-Tío, ayer vi un réclame de la Pascua.
-Sí, yo también.
-¿Ya va ser la Pascua?
-La Navidad, no la Pascua.
-¿Ya va ser la Navidás?
-Falta más de un mes.
-¿Y entonces por qué salió un réclame de la Pascua?
-Porque está en el ADN del comerciante ganar la mayor cantidad de dinero posible.
-¡Pero si los regalos los trae el Viejito Pascuero!
-Ejemmm... tienes razón.
-Yo siempre veo los regalos en Almacenes Paris y en Falabella y tan bien hasta en Ripley, tío, y son justo los regalos que descués trae el Viejito Pascuero, pero en veces no son los regalos que yo le pedí por carta, en vez que siempre son menos y justo los más difíciles no los trae, porque parece que no le caben en la bolsa, porque la bolsa es no tan grande.
-Así es.
-Por eflenco, el año pasado le pedí un pleistéchon y en vez del pleistéchon me trajo un taca-taca que se me rompió al otro día, porque se hundió la cancha porque se le salió un clavo y se hundió, porque era de madera delgadita y el Baeza cuando estábamos jugando se picó y golpió la cancha del taca-taca y la cancha se hundió.
-Qué lástima. Sí, recuerdo ese taca-taca.
-Y tan bien me trajo una caja de lápices de colores y yo cuando abrí el regalo me puse a llorar porque los regalos son para jugar, en vez que los lápices de colores son para hacer las tareas.
-¿Qué es esa hoja que tienes en la mano?
-La hoja de la carta al Viejito Pascuero, porque me estoy adelantando porque vi el réclame, entonces creía que faltaba poco para la Pascua y cuando le pregunté al Briceño me dijo que faltaba poco y descués le pregunté a la tía y la tía me dijo que faltaba no tan poco, pero faltaba poco porque ya íbamos a salir de clases.
-Ajá, eso me interesa. ¿Cómo van las notas?
-Más o menos bien, tío. Tengo casi puros cincos y un seis en música y tan bien me saqué un seis en Artes Plásticas, pero en comunicación con el mundo que nos rodea me saqué un cuatro coma uno y en matemáticas me saqué un dos pelado.
-¡A estudiar de inmediato entonces!, y sigue escribiendo la carta otro día, mira que con esas notas vas a quedar repitiendo.
-Chuta, ojalá que no quede pegado, querido tío señor Lamordes, porque tengo un compañero que lleva tres años en primero. ¡Quedó pegado tres veces seguidas y ya tiene como 11 años! El Martínez dice que no aprende porque es tonto.
-No digas eso. Di que es limitado.
-Eso dijo el Martínez, y el Briceño tan bien dijo y se burlaban de él porque era tonto, y a mí me daba pena y los hicimos amigos y los pusimos a jugar a las bolitas, pero yo siempre le ganaba porque el Villaseca es más tonto y nunca le achunta al hoyito...
Me yyamo ElmOnito y tengo 7 años y ¡sienpre boi en primero, nunca paso! Ni tio el señor Lamordes sienpre me reta por qe puro cree qe qero comer chocolate trencito en vez qe llo lo qe puro qero es no aburrirme y jugar. Ogalá jugar a la pelota o tan bien jugar plaistechon o tan bien pegar láminas de álbun. Ni tio es periodista y me ase dormir en el close de su ofisina. Ni tio dise que me qere bastante. LLo tan bien lo qero a él pero es muy retón. Grasia.
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El Monstruo del 18 de Octubre
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3 comments:
Aparecieron compañeros nuevos. Qué raro que no nombraste al Toro.
Qué pena lo de tu taca-taca, a mí me encantaría tener uno, pero uno de verdad, de madera gruesa ;-) Es muy, pero muy entretenido jugar con la familia y los amigos. Yo tenía uno de plástico, pero con mis amigos lo hicimos morir porque le dábamos como caja.
Jajajaja! me trajiste buenos recuerdos.
Oye, si quieres yo te enseño matemáticas.
Tiene que estudiar no más... a lo mejor se está equivocando mucho con los palotes.
Cuando yo tenía como 8 años me regalaron un taca-taca del ColoColo y la Chile, y la cancha era de cholguán, y también se le salieron los clavitos... Yo traté de arreglarla pero después la pelota se iba solita al arco del colo-colo, y como yo era del Colo pasaba perdiendo... tenía que hacer puro remolino para ganar, así que no jugué más, y se lo regalaron a otro niñito.
Ojalá este año el viejito se porte bien contigo ElMonito!
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