-¡Te felicito, mequetrefe!
-¿Por qué me felicita querido tío señor Lamordes, si Chile perdió con el país no se cuál? ¡Perdió como siete a cero y Boryi se puso más guatón porque de pura pena se puso a comer parece como cinco cuartos de libra del Macdónal!
-¡Te felicito porque por tu sitio pasó el visitante 50 mil, justo el 11 del 11 del 11!
-¡Viva!... ¿qué senifica eso?
-Que justo el 11-11-11 pasó el visitante 50 mil.
-¡Menos mal! ¿Quere decir que se salvó el planeta Tierra?
-No, renacuajo, no quiere decir nada. Olvídalo.
-¿Pero se ganó un premio de viaje al Polo Norte por eflenco, o de un cuarto de libra en el Macdónal o por eflenco el premio de ir a Fantasilandia?
-No. No se ganó ningún premio. Es sólo el visitante 50 mil. Hay una especie de orgullo en todo esto. Algo así como sentirse orgulloso de que alguna gente te siga queriendo a pesar de los años.
-A mí me gusta, pero casi nadien me quere, pero lo más importante es que nunca cumplo 8 años. ¡Injusticia! ¡Todos siguen creciendo y yo sigo chico!
-Mejor que sigas así para siempre. Hay quienes darían su fortuna por eso.
-¿Pero el visitante mil 50 es como ocni?
-No. Es de Guadalajara.
-¿Juajua.. ladara?
-Guadalajara.
-¿Qué cosa es Juaga... jalara?
-Una ciudad de México.
-Ah... ¿México está en China o en África, querido tío señor Lamordes?
-¡Revisa tu cuaderno de historia, gaznápiro!
-Es que esa materia parece que nunca la pasaron porque en historia me acuerdo la otra vez que pasaron una cosa de una revolución de unos gusanos...
-¿No será la revolución de los pingüinos?
-Eso parece, pero no me acuerdo tanto porque estábamos jugando al gatito colgado con el Martínez, pero menos mal que no los pillaron, y yo perdí porque el Martínez ganó.
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