(Desde el fondo del closet).
-Querido tío señor Lamordes...
(Silencio).
-Tío...
(Silencio).
-Tío, por qué me ha abandonado... estoy flaquito acá adentro del clóse, casi estoy en los puros güesitos porque me toco la carne del brazo y toco como una cosa larga de güeso, ¡o sea que toco güeso sin carne, o sea que estoy frito para que sepa!
(Silencio).
-Hace como más de un año que me tiene guardado y no cuedo hablar porque si hablo solo me cuedo volver loco porque el otro día escuché que los guardianes del diraio decían que salió en las noticias que un señor se puso hablar solo y descués se volvió loco porque habló solo mucho y descués lo vieron hablando en la calle y decía Sí caballero sí dama yo soy Piñericosa y voy a ser presidente para que sepan y todos los señores que pasaban al lado del señor loco le decían anda acostáte loco de remate...
(Silencio).
-Por eso mejor hablo más despacito, porque osinó los guardianes me cueden escuchar y descués dicen mira parece que hay un loco chico adentro del clóse del señor Lamordes y el otro le dice te volviste loco porque en el clóse del señor Lamordes no vive nadien porque si viviera un loco chico hace rato que lo habiríamos descubierto, tonto.
-ElMonito, quédate tranquilo...
-¡Tío!
-Te cuido de lejos.
-Venga más cerquita.
-Estoy preparando algo grande para ti.
-Pero venga más cerquita para que salgamos a caminar para pisar las hojas cuando estén mojadas...
-Bueno. Ya iré.
-Menos mal.
