?
-Es que se me le olvidó de nuevo, tío.
-Bueno, ya. ¿Hiciste la mochila?
-Sí, pero no me cabe la ésta, así que si usté quere, ¿la cuedo llevar afuera de la mochila amarrada con un ástico?
-¿Qué es un "ástico"?
-Esa gomita que se cuede estirar y descués se pone derechita y descués se estira. Sirve para pegarle al Toro y al Martínez en la clase, porque al medio de la gomita se arruga un papelito y descués se suelta y ¡sale fuerte!, como una pelotita de flecha. Cuando era el último día de clase le tiré una pelotita al Martínez y le quedó el poto rojo, dijo el Martínez , y descués el Martínez me quería pegar pero no me pudo pegar porque el señor Gómez me defendió. Quedó picado el Martínez, tío, y me dijo a la vuelta de las vacaciones me voy a vengar pa que sepí.
-Bueno... ¿ya le pusiste el elástico?
-Estoy buscando uno... ¡ya encontré!
(Al rato).
-¡Chuta, se me reventó el ástico!
-Fregaste. No te podrás ir de vacaciones.
-¡Por qué!
-No, si es broma. Sigue ordenando tu mochila y ya veremos. Y apúrate, que se nos hace tarde y hay que viajar mañana temprano.
-Bueno.
(Al rato).
-Tío...
-Qué.
-Estoy emocionado. No cuedo seguir ordenando la mochila porque me pongo a pensar en el viaje y me da como un tiritón en las tripas que hay en la guata y me dan ganas de hacer caca...
-Ve al baño entonces, mequetrefe ansioso.
-Bueno... ¡Entonces descués voy a seguir arreglando la mochila, tío, pero ya me faltan poquitas cosas! ¡Me faltan como once cosas!
Tuesday, January 15, 2008
Ni tío parece que me va llevar en vacaciones
Querido diraio
Tengo que escribir no tanto porque me toca preparar los útiles de las vacaciones, porque ni tío parece que me va llevar en vacaciones. Me dijo que si me porto bien, entonces cuedo ir en vacaciones con ni tío, vamos a ir a la ciudad Coquimbo parece, ojalá. Yo le dije a ni tío: ¡Querido tío señor Lamordes, me estoy portando bien, además que me aprendí a dar la vuelta carnero, tío! y me di la vuelta carnero pero justo me salió mal y se me hizo una herida en la pelada porque me refalé en el cemento de la calle y fregué. Me quedaron como rayas de sangre. SE LLAMAN COSTRAS.
Ni tío me lavó con veneno de carabela y la cabeza me ardió, me salieron como llamas. Descués lloré, pero poquito, porque ni tío dijo que si lloraba poquito entonces íbamos a Coquimbo, así que lloré poquito.
LISTA DE ÚTILES DE VACACIONES
Una caja de seis chicles marca dentín. Sabor menta eucalictu.
Un trajebaño para bañarse.
Dos gualetas de hombre rana. Sirven para nadar más fuerte.
Un antiojo de hombre rana con tubito. Sirve para respirar debajo del agua. El tubito se coloca en la boca, pero no se cuede hablar. El antiojo sirve para mirar adentro del agua, por eflenco mirar el agua y tan bien mirar la arena o tan bien mirar un pescadito si pasa por el lado. Pero lo malo es que entra agua y los ojos lloran con el agua salada.
Una espada láser. Otra espada láser porsiacaso me hago amigo de un niñito que le guste La guerra de las galasias. Ojalá.
Dos cien pesos para jugar a las máquinas.
Un libro de cuentos, mejor de guerra espacial o tan bien cuede ser de nomos. Ni tío me lo tiene que contar porque yo leo muy atrasado y cuando voy en la cuarta línia entonces me aburro y descués me duermo. Un día me dormí en la segunda línia. Un día me dormí viendo el puro dibujo.
Una maleta para llevar las cosas.
Una ésta para nadar en las olas. No me acuerdo el nombre, pero son largas, como de plumavit. Flotan.
Dos trencito.
Nada más. Gracia. Ojalá que no sean puras mentiras y descués ni tío vaya decir que me porté mal y me deje en el clóse. Pero por lo menos si me deja en el clóse entonces que me deje hartas pilas para dibujar en el cuaderno de dibujo. Menos mal.
COSAS QUE VOY HACER EN VACACIONES
Jugar a las máquinas.
Descués cuando sea de noche, volver a jugar a las máquinas.
Descansar.
Ir a la playa de Coquimbo y ponerme los antiojos con tubito y las gualetas.
Andar en bote para remar.
Pescar pescados no con malla de red, porque valen más con caña de pescar con anzuelo. Hay que poner tripas podridas en el anzuelo.
Investigar.
Si sale un pulpo hay que hacerle un nudo ciego en los tentálucos. Cueden ser tres tentálucos o cueden ser cuatro tentálucos. Que queden bien ciegos.
Si sale una ésta que mató al señor de Animal Planet hay que clavarle un cuchillo en la guata de la ésta, para que se reviente.
Tirarse en saquito por el refalín gigante.
Comer cositas ricas.
Ponerse bloqueadón antes de que salga el sol, no descués de que salga el sol. Si se pone descués no vale. Queda la cara quemada.
Tengo que escribir no tanto porque me toca preparar los útiles de las vacaciones, porque ni tío parece que me va llevar en vacaciones. Me dijo que si me porto bien, entonces cuedo ir en vacaciones con ni tío, vamos a ir a la ciudad Coquimbo parece, ojalá. Yo le dije a ni tío: ¡Querido tío señor Lamordes, me estoy portando bien, además que me aprendí a dar la vuelta carnero, tío! y me di la vuelta carnero pero justo me salió mal y se me hizo una herida en la pelada porque me refalé en el cemento de la calle y fregué. Me quedaron como rayas de sangre. SE LLAMAN COSTRAS.
Ni tío me lavó con veneno de carabela y la cabeza me ardió, me salieron como llamas. Descués lloré, pero poquito, porque ni tío dijo que si lloraba poquito entonces íbamos a Coquimbo, así que lloré poquito.
LISTA DE ÚTILES DE VACACIONES
Una caja de seis chicles marca dentín. Sabor menta eucalictu.
Un trajebaño para bañarse.
Dos gualetas de hombre rana. Sirven para nadar más fuerte.
Un antiojo de hombre rana con tubito. Sirve para respirar debajo del agua. El tubito se coloca en la boca, pero no se cuede hablar. El antiojo sirve para mirar adentro del agua, por eflenco mirar el agua y tan bien mirar la arena o tan bien mirar un pescadito si pasa por el lado. Pero lo malo es que entra agua y los ojos lloran con el agua salada.
Una espada láser. Otra espada láser porsiacaso me hago amigo de un niñito que le guste La guerra de las galasias. Ojalá.
Dos cien pesos para jugar a las máquinas.
Un libro de cuentos, mejor de guerra espacial o tan bien cuede ser de nomos. Ni tío me lo tiene que contar porque yo leo muy atrasado y cuando voy en la cuarta línia entonces me aburro y descués me duermo. Un día me dormí en la segunda línia. Un día me dormí viendo el puro dibujo.
Una maleta para llevar las cosas.
Una ésta para nadar en las olas. No me acuerdo el nombre, pero son largas, como de plumavit. Flotan.
Dos trencito.
Nada más. Gracia. Ojalá que no sean puras mentiras y descués ni tío vaya decir que me porté mal y me deje en el clóse. Pero por lo menos si me deja en el clóse entonces que me deje hartas pilas para dibujar en el cuaderno de dibujo. Menos mal.
COSAS QUE VOY HACER EN VACACIONES
Jugar a las máquinas.
Descués cuando sea de noche, volver a jugar a las máquinas.
Descansar.
Ir a la playa de Coquimbo y ponerme los antiojos con tubito y las gualetas.
Andar en bote para remar.
Pescar pescados no con malla de red, porque valen más con caña de pescar con anzuelo. Hay que poner tripas podridas en el anzuelo.
Investigar.
Si sale un pulpo hay que hacerle un nudo ciego en los tentálucos. Cueden ser tres tentálucos o cueden ser cuatro tentálucos. Que queden bien ciegos.
Si sale una ésta que mató al señor de Animal Planet hay que clavarle un cuchillo en la guata de la ésta, para que se reviente.
Tirarse en saquito por el refalín gigante.
Comer cositas ricas.
Ponerse bloqueadón antes de que salga el sol, no descués de que salga el sol. Si se pone descués no vale. Queda la cara quemada.
Thursday, January 10, 2008
¡Tío, soltaron a la mamá del Niñito Manuel!
-¡Tío, dice que soltaron a la mamá del Niñito Manuel!
-Así es.
-¿Quén es el Niñito Manuel?
-¿Y para qué me avisas si no sabes?
-Es que vi en la tele que iba bajando una señora de un helicóstero y entonces la señora dijo: Yo soy la mamá del Niñito Manuel. Era una señora no tan fea, pero parece que tuvo al Niñito Manuel cuando ya era viejita. ¡Tiene como 30 años, tío!
-Eso es ser joven, no vieja.
-Y como venía de la selva parece que a lo mejor una culebra se enroscó en la rueda del helicóstero y a lo mejor descués la pica a la mamá del Niñito Manuel.
-No creo.
-¿Cómo sabe? ¿No ve que venían de la selva? A lo mejor las pirañas picaron tan bien al Niñito Manuel. ¿No se acuerda cuando a mí una piraña me picó el pirulín en el río Amazonas cuando iba ir a Egisto?
-Me acuerdo perfectamente. ¿Tienes algo más que decir?
-Sí, querido tío señor Lamordes.
-¡Entonces dilo, y rápido!
-Quero ir a Egisto.
-Muy caro.
-Quero ver las pidámides y tan bien quero ver a Cleopatra y sus esclavos y tan bien quero ver la tumba de Tutankamón, porque es de oro.
-Otro día. Y ahora, vete a dormir.
-Espere. ¿Por qué el Niñito Manuel nació en la selva?
-Porque la secuestrada lo tuvo allí, con un guerrillero.
-¿Entonces se casaron en la selva los dos y tuvieron una guagüita que le pusieron Niñito Manuel?
-Pongámosle que sí. No quiero explicarte más cosas que no entenderías.
-¿Pero por qué se caso con un señor con caradina?
-Le gustaría a la mujer, me imagino.
-¿Y al señor de la caradina por qué le gustó la señora viejita que estaba cuestrada?
-No tengo la menor idea.
-¿Y cómo se casaron si en la selva no hay curita?
-A lo mejor mandaron a buscar a uno.
-¿Y llegó en caballo o llegó en burro?
-Puede haber llegado también en helicóptero.
-¿Y cómo aterrizó en la selva, si en la selva puro hay árboles gigantes? ¿Existen los helicósteros que aterrizan en árboles, tío?
-En la selva hay claros. Allí aterrizan.
-Ah. ¿Pero el curita tuvo que hacer la hostia en la selva o la llevó hacida?
-No sé.
-¿Es verdá que las hostias las hacen las monjitas cuando hacen pan amasado en la inglesia? ¿Y es verdá o es mentira que antes de vender las hostias a la inglesia las crueban para ver si falta sal?
-¿Quién te dijo tamaña estupidez?
-Parece que la tía Ernestina, cuando los estaba explicando la historia del Señor Cejú. Pero dijo tan bien la tía Ernestina que una monjita se había enamorado de un curita y casi se casaron, y puro no se casaron porque el curita dijo que la monjita era no tan bonita porque no tenía éstas, era plana dijo el curita y descués el curita mejor se casó con una modelo que se parecía a Marlen Olivarín. Pero la monjita quedó triste y entró a un convento.
-Así es.
-¿Quén es el Niñito Manuel?
-¿Y para qué me avisas si no sabes?
-Es que vi en la tele que iba bajando una señora de un helicóstero y entonces la señora dijo: Yo soy la mamá del Niñito Manuel. Era una señora no tan fea, pero parece que tuvo al Niñito Manuel cuando ya era viejita. ¡Tiene como 30 años, tío!
-Eso es ser joven, no vieja.
-Y como venía de la selva parece que a lo mejor una culebra se enroscó en la rueda del helicóstero y a lo mejor descués la pica a la mamá del Niñito Manuel.
-No creo.
-¿Cómo sabe? ¿No ve que venían de la selva? A lo mejor las pirañas picaron tan bien al Niñito Manuel. ¿No se acuerda cuando a mí una piraña me picó el pirulín en el río Amazonas cuando iba ir a Egisto?
-Me acuerdo perfectamente. ¿Tienes algo más que decir?
-Sí, querido tío señor Lamordes.
-¡Entonces dilo, y rápido!
-Quero ir a Egisto.
-Muy caro.
-Quero ver las pidámides y tan bien quero ver a Cleopatra y sus esclavos y tan bien quero ver la tumba de Tutankamón, porque es de oro.
-Otro día. Y ahora, vete a dormir.
-Espere. ¿Por qué el Niñito Manuel nació en la selva?
-Porque la secuestrada lo tuvo allí, con un guerrillero.
-¿Entonces se casaron en la selva los dos y tuvieron una guagüita que le pusieron Niñito Manuel?
-Pongámosle que sí. No quiero explicarte más cosas que no entenderías.
-¿Pero por qué se caso con un señor con caradina?
-Le gustaría a la mujer, me imagino.
-¿Y al señor de la caradina por qué le gustó la señora viejita que estaba cuestrada?
-No tengo la menor idea.
-¿Y cómo se casaron si en la selva no hay curita?
-A lo mejor mandaron a buscar a uno.
-¿Y llegó en caballo o llegó en burro?
-Puede haber llegado también en helicóptero.
-¿Y cómo aterrizó en la selva, si en la selva puro hay árboles gigantes? ¿Existen los helicósteros que aterrizan en árboles, tío?
-En la selva hay claros. Allí aterrizan.
-Ah. ¿Pero el curita tuvo que hacer la hostia en la selva o la llevó hacida?
-No sé.
-¿Es verdá que las hostias las hacen las monjitas cuando hacen pan amasado en la inglesia? ¿Y es verdá o es mentira que antes de vender las hostias a la inglesia las crueban para ver si falta sal?
-¿Quién te dijo tamaña estupidez?
-Parece que la tía Ernestina, cuando los estaba explicando la historia del Señor Cejú. Pero dijo tan bien la tía Ernestina que una monjita se había enamorado de un curita y casi se casaron, y puro no se casaron porque el curita dijo que la monjita era no tan bonita porque no tenía éstas, era plana dijo el curita y descués el curita mejor se casó con una modelo que se parecía a Marlen Olivarín. Pero la monjita quedó triste y entró a un convento.
Tuesday, January 08, 2008
El hombre lefante es más feo que la niña pulpo, parece
Querido diraio
En la televisión dieron que iba operar al hombre lefante y descués le sacaron como una bolsa de carne de la cara pero quedó más feo tuavía, porque quedó sin oreja dijeron. Menos mal que la niña pulpo era no tan fea, era bonita, pero tenía patitas de pulpo y entonces no podía caminar bien porque la niña pulpo nació para andar en el mar, o sea que nació para vivir en el océano Pacífico, pero no adentro del agua, en vez que afuera del agua, o sea con la cabeza afuera del agua para respirar y las patitas adentro del agua para nadar. La niña pulpo es de la India y el hombre lefante es no sé.
¿Quén es más feo? Yo creo que el hombre lefante es más feo porque tiene un globo de cara.
A mí me dan pena los señores jorobados porque no cueden caminar bien y dicen que el único trabajo que les dan es tocar la campana en la inglesia y tan bien les dan trabajo pidiendo limón en la calle.
El hombre lefante lo vi pero no tiene trompa, entonces es un elefante mal nacido. Nació con defecto.
Yo creo que el hombre lefante ahora que no tiene oreja va tener que oír por la otra oreja que le queda, o sea que no va quedar sordo porque tuavía cuede escuchar por una oreja, menos mal.
El hombre lefante tiene la boca adentro de una carne como de papa. En la tele dijeron que lo iba contratar un circo de animales con defectos, pero el hombre lefante no quiso que lo contrataran del circo porque dijo el hombre elefante, dijo YO NO SOY ANIMAL EN VEZ QUE SOY UN SEÑOR CON DEFECTO.
Así que menos mal que yo no nací con defecto. Salí con las orejas más largas y ni tío dice que salí con boca de sapo, pero eso no es defecto. Eso es salir con mala suerte no más.
Gracia.
En la televisión dieron que iba operar al hombre lefante y descués le sacaron como una bolsa de carne de la cara pero quedó más feo tuavía, porque quedó sin oreja dijeron. Menos mal que la niña pulpo era no tan fea, era bonita, pero tenía patitas de pulpo y entonces no podía caminar bien porque la niña pulpo nació para andar en el mar, o sea que nació para vivir en el océano Pacífico, pero no adentro del agua, en vez que afuera del agua, o sea con la cabeza afuera del agua para respirar y las patitas adentro del agua para nadar. La niña pulpo es de la India y el hombre lefante es no sé.
¿Quén es más feo? Yo creo que el hombre lefante es más feo porque tiene un globo de cara.
A mí me dan pena los señores jorobados porque no cueden caminar bien y dicen que el único trabajo que les dan es tocar la campana en la inglesia y tan bien les dan trabajo pidiendo limón en la calle.
El hombre lefante lo vi pero no tiene trompa, entonces es un elefante mal nacido. Nació con defecto.
Yo creo que el hombre lefante ahora que no tiene oreja va tener que oír por la otra oreja que le queda, o sea que no va quedar sordo porque tuavía cuede escuchar por una oreja, menos mal.
El hombre lefante tiene la boca adentro de una carne como de papa. En la tele dijeron que lo iba contratar un circo de animales con defectos, pero el hombre lefante no quiso que lo contrataran del circo porque dijo el hombre elefante, dijo YO NO SOY ANIMAL EN VEZ QUE SOY UN SEÑOR CON DEFECTO.
Así que menos mal que yo no nací con defecto. Salí con las orejas más largas y ni tío dice que salí con boca de sapo, pero eso no es defecto. Eso es salir con mala suerte no más.
Gracia.
Wednesday, January 02, 2008
¡Tío, salió un volcán gomitando juegos artificiales y mató al señor peladito que dice los goles!
-¡Tío, salió en las noticias un volcán gomitando juegos artificiales que se llaima volcán Llama y el volcán mató al señor peladito que decía las noticias de los goles!
-Tonto, se "llama" volcán "Llaima".
-Si sé, es que me quivoqué por apresuramiento, querido tío señor Lamordes.
-¿Por qué?
-Por aperu... apremusamiento... apermusanteno.
-Ja ja. ¡Creí que te habías aprendido un nueva palabra!
-¡Si me la prendí, pero es muy difícil tuavía. Descués se va hacer más fácil. Tengo que estrenarme.
-Bueno, ve a "estrenarte" entonces.
-¡Espere! ¡Reventó un volcán que se llaima Llama!
-Si sé. Pero lo que no te entiendo es lo del señor peladito.
-Que el volcán Llama parece que le cayó encima al señor peladito que hablaba de los goles en la noche y el señor peladito se murió. Se llamaba Jota Eme. Ese que se parecía al moutro de la Guerra de las Galasias, ¿no se acuerda de ese moutro que cacturó a la princesa Leya y que descués lo aholcan con una cadena de fierro y se muere dando titirones? Se llama Yaba Deját.
-¡Mequetrefe irrespetuoso! Julito Martínez murió hoy, pero eso no tiene nada que ver con el volcán. Cómo se te ocurre.
-Es que dieron las noticias juntas y salía el señor peladito que lo estaban veloriando. Parece que le cayó la lava del volcán y se prendió.
-Falleció de cáncer, gusano de poca monta.
-Ah. Eso es grave. ¿Por qué las personas se mueren de cáncer, tío?
-Porque el cáncer es una enfermedad mortal.
-¿Las personas que se mueren de cáncer no se cueden salvar?
-Si se mueren, difícil que se puedan salvar.
-¿Pero si se salvan entonces no se cueden morir?
-Si se salvan, entonces no se murieron.
-Entonces no es tan grave.
-Mmm, tu lógica me enreda.
-Quero ir a ver el volcán Llama.
-Está muy lejos.
-¿Hay que ir en avión?
-Para llegar pronto, sí.
-Entonces quero ir altiro, para comer cositas en el avión.
-Bien, vamos al aeropuerto de inmediato.
-¡Viva ni tío!
-Pero tú pagas.
-¿Alcanza con lo que tengo en el chanchito?
-Pásame la plata y vamos a comprar el pasaje.
-No, porque ya pasó el día de que Pilatos se lavó las manos y casi aholcan al Señor Cejú con una venda para hacer gicnasia.
-Te refieres al Día de los Inocentes, ya adiviné.
-Pero vamos, pos tío...
-Recuerda que si el avión vuela hacia el lugar, entonces pasará por encima del volcán.
-¿Y se va ver el hoyo del volcán donde gomita los juegos artificiales?
-No sólo se va a ver, sino que el avión se puede caer dentro del cráter.
-¿Y entonces los podemos quemar de verdá, no de mentira?
-Así es.
-Entonces mejor no vamos, tío.
-¿Y qué te pasó ahora? ¿Te dio miedo? ¿O te volvió la cordura?
-Es que si me quemo entonces no cuedo ir en el verano a la piscina porque voy a estar redetido y entonces no me cuedo tirar piqueros, ¿no ve que las personas redetidas no tienen forma porque puro son una cosa de agua y para tirarse piqueros hay que estar derechito?
-Tonto, se "llama" volcán "Llaima".
-Si sé, es que me quivoqué por apresuramiento, querido tío señor Lamordes.
-¿Por qué?
-Por aperu... apremusamiento... apermusanteno.
-Ja ja. ¡Creí que te habías aprendido un nueva palabra!
-¡Si me la prendí, pero es muy difícil tuavía. Descués se va hacer más fácil. Tengo que estrenarme.
-Bueno, ve a "estrenarte" entonces.
-¡Espere! ¡Reventó un volcán que se llaima Llama!
-Si sé. Pero lo que no te entiendo es lo del señor peladito.
-Que el volcán Llama parece que le cayó encima al señor peladito que hablaba de los goles en la noche y el señor peladito se murió. Se llamaba Jota Eme. Ese que se parecía al moutro de la Guerra de las Galasias, ¿no se acuerda de ese moutro que cacturó a la princesa Leya y que descués lo aholcan con una cadena de fierro y se muere dando titirones? Se llama Yaba Deját.
-¡Mequetrefe irrespetuoso! Julito Martínez murió hoy, pero eso no tiene nada que ver con el volcán. Cómo se te ocurre.
-Es que dieron las noticias juntas y salía el señor peladito que lo estaban veloriando. Parece que le cayó la lava del volcán y se prendió.
-Falleció de cáncer, gusano de poca monta.
-Ah. Eso es grave. ¿Por qué las personas se mueren de cáncer, tío?
-Porque el cáncer es una enfermedad mortal.
-¿Las personas que se mueren de cáncer no se cueden salvar?
-Si se mueren, difícil que se puedan salvar.
-¿Pero si se salvan entonces no se cueden morir?
-Si se salvan, entonces no se murieron.
-Entonces no es tan grave.
-Mmm, tu lógica me enreda.
-Quero ir a ver el volcán Llama.
-Está muy lejos.
-¿Hay que ir en avión?
-Para llegar pronto, sí.
-Entonces quero ir altiro, para comer cositas en el avión.
-Bien, vamos al aeropuerto de inmediato.
-¡Viva ni tío!
-Pero tú pagas.
-¿Alcanza con lo que tengo en el chanchito?
-Pásame la plata y vamos a comprar el pasaje.
-No, porque ya pasó el día de que Pilatos se lavó las manos y casi aholcan al Señor Cejú con una venda para hacer gicnasia.
-Te refieres al Día de los Inocentes, ya adiviné.
-Pero vamos, pos tío...
-Recuerda que si el avión vuela hacia el lugar, entonces pasará por encima del volcán.
-¿Y se va ver el hoyo del volcán donde gomita los juegos artificiales?
-No sólo se va a ver, sino que el avión se puede caer dentro del cráter.
-¿Y entonces los podemos quemar de verdá, no de mentira?
-Así es.
-Entonces mejor no vamos, tío.
-¿Y qué te pasó ahora? ¿Te dio miedo? ¿O te volvió la cordura?
-Es que si me quemo entonces no cuedo ir en el verano a la piscina porque voy a estar redetido y entonces no me cuedo tirar piqueros, ¿no ve que las personas redetidas no tienen forma porque puro son una cosa de agua y para tirarse piqueros hay que estar derechito?
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