-Tío, ya va llegar el Día del Niño.
-Ni me lo recuerdes.
-¡Por qué!
-Ya sé que me vas a pedir ir a Fantasilandia, al Buin Zoo, a ver Toy Story 3D, a ver Shrek número no sé cuánto, a comer papas fritas y a regalarte un trencito.
-No, tío, porque para el Día del Niño tienen que ser dos trencitos.
-Bueno, serán dos trencitos.
-¡Gracia!.. ¿cuánto falta para el Día del Niño?
-Más de una semana.
-¿Mañana va faltar menos de una semana?
-No.
-¿Cuándo va faltar un día?
-Cuando falte un día.
-Quero que falte un día altiro.
-¿Y por qué mejor no deseas que sea ahora mismo el Día del Niño?
-Porque es más emocionante que falte un día, mientras tanto que tan bien a lo mejor cuando sea el Día del Niño voy a estar castigado adentro del clóse y entonces no voy a tener niún regalo y fregué porque tan poco cuedo tener posibilidades.
-Ah.
-Tío...
-Déjame ver las noticias tranquilo, gaznápiro.
-¿Pero por qué todos los días matan a las personas en las noticias?
-Las noticias no las matan.
-Pero siempre salen las personas matadas en las noticias y nunca yo veo las personas matadas cuando ando caminando o cuando por eflenco voy saliendo del colegio, porque todas las personas están vividas.
-¿Quieres ver a las personas muertas?
-Ni tonto, porque me cuede dar susto porque las personas matadas se cueden parecer a los zombis y descués en la noche me cuede salir un vanviro cuando me ponga a soñar y no cuedo dormir, porque cuesta domir cuando salen exenas de pánico.
Me yyamo ElmOnito y tengo 7 años y ¡sienpre boi en primero, nunca paso! Ni tio el señor Lamordes sienpre me reta por qe puro cree qe qero comer chocolate trencito en vez qe llo lo qe puro qero es no aburrirme y jugar. Ogalá jugar a la pelota o tan bien jugar plaistechon o tan bien pegar láminas de álbun. Ni tio es periodista y me ase dormir en el close de su ofisina. Ni tio dise que me qere bastante. LLo tan bien lo qero a él pero es muy retón. Grasia.
Friday, July 30, 2010
Tuesday, July 27, 2010
Castigados al frío
-Hola, mequetrefe, ¿cómo te fue en la escuela?
-Bien, querido tío señor Lamordes, porque la tía Ernestina estaba refriá y no hizo clases, entonces el Inpestor Pino los mandó a la cancha de básquebol y dijo que jugáramos calladitos a la pelota, pero en la pichanguita el Peñaloza le gritó al Loro Espinoza y le dijo Loro tonto, porque el Peñaloza no le quiso dar un pase, le dijo Loro Tonto, ¿no vi que estoy solo? Pero el Loro Espinoza le gritó lauchero, entonces el Inpestor Pino los castigó a todos por gritones y fregamos.
-¿Y tú en qué puesto estabas jugando?
-Yo estaba de alquero, así que ni toqué la pelota, porque me pusieron en el equipo de los buenos. Le dije Inpestor Pino yo estaba calladito y el Inpestor Pino dijo todos castigados, y los castigaron, los pusieron en una fila india en el patio y descués como que se me desaparecieron las patas porque miraba para bajo y estaban las patas pero cuando cerraba los ojos como que no estaban las patas, así que desaparecieron visibles.
-Sería por el frío.
-Claro, porque el Lantadilla le dijo al Chino Valladares pu... que hace frío, le dijo un garibato. Pero el Toro estaba tranquilo porque andaba con gufanda y el Martínez como había corrido bastante tenía los cachetes rojos pero descués le dio frío y se le pusieron blancos los cachetes, tío. ¡Es verdá, no es mentira!
-Te creo, renacuajo.
-Así que mientras estábamos castigados los dejaron hablar despacito y yo le pregunté al Baeza cómo lo había pasado en las vacaciones de invierno, y el Baeza me dijo que había ido al Buinsó y tan bien había ido con su hermano chico a Fantasilandia, pero no lo dejaron subir a los juegos porque eran juegos de grande y él andaba con el hermano chico. Fregó.
-¿Y tú qué le dijiste?
-Yo le dije que había ido al Mundial de África con usté y no me creyó porque se puso a reín y yo me piqué y entonces el Inpestor Pino iba pasando y dijo shh...
-Bien, querido tío señor Lamordes, porque la tía Ernestina estaba refriá y no hizo clases, entonces el Inpestor Pino los mandó a la cancha de básquebol y dijo que jugáramos calladitos a la pelota, pero en la pichanguita el Peñaloza le gritó al Loro Espinoza y le dijo Loro tonto, porque el Peñaloza no le quiso dar un pase, le dijo Loro Tonto, ¿no vi que estoy solo? Pero el Loro Espinoza le gritó lauchero, entonces el Inpestor Pino los castigó a todos por gritones y fregamos.
-¿Y tú en qué puesto estabas jugando?
-Yo estaba de alquero, así que ni toqué la pelota, porque me pusieron en el equipo de los buenos. Le dije Inpestor Pino yo estaba calladito y el Inpestor Pino dijo todos castigados, y los castigaron, los pusieron en una fila india en el patio y descués como que se me desaparecieron las patas porque miraba para bajo y estaban las patas pero cuando cerraba los ojos como que no estaban las patas, así que desaparecieron visibles.
-Sería por el frío.
-Claro, porque el Lantadilla le dijo al Chino Valladares pu... que hace frío, le dijo un garibato. Pero el Toro estaba tranquilo porque andaba con gufanda y el Martínez como había corrido bastante tenía los cachetes rojos pero descués le dio frío y se le pusieron blancos los cachetes, tío. ¡Es verdá, no es mentira!
-Te creo, renacuajo.
-Así que mientras estábamos castigados los dejaron hablar despacito y yo le pregunté al Baeza cómo lo había pasado en las vacaciones de invierno, y el Baeza me dijo que había ido al Buinsó y tan bien había ido con su hermano chico a Fantasilandia, pero no lo dejaron subir a los juegos porque eran juegos de grande y él andaba con el hermano chico. Fregó.
-¿Y tú qué le dijiste?
-Yo le dije que había ido al Mundial de África con usté y no me creyó porque se puso a reín y yo me piqué y entonces el Inpestor Pino iba pasando y dijo shh...
Sunday, July 11, 2010
ElMonito y su tío en el Mundial de Sudáfrica (20)
Jazán, ElMonito, su tío y el pulpo pasan raspando el árbol, y logran aterrizar cerca del río. Los personajes corren hacia ellos.
-Llegal momento de la venganza contla Jazán -grita el Doctor Cao de Nanjing.
-Ta-ta... ta-ta...
-Me iré por detrás y así los sorprenderé -dice El Expreimentador.
-Volando voy... volando voy -dice la Calavera de Gual Disney.
-Espega un poquitu, qui eus son podiroso -alerta el Profesor Taurus.
-Un momento, amigos, ¿es necesario este enfrentamiento, esta lucha fratricida?
-¡¡¡Síííííí!!!
-No, señores, el señor Lamordes tiene razón. Está terminando el Mundial y se lo han pasado puro peleando -dice Jazán.
-Sí, porque puro queren peliar en vez que ver las partidas. Ni tío dijo que íbamos a ver el Mundial y tuavía no conozco ni el estadio del Mundial, ¿verdá tío señor Lamordes?
-Es verdad, renacuajo.
-¡Suban todos a mi avión y nos vamos al estadio ahora mismo!
-¡¡¡Yaaaaa!!!
-¡Pero sin portarse mal!
-Yo en veces me porto mal, pero es por casualidá, Jazán.
-Tú no tienes que disculparte, ElMonito.
-Ya.
-¡Pero qué hace, Doctor Cao!
-Agalal paloma en aile y bebel. Tenel sed de colazón. Mejol sangle de consuelo.
-Siéntese atrás, lejos del gaznápiro, al lado del pulpo.
-Bueno, pelo espelal.
-¡Otra vez!
-Es que colazón de paloma es chico. Necesital otla.
-Ahí va un elefante.
-Muy glande. Difícil captulal paquidelmo.
-Tudu bem, apgetaditus dentgu avión.
-Estoy nerviosa, está muy lleno el avión.
-Tganquila, Calavega... ¡un dos tres duermasé!
-Zzz... zzz... zzz...
(Despega el avión).
-¡¡¡Cuidado, Jazán!!!
-Tranquilo, señores. Recién me lo ajustaron en el garaje.
-Sel muy joven pala molil. Apenas tenel 75 años. Doctol Cao de Nanjing quelel molil en su tiela natal.
-No pasa nada, chino maléfico -dice el Doctor Cítico.
(Pasan tres horas).
-¡Allá se ve el estadio! Aterrizaré en las carcanías.
(Aterriza).
-Ahora bajemos a ver el partido.
-No podemos entrar, Jazán, porque la gente ya va saliendo porque las partidas se terminaron.
-¿Quién habrá ganado?
-Pregúntenle al pulpo.
-¿Quén ganó, purpo? Mire estas dos banderas.
(Indica).
-Dice que ganó la bandera roja con amarilla, tío.
-¡Qué hace ahora, Doctor Cao!
-¡Sacal colazón de pulpo! Sel lico, goldito.
-No lo harás, yo te lo impediré -lo amenaza Jazán, y el Doctor Cao retrocede.
-Yo quería ver bailar a Shakira.
-Mejor yo cuedo ir a buscar a la agüelita Shakira con Jazán para que mejor la vea a ella, querido tío señor Lamordes.
-¡¡¡Noooo!!!
(Huyen todos, despavoridos, incluyendo a Jazán en su avión, junto al pulpo).
-¡Chao Jazán! ¡Chao Calavera de Gual Disney! ¡Chao Dostor Cítico! ¡Chao Duende Tatá! ¡Chao El Expreimentador! ¡Chao Profesor Taúru!
(Voces a lo lejos).
-Chao ElMonito...
-¿Y no te despides del Doctor Cao, mequetrefe?
-No, porque me cuede venir a buscar.
-Bueno. Y ahora que terminó el Mundial, ¿qué quieres hacer?
-Quero volver a Chile, querido tío señor Lamordes, porque quero salir de vacaciones de invierno, porque la tía Ernestina mandó una comunicación que no hay clases.
-No me la mostraste.
-Se me quedó adentro de la muchila, en la parte del ladito, porque se me ensució con una manzana podrida y el gusano quedó plano adentro de la comunicación.
-Llegal momento de la venganza contla Jazán -grita el Doctor Cao de Nanjing.
-Ta-ta... ta-ta...
-Me iré por detrás y así los sorprenderé -dice El Expreimentador.
-Volando voy... volando voy -dice la Calavera de Gual Disney.
-Espega un poquitu, qui eus son podiroso -alerta el Profesor Taurus.
-Un momento, amigos, ¿es necesario este enfrentamiento, esta lucha fratricida?
-¡¡¡Síííííí!!!
-No, señores, el señor Lamordes tiene razón. Está terminando el Mundial y se lo han pasado puro peleando -dice Jazán.
-Sí, porque puro queren peliar en vez que ver las partidas. Ni tío dijo que íbamos a ver el Mundial y tuavía no conozco ni el estadio del Mundial, ¿verdá tío señor Lamordes?
-Es verdad, renacuajo.
-¡Suban todos a mi avión y nos vamos al estadio ahora mismo!
-¡¡¡Yaaaaa!!!
-¡Pero sin portarse mal!
-Yo en veces me porto mal, pero es por casualidá, Jazán.
-Tú no tienes que disculparte, ElMonito.
-Ya.
-¡Pero qué hace, Doctor Cao!
-Agalal paloma en aile y bebel. Tenel sed de colazón. Mejol sangle de consuelo.
-Siéntese atrás, lejos del gaznápiro, al lado del pulpo.
-Bueno, pelo espelal.
-¡Otra vez!
-Es que colazón de paloma es chico. Necesital otla.
-Ahí va un elefante.
-Muy glande. Difícil captulal paquidelmo.
-Tudu bem, apgetaditus dentgu avión.
-Estoy nerviosa, está muy lleno el avión.
-Tganquila, Calavega... ¡un dos tres duermasé!
-Zzz... zzz... zzz...
(Despega el avión).
-¡¡¡Cuidado, Jazán!!!
-Tranquilo, señores. Recién me lo ajustaron en el garaje.
-Sel muy joven pala molil. Apenas tenel 75 años. Doctol Cao de Nanjing quelel molil en su tiela natal.
-No pasa nada, chino maléfico -dice el Doctor Cítico.
(Pasan tres horas).
-¡Allá se ve el estadio! Aterrizaré en las carcanías.
(Aterriza).
-Ahora bajemos a ver el partido.
-No podemos entrar, Jazán, porque la gente ya va saliendo porque las partidas se terminaron.
-¿Quién habrá ganado?
-Pregúntenle al pulpo.
-¿Quén ganó, purpo? Mire estas dos banderas.
(Indica).
-Dice que ganó la bandera roja con amarilla, tío.
-¡Qué hace ahora, Doctor Cao!
-¡Sacal colazón de pulpo! Sel lico, goldito.
-No lo harás, yo te lo impediré -lo amenaza Jazán, y el Doctor Cao retrocede.
-Yo quería ver bailar a Shakira.
-Mejor yo cuedo ir a buscar a la agüelita Shakira con Jazán para que mejor la vea a ella, querido tío señor Lamordes.
-¡¡¡Noooo!!!
(Huyen todos, despavoridos, incluyendo a Jazán en su avión, junto al pulpo).
-¡Chao Jazán! ¡Chao Calavera de Gual Disney! ¡Chao Dostor Cítico! ¡Chao Duende Tatá! ¡Chao El Expreimentador! ¡Chao Profesor Taúru!
(Voces a lo lejos).
-Chao ElMonito...
-¿Y no te despides del Doctor Cao, mequetrefe?
-No, porque me cuede venir a buscar.
-Bueno. Y ahora que terminó el Mundial, ¿qué quieres hacer?
-Quero volver a Chile, querido tío señor Lamordes, porque quero salir de vacaciones de invierno, porque la tía Ernestina mandó una comunicación que no hay clases.
-No me la mostraste.
-Se me quedó adentro de la muchila, en la parte del ladito, porque se me ensució con una manzana podrida y el gusano quedó plano adentro de la comunicación.
Thursday, July 08, 2010
ElMonito y su tío en el Mundial de Sudáfrica (19)
ElMonito y su tío son llevados por caminos de tierra por unos cazadores negros en camioneta. ElMonito va justo en la parte de la esquina, donde está el fierro.
-Me duelen las costillas del puerco, tío.
-Córrete un poco.
-No cuedo porque hay muchos señores neigros con escopetas.
-Entonces aguanta.
(La camioneta frena bruscamente).
-¡Murumbu tukulún!
-Qué quere decir mulu tulún?
-¡Murumbu tukulún!
-Quieren que nos bajemos, pero, ¿para qué? Aquí no hay nada.
-¡Murumbu tukulún!
-Bájate tú primero, gaznápiro.
-Bueno.
(Se baja. Los cazadores lo ponen de pie y se aprestan a fusilarlo).
-Esperen un poco, amigos, esta no es la hospitalidad sudafricana de que tanto se habla.
-¡Murumbu tukulún! ¡Cazuti turuli!
-Dicen parece que los tienen que matar a los dos juntos para que descués no los acusemos a los caradineros, querido tío señor Lamordes.
(Bajan al tío y lo echan al suelo).
-¡Déjenme levantarme solo! Si hay que morir, moriré... pero ¿por qué nos van a fusilar? Ando con un cuchillo abrelatas y un espejito. ¿Los quieren?
-¡Babú bibi babú!
-Gracias. Son todos suyos.
-Tío, igual los queren matar porque el neigrito de la esquina se puso a apuntarle a usté, que es más grande.
-¡No dispare, que me queda hilo en la cañuela todavía!
-¡Buno... bob... bés...! Bubunten...
-¡Rrrrrrr... rrrrrrrrrrrRR.... RRRRRRRRR! ¡RRRRRRRRRRRRRR!
-¡Un avión, tío!
-¡El avión de Jazán! ¡Volvió a buscarnos!
-¡Sálvenos señor Zaján... señor Jazán!
(Desde arriba).
-¡Les arrojaré un pulpo amarrado de un cordel! ¡Afírmense de los tentáculos!
-Mumubu filumín.
-¡Bum! ¡Bum! ¡Bum!
-Ja ja ja, esas balas no me hacen nada. ¡Allá va! ¡Afírmense!
-¡Lo agarré! ¡Súbame, Jazán!
-¡Espere Jazán que los dentáculos del purpo son muy pelotoncitos!
-Deja que el pulpo te tome de la cintura.
-Bueno, Jazán. Purpo, tómeme del puerco... ¡Ya me tomó, Jazán, pero me da cosquillas, ja ja ja!
-Afírmense que van a volar. Ahora recojo al pulpo.
(Abordo, los cuatro).
-¡Gracias, Jazán! Veo que cumplió su promesa.
-En efecto, amigos. En el garaje me dejaron perfecto el avión. Tenía una pequeña pérdida de aceite, pero ya está flor.
-¿Y ese pulpo, de dónde lo sacó?
-Me lo prestaron en Alemania. Se llama Paul.
-Tío, es el purpo que adivina los partidos.
-¿Cuántos partidos quedan, Jazán? Con esta historia ya ni sé qué día es.
-Quedan solamente dos: el tercer puesto y la final.
-¿Quén va jugar la final, Jazán?
-España con Holanda.
-¡Diablos! ¿Quién irá a ganar?
-Pregúntele al purpo, tío.
-No se puede, amigos. Esa prueba la hace en un acuario.
-Verdá.
-¿Han visto a los demás personajes? ¡Tengo unas ganas de liquidarlos para siempre!
-Se fueron corriendo por ese camino de culebrita que está más cerca del río donde se ven unos cocodrilos, Jazán.
-Allá me parece verlos. ¡Sí, son ellos! ¡Vamos a cazarlos!
-Ya sabía que esto no terminaría tan fácil.
-Emprésteme el arco con flechas para dispararles, osinó me empresta la espada de lásen.
-Toma el arco y las flechas. Nos acercaremos bien abajo... apunta...
-¡Cuidado con el árbol, Jazán!
-Reflauta, ya es tarde, vamos a chocar. ¡Afírmense del pulpo!
-Me duelen las costillas del puerco, tío.
-Córrete un poco.
-No cuedo porque hay muchos señores neigros con escopetas.
-Entonces aguanta.
(La camioneta frena bruscamente).
-¡Murumbu tukulún!
-Qué quere decir mulu tulún?
-¡Murumbu tukulún!
-Quieren que nos bajemos, pero, ¿para qué? Aquí no hay nada.
-¡Murumbu tukulún!
-Bájate tú primero, gaznápiro.
-Bueno.
(Se baja. Los cazadores lo ponen de pie y se aprestan a fusilarlo).
-Esperen un poco, amigos, esta no es la hospitalidad sudafricana de que tanto se habla.
-¡Murumbu tukulún! ¡Cazuti turuli!
-Dicen parece que los tienen que matar a los dos juntos para que descués no los acusemos a los caradineros, querido tío señor Lamordes.
(Bajan al tío y lo echan al suelo).
-¡Déjenme levantarme solo! Si hay que morir, moriré... pero ¿por qué nos van a fusilar? Ando con un cuchillo abrelatas y un espejito. ¿Los quieren?
-¡Babú bibi babú!
-Gracias. Son todos suyos.
-Tío, igual los queren matar porque el neigrito de la esquina se puso a apuntarle a usté, que es más grande.
-¡No dispare, que me queda hilo en la cañuela todavía!
-¡Buno... bob... bés...! Bubunten...
-¡Rrrrrrr... rrrrrrrrrrrRR.... RRRRRRRRR! ¡RRRRRRRRRRRRRR!
-¡Un avión, tío!
-¡El avión de Jazán! ¡Volvió a buscarnos!
-¡Sálvenos señor Zaján... señor Jazán!
(Desde arriba).
-¡Les arrojaré un pulpo amarrado de un cordel! ¡Afírmense de los tentáculos!
-Mumubu filumín.
-¡Bum! ¡Bum! ¡Bum!
-Ja ja ja, esas balas no me hacen nada. ¡Allá va! ¡Afírmense!
-¡Lo agarré! ¡Súbame, Jazán!
-¡Espere Jazán que los dentáculos del purpo son muy pelotoncitos!
-Deja que el pulpo te tome de la cintura.
-Bueno, Jazán. Purpo, tómeme del puerco... ¡Ya me tomó, Jazán, pero me da cosquillas, ja ja ja!
-Afírmense que van a volar. Ahora recojo al pulpo.
(Abordo, los cuatro).
-¡Gracias, Jazán! Veo que cumplió su promesa.
-En efecto, amigos. En el garaje me dejaron perfecto el avión. Tenía una pequeña pérdida de aceite, pero ya está flor.
-¿Y ese pulpo, de dónde lo sacó?
-Me lo prestaron en Alemania. Se llama Paul.
-Tío, es el purpo que adivina los partidos.
-¿Cuántos partidos quedan, Jazán? Con esta historia ya ni sé qué día es.
-Quedan solamente dos: el tercer puesto y la final.
-¿Quén va jugar la final, Jazán?
-España con Holanda.
-¡Diablos! ¿Quién irá a ganar?
-Pregúntele al purpo, tío.
-No se puede, amigos. Esa prueba la hace en un acuario.
-Verdá.
-¿Han visto a los demás personajes? ¡Tengo unas ganas de liquidarlos para siempre!
-Se fueron corriendo por ese camino de culebrita que está más cerca del río donde se ven unos cocodrilos, Jazán.
-Allá me parece verlos. ¡Sí, son ellos! ¡Vamos a cazarlos!
-Ya sabía que esto no terminaría tan fácil.
-Emprésteme el arco con flechas para dispararles, osinó me empresta la espada de lásen.
-Toma el arco y las flechas. Nos acercaremos bien abajo... apunta...
-¡Cuidado con el árbol, Jazán!
-Reflauta, ya es tarde, vamos a chocar. ¡Afírmense del pulpo!
Wednesday, July 07, 2010
ElMonito y su tío en el Mundial de Sudáfrica (18)
(A la mañana siguiente).
-Ta luego agüelita.
-No se vayan.
-Gracias por todo.
-Llévense unos plátanos y un pancito con queso.
-Bueno.
-Me van a dejar sola. ¿Con quién me voy a ensayar ahora para el concurso de canto?
(Al rato).
-Me dio pena la agüelita, tío, porque nadien la infla porque es fea y está vieja.
-Devuélvete entonces a vivir con ella.
-No pienso, mejor vivo con usté, porque usté me compra trencitos de vez en cuando.
-¡Ahora vienes a reconocer mis méritos, gaznápiro!
-Mire, tío, un ejército de dinocerontes.
-Tienes razón. Parecen arrancar de algo.
-Los van siguiendo unos señores con escopetas.
-¡Bum! ¡Bum! ¡Bum!
-¡Les dispararon unos disparos!
-Escóndete para que no te vean.
-Dígales que no disparen porque los cueden matar a los dinocerontes.
-Es justamente lo que desean.
-¿Para qué?
-Para aprovechar su piel, sus cachos, todo.
-¡Son más malos que el Dostor Cao de Nanllín y que la Calavera de Gual Disney, porque la Calavera de Gual Disney puro asusta, mientras tanto que los señores queren matar a los dinocerontes de verdá, no de mentira.
-Sí.
-¡Señores mnalos, ni tío los va tomar presos para que sepan!
-¡Cállate, infeliz!
-¡Pero si es verdá, no es mentira!
-Tagumbu tun tun.
-Fumi fumi mukutu kuku.
-Cagumbu turumba.
-¡Nos vieron! ¡Estamos perdidos!
(La camioneta se acerca).
-¡Kagulumbi!
-Buenas tardes, señores. Somos de Chile.
-¡Kagulumbi!
-No se entiende señor porque habla muy enredado. Hable más diferente.
-¡Kagulumbi Kagulumbi!
-Quieren que subamos.
(Suben).
-Haz lo que te digan sin chistar, mequetrefe.
-Quedé en la parte de la esquina donde está un fierro, tío.
-Calladito.
-Bumumbu turumba.
-Sí, tiene razón.
-Sulumi turulí.
-Por supuesto. De inmediato.
-¿Qué dicen, tío?
-No sé.
-¡No sigan disparando a los dinocerontes porque los cueden matar a los dinocerontes y si matan a los dinocerontes se van a ir al infierno para que sepan!
-¡Ja ja ja jabulani!
-¡Bum! ¡Bum! ¡Bum!
-Menos mal que tienen mala puntería, y los rinocerontes se alejan cada vez más.
-¡Se salvaron los dinocerontes! Ahora parece que van empezar a dispararles a las culebras, tío.
-No creo.
-Ta luego agüelita.
-No se vayan.
-Gracias por todo.
-Llévense unos plátanos y un pancito con queso.
-Bueno.
-Me van a dejar sola. ¿Con quién me voy a ensayar ahora para el concurso de canto?
(Al rato).
-Me dio pena la agüelita, tío, porque nadien la infla porque es fea y está vieja.
-Devuélvete entonces a vivir con ella.
-No pienso, mejor vivo con usté, porque usté me compra trencitos de vez en cuando.
-¡Ahora vienes a reconocer mis méritos, gaznápiro!
-Mire, tío, un ejército de dinocerontes.
-Tienes razón. Parecen arrancar de algo.
-Los van siguiendo unos señores con escopetas.
-¡Bum! ¡Bum! ¡Bum!
-¡Les dispararon unos disparos!
-Escóndete para que no te vean.
-Dígales que no disparen porque los cueden matar a los dinocerontes.
-Es justamente lo que desean.
-¿Para qué?
-Para aprovechar su piel, sus cachos, todo.
-¡Son más malos que el Dostor Cao de Nanllín y que la Calavera de Gual Disney, porque la Calavera de Gual Disney puro asusta, mientras tanto que los señores queren matar a los dinocerontes de verdá, no de mentira.
-Sí.
-¡Señores mnalos, ni tío los va tomar presos para que sepan!
-¡Cállate, infeliz!
-¡Pero si es verdá, no es mentira!
-Tagumbu tun tun.
-Fumi fumi mukutu kuku.
-Cagumbu turumba.
-¡Nos vieron! ¡Estamos perdidos!
(La camioneta se acerca).
-¡Kagulumbi!
-Buenas tardes, señores. Somos de Chile.
-¡Kagulumbi!
-No se entiende señor porque habla muy enredado. Hable más diferente.
-¡Kagulumbi Kagulumbi!
-Quieren que subamos.
(Suben).
-Haz lo que te digan sin chistar, mequetrefe.
-Quedé en la parte de la esquina donde está un fierro, tío.
-Calladito.
-Bumumbu turumba.
-Sí, tiene razón.
-Sulumi turulí.
-Por supuesto. De inmediato.
-¿Qué dicen, tío?
-No sé.
-¡No sigan disparando a los dinocerontes porque los cueden matar a los dinocerontes y si matan a los dinocerontes se van a ir al infierno para que sepan!
-¡Ja ja ja jabulani!
-¡Bum! ¡Bum! ¡Bum!
-Menos mal que tienen mala puntería, y los rinocerontes se alejan cada vez más.
-¡Se salvaron los dinocerontes! Ahora parece que van empezar a dispararles a las culebras, tío.
-No creo.
Tuesday, July 06, 2010
ElMonito y su tío en el Mundial de Sudáfrica (17)
-Toc toc.
-¿Quién será a esta hora? -dice la abuelita.
-A lo mejor es un lión maldito, agüelita, porque los liones malditos saben tocar la cuerta.
-Asomate a ver, niño, mira que a mí me da susto abrir a estas horas de la noche.
-Bueno.
(ElMonito se dirige a la puerta).
-¿Quén es?
-¡Ábreme, gaznápiro, mira que oigo unos animales que se acercan!
-¡Es ni tío, agüelita! ¿Le cuedo abrir la cuerta?
-¿Qué edad tiene?
-Como ochenta y tres, no, como cincuenta y siete, o como sesenta catorce.
-¿Es buen mozo?
-No sé. Yo lo encuentro viejito y además que es hombre, no es mujer, entonces no cuede ser bonito porque si es bonito entonces se cuede poner colepato.
-¡Ábreme, idiota, que me van a comer estos animales!
-No cuedo abrir tuavía, querido tío señor Lamordes, porque la agüelita no me da permiso. ¿Le abro no más, agüelita?
-Espera, niño, que me estoy pintando.
-Bueno.
-¡Ábreme, infeliz!
-Ji ji ji... ji ji ji...
-¡Son hienas!
-¿Esas que se ríen?
-¡Sí!
-Quero verlas, porque en el Sológico de Chile no hay yenas parece.
-¡Ay, me mordió una!
-Ábrele ahora, niño. Estoy lista.
(ElMonito abre la puerta).
-¡Por fin! ¡Mira, me rompió el pantalón y me dejó sangrando la pierna, por tu culpa!
-¡Pero si usté me dejo abandonado en la selva de mentira del Mundial de África y descués reclama más encima!
-Hola, caballero.
-¿Y eso, qué es?
-Es la agüelita que baila Shakira. Sabe hacer lentejas con carne de gúfalo y tan bien hace huevos revueltos con pan.
(El tío Lamordes le habla al oído a su sobrino).
-Se parece a la novia de Frankenstein.
-La novia de Fráskenten es vanrira, pero la agüelita no es vanvira, porque es de raza humana.
-¿Le bailo, señor?
-Mejor me haría un caldito antes que un bailecito.
-Bueno, pero después le bailo.
-¿Tiene alojamiento?
-Sí, y tengo televisor para que vea los partidos que faltan. Tengo listo el escenario. ¿Pongo la música?
-Después del caldito.
-Yo quero tomar chocolate agüelita.
(Al rato, después de una reparadora cena).
-Tsamina mina eh, eh
Waka waka eh, eh
Tsamina mina sangalewa
¡Porque esto es África!
-Ahora entiendo por qué llevaban esa cara y corrrían tan rápido los personajes malos. ¡Y pensar que nos espera una larga noche!
-No le escucho muy bien, querido tío señor Lamordes. Hable más fuerte.
-Digo que pongas la tele para ver el partido.
-Bueno.
(La enciende).
-Pero juega Uruguay con Holanda y no lo están dando.
-Es que los dan descués que terminan, porque es de canal nacional.
-¡No puede ser!
-Sí, caballero, porque yo veo con la señal del canal de su país.
(La abuelita pone la música de 9 semanas y media).
-¿Y eso?
-El baile del caño, mi amor. Las noches de Sudáfrica son largas. ¡Niño, mira para el lado!
-Bueno agüelita. Me puse las manos en la parte de la cara donde están los ojos.
-¡Horror! ¡Prefiero las hienas!
-No, tío, mejor mire a la agüelita, porque la guata de las yenas está vacía.
-¿Quién será a esta hora? -dice la abuelita.
-A lo mejor es un lión maldito, agüelita, porque los liones malditos saben tocar la cuerta.
-Asomate a ver, niño, mira que a mí me da susto abrir a estas horas de la noche.
-Bueno.
(ElMonito se dirige a la puerta).
-¿Quén es?
-¡Ábreme, gaznápiro, mira que oigo unos animales que se acercan!
-¡Es ni tío, agüelita! ¿Le cuedo abrir la cuerta?
-¿Qué edad tiene?
-Como ochenta y tres, no, como cincuenta y siete, o como sesenta catorce.
-¿Es buen mozo?
-No sé. Yo lo encuentro viejito y además que es hombre, no es mujer, entonces no cuede ser bonito porque si es bonito entonces se cuede poner colepato.
-¡Ábreme, idiota, que me van a comer estos animales!
-No cuedo abrir tuavía, querido tío señor Lamordes, porque la agüelita no me da permiso. ¿Le abro no más, agüelita?
-Espera, niño, que me estoy pintando.
-Bueno.
-¡Ábreme, infeliz!
-Ji ji ji... ji ji ji...
-¡Son hienas!
-¿Esas que se ríen?
-¡Sí!
-Quero verlas, porque en el Sológico de Chile no hay yenas parece.
-¡Ay, me mordió una!
-Ábrele ahora, niño. Estoy lista.
(ElMonito abre la puerta).
-¡Por fin! ¡Mira, me rompió el pantalón y me dejó sangrando la pierna, por tu culpa!
-¡Pero si usté me dejo abandonado en la selva de mentira del Mundial de África y descués reclama más encima!
-Hola, caballero.
-¿Y eso, qué es?
-Es la agüelita que baila Shakira. Sabe hacer lentejas con carne de gúfalo y tan bien hace huevos revueltos con pan.
(El tío Lamordes le habla al oído a su sobrino).
-Se parece a la novia de Frankenstein.
-La novia de Fráskenten es vanrira, pero la agüelita no es vanvira, porque es de raza humana.
-¿Le bailo, señor?
-Mejor me haría un caldito antes que un bailecito.
-Bueno, pero después le bailo.
-¿Tiene alojamiento?
-Sí, y tengo televisor para que vea los partidos que faltan. Tengo listo el escenario. ¿Pongo la música?
-Después del caldito.
-Yo quero tomar chocolate agüelita.
(Al rato, después de una reparadora cena).
-Tsamina mina eh, eh
Waka waka eh, eh
Tsamina mina sangalewa
¡Porque esto es África!
-Ahora entiendo por qué llevaban esa cara y corrrían tan rápido los personajes malos. ¡Y pensar que nos espera una larga noche!
-No le escucho muy bien, querido tío señor Lamordes. Hable más fuerte.
-Digo que pongas la tele para ver el partido.
-Bueno.
(La enciende).
-Pero juega Uruguay con Holanda y no lo están dando.
-Es que los dan descués que terminan, porque es de canal nacional.
-¡No puede ser!
-Sí, caballero, porque yo veo con la señal del canal de su país.
(La abuelita pone la música de 9 semanas y media).
-¿Y eso?
-El baile del caño, mi amor. Las noches de Sudáfrica son largas. ¡Niño, mira para el lado!
-Bueno agüelita. Me puse las manos en la parte de la cara donde están los ojos.
-¡Horror! ¡Prefiero las hienas!
-No, tío, mejor mire a la agüelita, porque la guata de las yenas está vacía.
Monday, July 05, 2010
ElMonito y su tío en el Mundial de Sudáfrica (16)
Al día siguiente el tío Lamordes parte menos temprano que lo que debiera a buscar a su sobrino, que a todo esto duerme en esa extraña casita situada detrás de las montañas. En el camino va tomando agua de los arroyos que atraviesan el sendero, siempre pendiente de que no le salte alguna fiera. Hasta el momento no ha visto nada, si siquiera esos famosos "loros que pican las venas".
-Hasta en Chile uno ve más animales en el campo -reflexiona.
La subida de la montaña lo deja exhausto. Se detiene a descansar a los pies de un árbol.
-Aquí me tumbaré un ratito -se dice.
El agradable calorcito lo envuelve y se queda dormido. Cuando despierta ya ha empezado a hacer frío de nuevo.
-La embarré, me dejé llevar por la comodidad -piensa.
Se levanta y vuelve a caminar. No tiene más remedio que atravesar la montaña.
-Pero qué veo a lo lejos, parecen personas raras corriendo -observa.
En efecto, son los personajes malvados que arrancan de la abuelita.
-Holol, aún me palece vel bailal a la viejuja -dice el Doctor Cao de Nanjing.
-¡Hipnotíceme, Profesor Taurus, para no seguir viendo esta pesadilla! -exclama El Expreimentador.
-Ta-ta... ta-ta...
-Yo no tengo tanto susto porque soy una calavera fantasma -dice la Calavera de Gual Disney.
-Espeguen a vieju Profesor Taúru -les suplica el hipnotizador, que marcha el último, y a duras penas.
-¿Han visto a mi sobrino?
-Qué sobrino -dice el Doctor Cítico.
-Uno con orejas de perro y vestido celeste. Uno que parece renacuajo.
-¡Dejal a títele con viejuja! ¡No sopoltal visión! -exclama el Doctor Cao. Todos siguen corriendo.
-Oiga, señor. ¿Dónde dejaron a ElMonito?
-Niñu quedo en la casa de la señoga que disfrazó de Shakira -le dice el Profesor Taurus.
-¿Dónde queda?
-Pug allá.
-¿Sabe cómo le fue a Brasil?
-Pegdimus coiñ Holanda.
-¿Y Argentina?
-Alemania la goleó cuatro a cero -dice El Expreimentador.
-¡Diablos! ¿Queda algún sudamericano?
-Uruguay, lo escuchamos por la radio -dice el Doctor Cítico.
El tío toma el camino que le han mostrado y luego de cuatro horas llega por fin a la casita, justo cuando anochece y a lo lejos se escucha la risa de las hienas.
-Ji ji ji ji.... ji ji ji ji....
-Hasta en Chile uno ve más animales en el campo -reflexiona.
La subida de la montaña lo deja exhausto. Se detiene a descansar a los pies de un árbol.
-Aquí me tumbaré un ratito -se dice.
El agradable calorcito lo envuelve y se queda dormido. Cuando despierta ya ha empezado a hacer frío de nuevo.
-La embarré, me dejé llevar por la comodidad -piensa.
Se levanta y vuelve a caminar. No tiene más remedio que atravesar la montaña.
-Pero qué veo a lo lejos, parecen personas raras corriendo -observa.
En efecto, son los personajes malvados que arrancan de la abuelita.
-Holol, aún me palece vel bailal a la viejuja -dice el Doctor Cao de Nanjing.
-¡Hipnotíceme, Profesor Taurus, para no seguir viendo esta pesadilla! -exclama El Expreimentador.
-Ta-ta... ta-ta...
-Yo no tengo tanto susto porque soy una calavera fantasma -dice la Calavera de Gual Disney.
-Espeguen a vieju Profesor Taúru -les suplica el hipnotizador, que marcha el último, y a duras penas.
-¿Han visto a mi sobrino?
-Qué sobrino -dice el Doctor Cítico.
-Uno con orejas de perro y vestido celeste. Uno que parece renacuajo.
-¡Dejal a títele con viejuja! ¡No sopoltal visión! -exclama el Doctor Cao. Todos siguen corriendo.
-Oiga, señor. ¿Dónde dejaron a ElMonito?
-Niñu quedo en la casa de la señoga que disfrazó de Shakira -le dice el Profesor Taurus.
-¿Dónde queda?
-Pug allá.
-¿Sabe cómo le fue a Brasil?
-Pegdimus coiñ Holanda.
-¿Y Argentina?
-Alemania la goleó cuatro a cero -dice El Expreimentador.
-¡Diablos! ¿Queda algún sudamericano?
-Uruguay, lo escuchamos por la radio -dice el Doctor Cítico.
El tío toma el camino que le han mostrado y luego de cuatro horas llega por fin a la casita, justo cuando anochece y a lo lejos se escucha la risa de las hienas.
-Ji ji ji ji.... ji ji ji ji....
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