Preparando el chanchito para la Teletón

-Tío...
-Qué.
-Tengo calor.
-Date una ducha helada.
-No, porque me da frío en los buesos.
-Entonces échate aire con un diario.
-No porque cuando me echo aigre con el diraio el diraio se dobla porque no es derechito, porque el diraio es doblado.
-Entonces arréglatelas como puedas y déjame tranquilo.
-Quero ir a la piscina o en su defecto quero ir al Cajón de Maipú.
-¿En su qué?
-En su defecto.
-Nunca te había escuchado ese giro idiomático.
-El Lantadilla siempre dice en su defecto porque el papá nel Lantadilla vende pescado en una parte donde venden pescado.
-¿Y qué?
-Que el Lantadilla cuando lo acompaña a vender pescado cuando la escuela está en toma por eflenco, o cuede ser tan bien cuando nuay clases porque es sábado o tan bien cuede ser cuando viene la Semana Santa y como se vende más pescado, entonces el Lantadilla tiene permiso para faltar a clase porque el papá nel Lantadilla manda una comunicación firmada con la firma del papá nel Lantadilla, no con firma falsa de mentira...
-¡Pero di lo que tienes que decir!
-¿Qué cosa, querido tío señor Lamordes?
-¡Eso que estabas diciendo!
-¿Qué?
-¡Se me olvidó! ¡Mequetrefe!
-¡Por qué me reta! ¡No es justo!
-¡Tú tienes la culpa de andar siempre alargando los argumentos... ya me acordé! Por qué dice en su defecto.
-Ah, es que cuando el Lantadilla va donde su papá que vende pescado, entonces el Lantadilla cuenta que le preguntan al papá casero de cuál pescado tiene ahora y el papá nel Lantadilla dice por eflenco tengo reineta caserita o en su defecto tengo bagre; o cuede decir tan bien tengo ánguila caserita o en su defecto tengo ballena...
-Ah, ya entiendo. Bueno, está bien empleado el giro. Te felicito.
-Pero yo tengo calor.
-Te ofrecí darte una ducha fría o en su defecto echarte aire con el diario.
-No porque mejor vamos a la piscina o en su defecto al Cajón de Maipú.
-Bueno.
-¡Viva ni tío!
(Durante el viaje).
-¡Tío!
-Qué.
-Pare aquí.
-¿Por qué? ¿Has visto algo?
-Sí. Ahí está el banco de la Teletón.
-¿Y?
-Quero preguntarle una cosa importante a los señores del banco.
-Bueno, baja, yo te espero. ¡Y no andes con cuentos largos, apúrate!
-Si es cortito, no se creopupe.
(Dentro del banco).
-Señor guardián del banco, ¿cuede decirme algo importante?
-¿Qué se te ofrece, títere con boca de sapo? ¡Ja ja ja!, miren a esta cosa.
-No se burle porque yo soy ElMonito y para que sepa tengo mil 50 visitantes.
-¿Ah, sí? Me alegro, ja ja ja.
(Llega un ejecutivo y le habla al oído al guardia).
-No te burles del niño, Marambio, mira que nos puede costar caro. ¿No has leído las nuevas leyes de defensa del consumidor?
-Esteee, no. Perdón señor, sí señor, sí señor.
-Atiende bien al niño.
-Cómo no señor... ¡Eh, simpático chiquitín!, ¿qué deseas saber?
-Quero saber cuando cuedo depositán las monedas que junté en el chanchito de la Teletón para los cojitos.
-Desde el viernes en adelante ya puedes venir.
-Muchas gracias. Hasta luego señor guardián.
-Adiós chiquitín... granuja mugriento.
-¡Tío!
-¿Ya saliste de dudas?
-Sí, dijo el señor guardián que del viernes paradelante cuedo venir a dejar el chanchito de la Teletón, porque no cuedo venir del viernes paratrás.
-Qué bien. Ahora sigamos viaje.
-¡No! Tiene que devolverse. La embarré medio a medio.
-Pero si todavía falta para el viernes.
-Es que se me quedó el trajebaño.