Tres fáciles preguntas

-Tío.
-Qué.
-¿Me cuede ayudar en una tarea que los dio la señorita Ernestina?
-¿De qué se trata?
-De las cosas.
-Ah, estamos claritos. A ver si puedo ayudarte.
-Tengo que contestar tres preguntas nomás ¿y descués cuedo salir a jugar una pichanguita? Porque el Martínez organizó una pichanguita en el pasaje donde vive el Martínez, pero los vecinos no le dieron permiso, así que va tener que ser una pichanguita sin gritar gol y sin quebrar los virios de las ventanas de los vecinos con la pelota, ojalá que le achuntemos justito.
-Bueno, dame las preguntas y veré si te puedo ayudar.
-La primera pregunta es de dónde vengo yo. La segunda pregunta es quén soy yo. La tercera pregunta es para dónde voy yo.
-Muy difícil. Me rindo. Contéstalas tú y después me las muestras.
-¿Y si las contesto bien cuedo ir a jugar? Porque el Martínez dice que necesitan un arquero porque el otro arquero va ser el Loro Espinoza, porque el Loro Espinoza es malo para la pelota, porque el Loro Espinoza no le pega ni al quinto bote. Pero si yo no voy dijo el Chino Valladares que el equipo va quedar cojo.
-Bueno.
(ElMonito escribe, con esa manía que tiene de sacar la lengua y chupar el lápiz. A los tres minutos corre donde su tío).
-¡Tío! ¡Terminé!
-Vaya, qué rápido. Platón te admiraría.
-¿Ahora me cuedo ir?
-Espera, deja leer.
-Bueno.

TAREDA

1-. De dónde vengo. Yo vengo de la escuela porque hoy día no hubo toma porque los cabros más grandes se cansaron de tomarse la escuela y dijeron que ahora iba que pasar de culso como sea, así que sí.
2-. Quén soy. Soy ElMonito, pero ni tío no es tan retón, un poquito nomás, porque antes me retaba más mientras tanto que ahora me reta menos porque parece que me estoy portando mejor o parece que ni querido tío señor Lamordes a lo mejor se le cueden caer los dientes porque ahora va al dentista. Ojalá no se ponga viejito sin dientes porque los viejitos sin dientes SE PARECEN AL DIAULO.
3-. Para dónde voy. Voy para la casa del Martínez a jugar una pichanguita en el pasaje que está afuera de la casa del Martínez, es un pasaje flaquito apenas caben los autos y una vez un señor pelió con una señora porque el señor venía entrando en el auto a la casa de su pasaje y la señora iba saliendo en auto de la casa de su pasaje y no cabían, entonces la señora dijo déjeme pasar y el señor le dijo voy entrando cómo quere que la deje pasar, y la señora dijo déjeme pasar porque soy una dama y el señor se picó y le dijo qué vái a ser una dama vos vieja re... y le dijo un garibato y los dos con el Martínez los tapamos las orejas pero igual escuchamos y los dio vergüenza.

-Mmm. ¡Anda a jugar! y llámame cuando terminen para que te vaya a buscar.
-¡Viva ni tío!